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Crónica de : Jose E. Santacara
 

Crónica 69-A11
Fecha: 2.008-10-23
 
Kilómetros desde Carcastillo: 45.758
Transmitida desde :   Nairobi    (Kenya)                                                       Namibia
                                                                   
Latitud   :   1º 16' S
Longitud: 36º 48' E

 

     Quería haber escrito esta crónica hace ya más de un mes, pero varias sucesos ocurridos me lo han impedido. Ahora que estoy en la última parte del viaje es como si África no me dejase marchar, y en mi particular viaje a Ítaca   últimamente van saliendo demasiadas piedras en el camino. El 10 de Setiembre tuve un accidente cerca de Dar-as-Salam, el primero serio de mi vida, y en un primer momento pensé que ahí se acababa el viaje. Estaba circulando por una pista de tierra y de repente y sin ninguna razón aparente, un coche que venia por el lado contrario se me echó encima sin tiempo de poder reaccionar. Yo salí indemne, pero el choque fue frontal y violento, e Ibiletxe quedó  bastante mal parada. Como de costumbre Ibiletxe tuvo la delicadeza (y la sabiduría) de deformarse aparatosamente en su estructura delantera, para así proteger sus partes vitales, y a mí también. Después de 10 días de duro trabajo en Dar cortando, soldando, enderezando chapas, y arreglando como se podía las partes mecánicas dañadas la fiel Ibiletxe está otra vez en marcha. El radiador de momento no gotea, los ventiladores pegados a su estructura funcionan correctamente, y el soporte del compresor aguanta así como la caja que aloja el filtro del aire. Como era de esperar me he tenido que pagar toda la reparación, pues el  chófer que colisionó conmigo se "encargó" de sobornar a la policía, y tampoco era cosa de quedarme hasta el  juicio que se supone iba a ser el 11 de Octubre, pues de una manera u otra el "Mzungu" (yo) llevaba las de perder. Unos días  más tarde yendo de Arusha a Moshi se me cayó la rueda de repuesto en la carretera, y para cuando fui a buscarla ya la habían cogido unos jóvenes. Ni con la intervención de la policía a la que llamé, ni metiendo a varios de ellos en la cárcel conseguí me la devolviesen. Al final y después de varios días encontré otra  llanta,  que  aunque  no  es  la  misma  me sirve.
      Ahora
llevo varios días en un camping de Nairobi esperando que llegue el faro que me mandan desde Pamplona. Nairobi se está convirtiendo en una ratonera, pues

 

las  lluvias  han  empezado  hace  unos  días, y  de  Marsabit, Kenya,  a  Moyale  en  Ethiopia tengo una carretera muy mala. Supongo que tendré que volver a utilizar las cadenas para la nieve...y esperemos que con eso valga.
     Por lo demás hace cosa de mes y medio un amigo me escribió diciéndome que estar en Tanzania y no subir al Kilimanjaro era como ir a París y no subir a la torre Eifel. Obviamente no es lo mismo, pero me volvió a despertar el gusanillo de las ganas, que después de los gastos extras tenidos últimamente, estaba dormido. Gero gerokoa, me dije a mí mismo tal vez intentando así evadirme de los malos días pasados, y la verdad han sido 6 días inolvidables pero...la ascensión final la iniciamos el guía y yo demasiado rápida, pasando a varios grupos, y al final lo pagué caro: cerca del Gilman's point (y como siempre después de comer algo) me sentí mal, y aunque continué un rato más al final decidí bajar. La cumbre no estaba muy lejana, estaríamos a unos 5.500 m., pero no me me sentía bien. Hacía mucho frío y decidí bajar a dormir: es como si me hubiese faltado motivación para seguir. Supongo que en cierto modo el Kilimanjaro pensó que era una falta de respeto por mi parte el intentar subir hasta la cumbre después de 10 meses de viajar por África mal comiendo y mal durmiendo, y se vengó a su manera.
      La próxima crónica será desde ese enigmático e interesante país llamado Ethiopía, pero antes debo llegar a el, pues según información de viajeros que acaban de venir de ese país, en todo terrenos por supuesto, la carretera está en malísimas condiciones y con mucha  agua y barro Para colmo el carnet de passage C.D.P. (pasaporte de Ibiletxe) caduca el 15 de Novirembre y necesitaré uno nuevo para entrar en Egipto.  Alguien de los que me leen conoce algún sistema rápido de tramitarlo y mandármelo a alguna dirección de, por ejemplo,  Karthum?. Gracias por anticipado. Muchas cosas se están juntando a última hora, pero espero que Ibiletxe sea capaz de superar este último obstáculo, aunque sea con ayuda.

 

 

 

Namibia: La otra África
     
Según
me habían dicho en Namibia empezaba otra África a la que también el hombre blanco vino como colonizador, pero a diferencia de otras zonas de África, se quedó después del proceso de descolonización de los años 60, dándole un carácter específico.
Los primeros pobladores de la actual Namibia parecen haber sido los San, a los cuales se atribuyen los petroglifos de la zona Damaraland. Hace unos 2000 años llegaron los primeros pueblos bantúes que hasta la llegada del hombre blanco a finales del siglo XIX guerrean entre sí por la posesión de las pocas tierras cultivables. En el congreso de Berlín Alemania se adjudicó Namibia que resultó ser rica en minerales, y a principios del siglo XX hubo grandes rebeliones contra el poder colonial, especialmente de los hereros, que fueron violentamente reprimidas. Al final de la 1ª guerra mundial Namibia pasa a manos de Sudáfrica, que intenta asimilarla económica y culturalmente, y finalmente anexionarla. Sin embargo en los 60 surge un gran movimiento pro-independencia dirigido por el SWAPO, y en 1990 Namibia obtiene su independencia. A pesar de su gran extensión, es un país muy árido y poco poblado, escasamente 2 millones de habitantes, y su economía gravita alrededor de la de Sudáfrica, de la que en cierto modo es un  apéndice, especialmente en lo referente al turismo.

 

Frontera
    
Nada
más entrar puedo apreciar la diferencia: más ordenado, limpio y tranquilo. No necesito visa, pero debo pagar un peaje de carretera (Road Tax).
.- No tengo dinero Namibio ni Sudafricano- le digo a la funcionaria.
.- Ahí a la vuelta tienes un cajero-.
Un poco escéptico voy hasta donde me dice, y efectivamente: hay un cajero!. Hace tiempo que no he visto ninguno!. Saco dinero, vuelvo,  le pago, y hoy 1
                                En Sussusvlei
de Mayo entro en Namibia por una buena carretera flanqueada a ambos lados por cientos de pequeños puestos de venta, con los productos perfectamente empaquetados.

 

.- Ese camión va equivocado: viene por mi derecha!- me digo a mí mismo.
Sin embargo cuando ya casi lo tengo encima me doy cuenta que a partir de ahora  se conduce por la izquierda! Doy un volantazo justo para esquivar el camión que ni se ha inmutado, y de momento tendré que andarme con cuidado hasta hacerme a la nueva conducción.
A Ethosa Park
     El paisaje es cada vez más árido, y atrás, muy atrás se han quedado las grandes, verdes y húmedas selvas tropicales. Sigo hasta Oshivelo donde paro en una gasolinera a dormir. Mañana iré a visitar Ethosa Park con la esperanza de poder ver alguno de los 5 grandes: elefante, león rinoceronte, búfalo o leopardo. Al día siguiente una joven me dice:
.- Vas a Ethosa Park? Le puedes llevar a mi hermano que trabaja allá un  paquete?-.
.- Por supuesto- pero cuando me lo trae veo que está en una entrada distante de la que voy a utilizar. Se lo comento pero me dice:
.- Bueno si puedes se lo entregas, y si no te lo quedas-. Me quedo asombrado pues no es normal en África este comportamiento.
Grandes y caros hoteles a ambos lados de la carretera me anuncian la llegada a Ethosa. Sin embargo la entrada no es cara, y puedo circular por todo el parque con Ibiletxe, en busca de los ansiados animales.

 

 

 

 

Pero he llegado bastante tarde, y me debo conformar con ver muchas jirafas, antílopes, cebras, grandes manadas de monos, pero de
los 5 grandes ni rastro. Si quiero verlos me tendría que quedar a dormir para observarlos al día siguiente cuando vayan a beber agua, pero me piden bastante dinero por estar en un camping, aparte de volver a pagar la entrada,  así que decido marcharme y haber si tengo más suerte en el Krugger Park de Sudáfrica.
A Swakopmund
      Todo los pueblos que voy pasando: Tsumeb, Otjiwarongo etc me traen a la memoria el oeste de Australia. Como allá son pequeños, con calles muy anchas y limpias, casas bajas y bien cuidadas alternando con muchas pequeñas tiendas y supermercados. Están   situados   en   medio   de   la   nada   y

 


                                         Recorrido por Namibia
rodeados por el desierto. Es fin de semana y apenas hay gente por la calle: me  cuesta creer que esté en África.
.- En qué idioma están escritos estos carteles?- le pregunto a un joven negro.
.-En Africander; junto con el inglés es el idioma común para entendernos entre nosotros, y fue traído por los Sudafricanos blancos. La gente que vive en el centro de estos pueblos son blancos y los negros solemos vivir en las afueras-.
Ahora me explico.
Twyfelfontein

       En Outyo dejo el asfalto y me adentro por polvorientas pero bien cuidadas pistas de tierra. Quiero ver uno de los tesoros mejor guardados de Namibia.

 

Los petroglifos de Twyfelfontein, que a pesar de haber sido grabados hace miles de años, todavía conservan toda su frescura y encanto, aunque guardan celosamente el secreto de su simbología y siginificado, difícil de entender
para el hombre del siglo XXI. Estoy en zona de los Damara pero también de los Herero y los Imbas, y por la carretera los puedo ver vendiendo sus artesanías vestidos con sus trajes de gala y sus gorros con grandes puntas, que no son otros que los que usaban las campesinas alemanas de finales del siglo XIX. De los Imbas se suele decir que son uno de los pocos pueblos de la tierra que siguen con su forma de vida ancestral, llevando las mujeres sus pechos al descubierto y el cuerpo embadurnado con el polvo ocre de la tierra.

 

 

 

Los montes Brandberg
     
Para
cuando llego a ellos es casi de noche, y desde el vacío aparcamiento donde paro a dormir puedo ver las imponentes siluetas de los montes que a
la vez me dan cobijo y me atemorizan en cierto modo. Al día siguiente me adentro entre ellos con el guía, y otra vez tengo ocasión de admirar los grabados en piedra dejados por el hombre hace miles de años, en especial la llamada: White Lady (dama blanca), que en realidad no es tal. El guía es un Damara y vamos en animada conversación.
.- Nuestros salarios del gobierno son muy bajos, unos 90 E., y con eso apenas puedes comer y poco más. No podemos comprar nada nuevo, sus zapatos están prácticamente desechos, y dependemos de las propinas que nos dan-.
Después se anima y me habla de la situación política  y

 

social.
.- El gobierno está formado por Oxibambas, la etnia mayoritaria, y apenas si se ocupa de los demás: Damara, Herero, Imbas etc. Además debía de echar a los Hereros de aquí a su lugar de procedencia en Bostwana.
.- Pero miles de ellos murieron y fueron masacrados
                La mal llamada Dama blanca
por los alemanes en 1906 defendiendo  esta tierra- le replico.
Mis antepasados también lucharon- se defiende. Como en casi toda África muy poco  sentimiento de nación, en este caso de Namibia, sino únicamente de pertenencia a su etnia.
.- Los blancos aunque son muy pocos controlan prácticamente la economía del país- me dice para terminar.

 

Avería
    
Cerca
de Swakopmund se rompe el soporte  de sujeción de un amortiguador trasero, y no me queda más remedio que quitarlo, aunque no me gusta mucho la idea  pues estoy circulando por pistas. En el siguiente pueblo le hago un arreglo casero y puedo continuar con más tranquilidad.
Swakopmund
   
Llego
a Swakopmund, y parece estuviese en una pequeña ciudad alemana. Incluso se oye el alemán por 
el centro de la ciudad, por supuesto hablado por blancos, que son los que poseen la gran mayoría de los negocios. Swakopmund es el centro de Namibia para los deportes de riesgo, y desde aquí se organizan todo tipo de actividades por tierra mar o aire. Pregunto algunos precios y  la verdad   son  un  poco  de  marear:

 

 

 

Namibia ha apostado por el turismo caro que deja mucho dinero, aunque no me da la impresión de que la población negra local se beneficie mucho de ello.

Es una ciudad que parece estuviese aquí desde siempre, hecha por no se sabe quién.
Está a las puertas del desierto, pero no se ve arena en sus calles. Las mayoría de las casas son nuevas o están recién pintadas, pero no se ve a nadie trabajando en ellas. Todo se ve muy limpio, pero apenas se ven limpiadores, Las tiendas son impresionantes y muy bien montadas, pero apenas tienen compradores, al igual que los nuevos y bien surtidos supermercados. Tal vez el truco consista en que Swakopmund vive por y para el turismo y ahora no es la temporada alta. De cualquier manera en los sofisticados y variados restaurantes sólo se ve gente  blanca,  especialmente  sudafricanos,  y  un

 

faro en el puerto recuerda que los blancos fundaron esta ciudad.
A Windhoek
    
El
día 17 de Mayo salgo para la capital. Son 5 horas de viaje atravesando un paisaje árido, casi desértico, pero la carretera está en buenas condiciones. El centro de Windhoek es muy bonito y agradable, con una mezcla de colonial y moderno, y se nota la huella alemana a pesar de haber estado aquí solamente 30 años. Una bonita iglesia de principios del siglo XX
domina desde una colina la ciudad, y cerca veo un monumento del tiempo de la colonia.. Cuando leo el texto me cuesta creerlo: es un homenaje al general alemán que en 1907 aplastó la rebelión de los Hereros,

 

produciendo la matanza de más de 7.000 de ellos.
.- Cómo mantenéis todavía un monumento de este tipo?- le pregunto a un negro.
.- Porque es historia; pero los que lo construyeron hace tiempo se tuvieron que ir del país- me dice con  no
disimulado orgullo.
- De acuerdo pero al menos podía haber al lado un recuerdo para los miles de nativos masacrados- le contesto.
Tengo la impresión de que estos detalles son peajes que estos países pagan por su  independencia. Voy a las afueras y aparece otra Windhoek: a diferencia de otros países africanos que he visitado hay electricidad y agua, pero casas destartaladas y sucias se amontonan en calles estrechas y sin pavimentar. Aquí viven los Oxibamba, Herero, Damara etc, y mientras tomo una

 

 

 

cerveza hablo con algunos de ellos a la puerta de un bar.
.- Los propietarios de todos estos negocios que ves en la calle principal son blancos que sólo se acercan por aquí para recoger el dinero- me comentan con cierta amargura.
Arreglos a Ibiletxe
    
Por
fin aquí encuentro un servicio Volkswagen, y tienen prácticamente de todo!.Las malas carreteras (o
                        Con jóvenes Imbas
en algunos casos incluso la falta de ellas) han hecho mella en Ibiletxe, y debo cambiar  todos los soportes de goma del tren delantero, un rodamiento trasero y los dos delanteros que ya tienen alguna holgura, y arreglo un soporte de la barra de suspensión que iba medio roto y metía bastante ruido. La factura es bastante alta,

 

pero Ibiletxe se lo merece. Me llama la atención el coste de la mano de obra: 35 E:/hora!: es decir precios europeos en un país donde mucha gente vive con menos de un euro al día.
A Sosussvlei
    
Aquí
, en pleno desierto de Namib, se encuentran
                     Camino de Sussusvlei
las tan fotografiadas y famosas dunas. tomo dirección sur, y en Rooboth tomo una pista a la derecha. Vuelven a aparecer las grandes y repugnantes cucarachas que invaden literalmente la pista. En realidad están en ella pues con con el paso de los vehículos muchas son aplastadas y sirven de comida a las demás, que a su vez pronto serán alimento de otras. De nuevo el paisaje árido y desolado, que se extiende hasta donde alcanza la vista. Lo único que rompe la monotonía son las vallas

 

que sin piedad cercan todo el terreno, y allá en algún lugar a lo lejos habrá un rancho donde vivirán blancos bien servidos por negros. Hace años, cuando la Sudáfrica del aparheid controlaba Namibia, se expulsó de estas tierras a sus propietarios negros, se dividió y valló todo el terreno y se entregó a granjeros blancos. Hay un movimiento reivindicativo para recuperar estas tierras, pero el gobierno actual del Swapo se opone a
                  Transporte típico en el desierto
estas reivindicaciones, pues tal vez teman la venganza de los blancos, tal como está pasando en Zimbabwe.
Nueva avería
    
En Solitaire al parar a tomar combustible empiezo a perder aceite. Miro debajo y nuevamente el cárter se ha roto. Pasado el primer momento de estupor, pienso que nuevamente Ibiletxe a tenido la delicadeza de romperse en el sitio adecuado. Supongo es consecuencia de los

 

 

 

golpes recibidos en los últimos meses, y podía haberse roto en el Congo donde continuamente iba pegando
             Remolcando Ibiletxe a Balvis Bay
contra piedras que se encontraban en los grandes charcos que pasé, pero entonces me habría encontrado literalmente vendido y habría sido carne de cañón para los muchos advenedizos que se dedicaban a extorsionar a los que tenían algún problema. Sin embargo al romperse en la gasolinera nuevamente el motor se ha salvado, y si no la puedo arreglar aquí mismo la podré remolcar a Windhoek o a Swakopmund. Duermo en el camping que hay al lado, y mañana veré qué es lo más conveniente.
A Walvis Bay
     
Con
las herramientas que tengo es imposible sacar el cárter, así que no me queda más remedio que llamar

 

al servicio de grúa para que me remolquen a Walvis Bay, cerca de Swakopmund. Son casi 200 Km y aunque cuesta al final soltamos el cárter, lo llevan a soldar y el 20 de Mayo Ibiletxe está otra vez preparada para continuar el viaje.
De nuevo a Sossusvlei
     
Vuelvo
a ir hasta Solitaire, y de allí a Sesriem a las puertas del desierto de Namib, donde duermo en la carretera protegido por las estrellas.
Ya en el parque poco a poco van apareciendo las
dunas, y según me adentro en él aumentan de tamaño. Es todavía muy temprano y con la luz del sol van cambiando de color: es todo un espectáculo. A los 50 km. aparece a mi derecha la duna 45. Subo a ella, me siento en la cima, y mi cabeza cual cámara cinematográfica va girando lentamente, tratando de

 

retener en su interior tanta belleza. Pero no tengo mucho tiempo, pues quiero ver todo el parque en el día. Bajo y continuo otros 10 km hasta llegar a Sossusvlei. Aquí se acaba la carretera, y enfrente mía hay una barrera infranqueable de dunas que llegan hasta el mar.
Le pregunto a un  empleado del parque:
.- A la derecha tienes la duna más alta, 350 m., y el
           Árboles secos en el valle de la muerte
valle de la muerte- me mira de arriba abajo y continúa:
.- Pero técnicamente es un poco complicada de subir; mejor puedes hacer la duna de la derecha que da nombre al parque-.
.-Tan deteriorado le parezco?- me digo a mí mismo. Por supuesto no le hago caso y me voy a ascender la duna más alta. A cada paso que doy mis pies se hunden en la arena resbalando en ella y dando la impresión de

 

 

 

que apenas avanzo. Sin embargo cuando llego a la cima la vista es impresionante. Me encuentro rodeado de un
            Al fondo está el desierto del Namib
mar de dunas de variadas formas y colores, que el viento va modelando a su capricho. Tantas veces he visto estas dunas en fotografías que ahora me parece mentira esté en ellas! Bajo por una fuerte pendiente de arena  hasta el valle de la muerte, y ciertamente lo que encuentro en el es eso: muerte. Es un paisaje desolado  con el suelo fuertemente erosionado, donde cientos de árboles secos se mantienen en pie a duras penas. Parece como si una noche, hace ya muchos años, mientras dormían, el agua que los alimentaba hubiese desaparecido de repente, sumiéndolos en un sueño eterno. Tal como están me dan la impresión de ser una escultura gigante de algún artista genial.. Antes de

 

marcharme aún me da tiempo de subir a la duna de la derecha, y para cuando me voy a las 4,30 me doy cuenta que me he cansado pero ha merecido la pena.
A Sudáfrica
    
Continuo
hacia el sur por una pista paralela al desierto, y en Aus me desvío a la derecha para ir a Lüderitz. Es una carretera nueva, asfaltada, que nuevamente se adentra en el desierto; a veces la carretera se abre paso como puede entre la arena, y el sol del atardecer que lo tengo enfrente mía va pintando
                                  Lüderitz
las dunas de diferentes colores. Continuamente carteles a ambos lados de la carretera me anuncian que no debo salir de ella  ni pararme. En los alrededores hay minas de diamantes, y no sé si temen que si me bajo de Ibiletxe me encuentre algunos al borde de la carretera!.

 

Cerca ya de Lüderitz aparece a mi derecha un pueblo fantasma utilizado por los mineros, pero ya abandonado hace más de 50 años.
Lüderitz
     
Al
anochecer llego a Lüderitz, pequeña ciudad bañada por el mar. Apenas tengo tiempo de buscar un aparcamiento adecuado en una calle tranquila. Al día siguiente veo que he aparcado en el centro antiguo de la ciudad, y me veo paseando por una calle que podría ser
la calle de cualquier pequeño pueblo alemán. Es como una ciudad dormida en el tiempo, que se siente segura en su aislamiento. Fue fundada a finales del siglo XIX por su proximidad a las minas de diamantes, y a pesar de los cajeros automáticos, los nuevos edificios y sus modernos supermercados tiene un algo que pertenece al

 

 

 

pasado, en especial la zona de la bonita bahía con sus
casas señoriales construidas entre los peñascos y las rocas.
Fish River Canyon
     
Es
una de las maravillas de Namibia. Pero a 60 km de ella se me revienta una rueda trasera, y dado que estoy circulando por una pista en no muy buenas condiciones me parece bastante arriesgado seguir sin rueda de repuesto. Con pena doy media vuelta y me dirijo a la frontera de Sudáfrica que está bastante cerca: si tengo suerte podré llegar sin problemas hasta la primera ciudad y comprar un par de cubiertas nuevas.
Frontera de Sudáfrica
     
En
Noordoever está la frontera que la paso sin ningún problema. Muy cerca está la de Sudáfrica, y después de casi un mes de estancia en Namibia, el 26 de mayo  me dirijo hacia ella.

 

Adiós Namibia
     
Ciertamente
lo que me decían que contigo empezaba otra África era cierto. Para empezar carreteras bien asfaltadas ( por las que, todo hay que decirlo, circulan en su gran mayoría coches conducidos por blancos) y pistas en buenas condiciones; Cuando abres el grifo sale agua ( como debe de ser),  hay electricidad las 24 horas del día, y en los bien surtidos supermercados se pueden comprar alimentos a precios asequibles, a diferencia de otros países de África. Supongo que en todo esto tiene que ver que a
         Reparando la avería del amortiguador
diferencia de otros países de África el hombre blanco vino para quedarse y, aunque una minoría que no llega ni al 10%, es el que a conformado este país, con la ayuda de la Sudáfrica del aparheid, que estuvo aquí durante 70 años. Pero me da la impresión de que tus

 

ciudadanos blancos todavía no son conscientes de que, al menos en teoría, ya no gobiernan el país, y que tus ciudadanos negros, la gran mayoría, aún no han dicho la última palabra. Esta situación, y salvando  las distancias, me recuerda a Malaysia, donde la mayoría malaya
                              Ethosa park
controla el gobierno y la minoría china la economía. Pero allá al menos los descendientes de chinos son un 25%. Que te vaya bien pero esa tranquilidad de la que gozas actualmente, ese turismo fundamentalmente para ricos que has  desarrollado podría explotar algún día no lejano, si no intentas solucionar las grandes diferencias sociales existentes.
Música
     
Como
país  de transición entre Angola y África del sur, en él tienen cabida los distintos ritmos de estas zonas. En el norte movidas músicas que en el centro y el

 

 

 

sur dan paso a la música "a capella" tan típica de Sudáfrica. De todas formas se escucha mucha música  de tipo occidental, especialmente de USA., y también africander, traída por los Sudafricanos
                  Damaras con su traje típico
blancos. 

 

Las músicas de la crónica  son: una canción típica Oxibamba, y reage   creo que cantado también en Oxibamba. El reage es muy popular en toda Africa

                      Chabolas en Namibia
 

 
                                Swakopmund
 

 


    DATOS  PRÁCTICOS SOBRE.  Namibia

Esta sección será una actualización de datos prácticos que se pueden encontrar, y muy completos, en la web Ruta de los Imperios:
 
www.ruta-imperios.com 

Visado                                : No se necesita. Pero hay que pagar Road Tax: unos 13 E.
Paso de Frontera               : Sin ningún problema.
Tasa de Salida                   : No hay.
Automóvil                           : No hace falta CDP. Tampoco piden el seguro pero...
Combustible/Gasolineras  : 1 l.= 9.3 N:$. (0,9 E:). Muchas gasolineras, cre que demasiadas pero variedad de precios.
Moneda                              : 1 E.= 10,5 Namibian $. (Se puede viajar con moneda Sudafricana). Cambiar en cajeros. Los hay por todas partes.
Carreteras                          : En muy buenas condiciones. Por el interior hay muchas pistas de tierra también en buenas condiciones.
Otros                                   : En Namibia empieza otra África que salvando las distancias recuerda a Europa. muy bien preparada para el turista. Muchos campings baratos (también hoteles caros). País muy seguro: con cuidado se puede aparcar para dormir en cualquier lugar, especialmente en gasolineras. Internet en las grandes ciudades: rápida y barata. Pero en interior y pueblos, o no hay o es muy lenta y muy cara (hasta 5 veces más cara!). Se puede comprar comida preparada en los supermercados (los hay en todas partes) muy barata. Policía no incordia para nada. Buena conducción y respetuosa.
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