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Crónica de : Jose E. Santacara
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Crónica 63- A5 |
Fecha: 2.008-04-23
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Kilómetros desde Carcastillo: 20.196 |
Transmitida desde : Luanda
(Angola) Mali-
Burkina-Faso (8.050)
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Latitud : 8º
42' S
Longitud: 13º 14' E |
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Desde Luanda, capital de Angola, donde he
encontrado cobijo en la casa de la comunidad del Verbo Divino,
escribo esta crónica. No ha sido nada fácil llegar hasta aquí, pues
las limitaciones de Ibiletxe han salido a relucir en toda su
crudeza. Hasta la frontera del Congo Brazzaville todo fue más o
menos bien, pero a partir de ahí todo cambió. Es época de lluvias y
la pista estaba llena de grandes charcos de agua, y dado que
Ibiletxe no lleva toma elevada de aire al principio me daban
bastante reparo atravesarlos por miedo de que entrase agua al motor,
pero al final tuve que hacer la de todos: tirarme al agua y seguir
para adelante. Cuando llegué a Dolisie y según el mapa, pensé que lo
peor ya había pasado, pero en realidad me quedaban por delante 2
días terribles. La pista embarrada de tal manera en algunas zonas
que ni siquiera los todo terreno podían pasar, y había que ir por
caminos alternativos también en muy malas condiciones. Y después
durante 40 km la maldita arena húmedecida que en ocasiones era una
auténtica trampa. Varias veces me tuvieron que sacar del apuro (la
mayoría de las veces pagando), y otras tuve que estar tirando de
pala para sacar el barro y la arena de debajo. Más de uno me decía
que no lo conseguiría, que Ibiletxe no es un todo terreno, que es
demasiado baja, y hubo un momento cuando veía delante mía la pista
convertida en un auténtico lodazal, que pensé dar marcha atrás e
intentar llevarla subida en un camión, pero en este viaje hay
que mirar siempre adelante. Las cadenas para la nieve hicieron
posible que Ibiletxe superase el barro, la arena
y llegase a |
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Kankale; después hasta
Brazzaville por una carretera recién hecha. Cuando la noche
del 5 me encontraba sentado en la terraza de un bar de Brazzaville
tomando una cerveza ni me lo podía creer!. Para colmo me pararon en
la carretera los últimos con los que me hubiese querido encontrar:
los niños de la guerra. Y con ellos pocas bromas, pues son de
gatillo fácil; después de regatear un poco la cantidad que me pedían
les pagué... y gracias. Ibiletxe, a pesar de ser zarandeada
como un muñeco por un tractor para sacarla de un gran bache, de
pasar por charcos con el agua hasta la mitad del motor, de golpear
con piedras bajo el agua que no se veían pues debía pasar rápido
para no quedarme atascado, ha salido bastante bien parada, aunque
el protector de cárter que le hice en Argentina está bastante
abollado y precisa el cambio de algunas piezas. Curiosamente y contrario a lo
que pensaba, la policía del Congo-Kinshasa, no tanto la del Congo-Brazzaville,
ha sido una de las mejores, sin apenas incordiar, ni pedir dinero,
ni siquiera los papeles de Ibiletxe. Claro que por el norte
del país donde se vive en algunas zonas una situación de quasi
guerra, no creo sea la misma. El Congo-Brazzaville y Angola han
salido hace muy poco de bastantes años de guerra civil
(especialmente Angola), y hay mucha hambre de paz. Aunque con
los gobernantes que tienen que se aferran al poder como un imán
cualquier cosa podría pasar en el futuro. Ya tengo más cerca Namibia
donde al parecer empieza "otra África", aunque Zimbawe está
atravesando por una situación política delicada: veremos. |
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Mali: la nada y la abundancia
El árido y duro desierto del Sahara, y la
abundancia de las tierras regadas por el Niger. Los dos extremos se dan
la mano en este país como tantos otros en África hecho con tiralíneas
por los colonizadores Europeos. En su interior guarda celosamente
grandes tesoros como Tombuctu, el país Dogón o la mezquita de Djenne, y
a conocer a sus

Mercado en Bamako
gentes y verlos he venido. El nombre de Mali se asocia
sobre todo con el imperio de Mali, muchísimo más extenso que el Mali
actual, y que en su época de mayor esplendor llegaba hasta el mar y la
actual Ghana. Entre los Mandingas todavía se recuerdan y cantan las
azañas del gran Kanku
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Musa y sobre todo de Sundiata. A su muerte se
convirtió en hipopótamo, y todavía después de 750 años sigue cuidando
que el río Niger continúe trayendo la prosperidad a estas tierras:
esto lo que dice la historia del África, que al menos oficialmente, ya no existe.
A Bámako
Los pasos fronterizos de Guinea y Mali los hago
sin ningún problema. La frontera casi ni existe y son dos pequeños
puestos en medio de la carretera. A 100 km. está la capital Bámako, a
donde llego casi de noche por una carretera al principio en buenas
condiciones, pero los últimos 25 km son un desastre. El tráfico
a la entrada de la ciudad se hace bastante denso y peligroso, sobre todo
por las innumerables camionetas de transporte público que como de
costumbre conducen a su aire y sin miramientos. Paro para llamar a los
Salesianos pues según referencias tienen un colegio con un gran patio:
.- Si puedes aparcar en el patio del colegio sin ningún problema-. me dicen.
Me cuesta un buen rato llegar, y ya Tim me está esperando para
darme la bienvenida. Me indica dónde aparcar, al lado tengo la ducha y
los baños, y me voy a dar una vuelta por los alrededores. Las calles son
de tierra, pero veo que estoy en una zona elegante de la ciudad: en uno
de los restaurantes cercanos tienen una puerta Dogón ricamente adornada,
y mi imaginación ayudada por la oscuridad de la noche vuela hasta allá. |
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Año Nuevo en Bamako
Al levantarme al día siguiente, último del año,
veo que tengo una rueda pinchada:
.- Bueno dentro de lo que cabe no ha sido en la carretera- me consuelo.
.- Tenemos un sistema para llamar por tfno por Internet que es muy
barato: puedes hacer a fijos las llamadas que quieras- me comenta Tim.
Sin pensármelo 2 veces acepto la invitación, y me pongo a

Bamako
llamar a las
personas más allegadas para felicitarles el nuevo año. Por la tarde me
voy al centro de la ciudad haber si tengo la suerte de encontrar algún
espectáculo musical de fín |
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de año. El centro tiene alguna amplia
avenida, pero después es la nada. Para ir de un barrio a otro se
pasa por calles llenas de agujeros, sin la

Bamako
más mínima infraestructura.
En la plaza principal va a haber un espectáculo y me quedo 3 horas
esperando a que comience. La policía se emplea a fondo para contener las
avalanchas de la gente que continúa llegando y a las 23,45 comienza el
espectáculo. Me quedo sorprendido, pues a pesar de que todo el mundo
habla entre sí en Bambara las presentaciones se hace en francés y no
dicen ni una sola palabra en el idioma local. De todas formas no hay
nada que me interese, y al cabo de un rato me marcho. La vuelta al
colegio |
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Recorrido por Mali y Burkina -Faso
es toda una odisea: me meto por calles que no tienen salida, e
incluso algunas están cortadas por auténticos barrancos: menos mal que a
pesar del día que es la gente está tranquila. Para colmo la policía me
para (llevo una bombilla fundida pero eso aquí es de lo más normal), y
son más de 20 m. de discusión hasta que consigo marcharme sin pagar
nada. |
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Para cuando llego son las 4 de la mañana, y enseguida a dormir: adiós
2.007 bienvenido 2.008.
Hacia Tombuctu
El primer día del nuevo año me
levanto bastante tarde, como dentro de Ibiletxe, me despido y parto
hacia esta mítica ciudad. Paro en una de las calles de Bámako pues están
celebrando un pequeño festival para festejar el nuevo año: a los sones
del halam, flauta y tambores las mujeres ricamente ataviadas bailan

en
círculo con movimientos pausados y ceremoniosos: bonito espectáculo para
iniciar el año.
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Mopti
Otra vez voy hacia el noreste por el
Sahel que preludia el desierto. Sin embargo el río Niger se encarga de
regar y fertilizar estas tierras, viéndose cerca de el cuidados huertos
y sobre todo cultivos de algodón. En un recodo del río aparece Mopti con
su bullicioso puerto que le da la vida. Bonito espectáculo contemplar
los singulares barcos que

utilizan el río para transportar todo tipo de
mercancías. Dejo Ibiletxe aparcada en el patio de la iglesia, y voy a
coger billete para ir a Tombuctu en un todo terreno, pues me consta que
la pista no es apta para Ibiletxe. . En África los transportes no tienen
hora de salida: lo hacen cuando se llenan, y dado que no hay suficientes
viajeros debo esperar |
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hasta el día siguiente. (A Tombuctu también se
puede ir en barco, pero en ese caso son 3 días de navegación).
Tombuctu
Los primeros 100 km son por una buena
carretera, pero a partir de Douentza todo cambia. Son 200 km por una
pista polvorienta y llena de baches, donde todos los huesos del
cuerpo van literalmente bailando. Desde muchos km atrás el Niger
ha ido extendiendo sus tentáculos de agua a su alrededor formando un
auténtico e inmenso delta.. A 25 km de
la ciudad hay que atravesar el Niger en Korioume: ya voy pensando en la
cama del hotel pero para

Preparados para atravesar el Niger
mi sorpresa me dicen que es tarde y no habrá barcaza hasta |
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mañana. Por la noche refresca mucho y no he traído el
saco de dormir! A la luz de la linterna pues no hay electricidad, me
acurruco como todos los demás del todo terreno en el suelo de la tienda,
y me dejan una mugrienta manta para taparme. Con el ruido del agua a
escasos metros de la tienda me duermo pensando en Tombuctu. Antes de que salga
el sol ya estamos levantados, tomamos un café y con la primera barcaza
cruzamos a la otra orilla. Esta es un

Tombuctu desde la azotea del hotel
amasijo de suciedad, basura,
pequeñas casas hechas con barro y plásticos, entre las que rebuscan las
cabras y juguetean los muchos críos que se ven. La camioneta circula
entre las aguas del original delta, y no parece que estemos a |
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las puertas del desierto. A los 20 km avistamos la ciudad,
llegamos a la plaza y nos despedimos hasta dentro de 2 días en que
volveremos a Mopti.
La ciudad mítica
Estoy en la ciudad que tantas veces soñé con
visitar .alguna vez. Ya no es ni sombra de lo que fue, estaba sobre
aviso, pero no importa: es todo un hito en la historia de

África y de la
humanidad. En su época de esplendor, allá por el siglo X hasta el XVII,
muchos estudiosos de Oriente Medio, del Al-Andalus musulmán y de África
acudían a ella atraídos por la fama de sus universidades y bibliotecas
que todavía hoy se pueden admirar. Tan segura de sí misma se sentía
Tombuctu que no se construyó en Korioume, donde ahora está su puerto,
sino que se adentro en pleno desierto de donde provenía
su riqueza: Por el transitaban
las |
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caravanas cargadas de productos que unían el África
negra con el norte mediterráneo blanco, y tal vez por eso se dice que Tombuctu tiene la piel negra pero el alma de beduino.

Danza Tuareg en Tombuctu
Sin embargo los
días de gloria pasaron, y ahora a duras penas consigue defenderse de la
traicionera arena que intenta sepultarla para siempre: desde la azotea
del hotel se ve una gran nube de polvo que envuelve a la ciudad hasta
donde la vista alcanza. No obstante mezquitas como Sankore y Jingaray,
el gran castillo o sus bibliotecas nos recuerdan que una vez rivalizó
con las mejores ciudades del mundo.
Al país Dogón
Después de un agitado viaje de vuelta,
vamos 14 en el |
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todo terreno y a mí me toca viajar en uno de los
asientos laterales de la parte trasera, nos juntamos de nuevo Ibiletxe y yo y
partimos hacia Bandiagara, punto de partida para visitar el país Dogón.
En los 150 km de la foz de
Bandiagara encontró cobijo el pueblo Dogón, que llegó aquí hacia 1500,
construyendo sus poblados al abrigo de ella. Al descender a Banani y ver
sus casas con sus puertas primorosamente talladas escalando la pared del
cortado, no puedo menos que

acordarme del valle de Hilara en la Capadocia Turca donde las casas de
sus antiguos moradores estaban literalmente colgadas de la roca. Aquí
las casas alternan con los graneros, y en medio hay un lugar especial
donde sólo pueden entrar los mayores de 60 años que se encargan de
resolver los conflictos del pueblo. No hay ni electricidad ni agua
corriente, y el dinero que se cobra a los turistas por |
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visitar los poblados les ayuda a seguir viviendo en
este duro lugar. El poblado que más me impresiona es el de Teli: en lo más alto del acantilado están las diminutas casas de los que
se supone eran los anteriores moradores a la llegada del pueblo Dogón,
los Tellem. Si no fuera por los caza-turistas a los que es difícil
quitártelos de encima, es una zona encantadora para sumergirse en su
mundo y quedarse unos días, tal vez semanas.
A Djenne
Antes de partir para Burkina Faso camino de
Costa de Marfil, aún me queda por visitar otra de las maravillas de Mali:
la ciudad de Djenne y su famosa mezquita. Tomo

rumbo sur, me desvío de
la carretera general, atravieso uno de los afluentes del Niger en una
barcaza, y entro en esta |
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ciudad que llegó a rivalizar con Tombuctu en
grandeza. En medio de la gran plaza se me aparece la mezquita, el
mayor edificio del mundo construido en barro; es mediodía y sus 3

Mezquita en el país Dogón
torres
y sus miles de traviesas de madera que salen de sus muros lucen
magníficamente al sol. La actual data de principios del siglo XX. Doy
una vuelta por la ciudad que se ve pasó por tiempos mejores aunque aún
conserva bellos edificios señoriales escondidos entre sus tortuosas y
sucias calles, y me dispongo a marchar.
Nueva avería
Paro al lado del río para hacer unas fotos,
y al arrancar no me doy cuenta que delante tengo un pequeño canalillo
para el agua. El bache es pequeño; cuando quiera los he |
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pasado mayores, pero en este caso es suficiente para
que algo se rompa en el motor. Oigo un ruido en el lado de la correa de
la transmisión, el motor se para y ya no arranca más. Me da que la
avería puede ser importante, y enseguida me dicen quién es el mecánico
del lugar. Empujamos a Ibiletxe hasta el
aparcamiento de un hotel:
.- He tenido una avería y probablemente deba estar unos días aquí
para intentar arreglarla-.
.- Está bien, aparca allá al fondo- me contesta.
Es ya de noche y nada se puede hacer hasta mañana, pero la avería me
preocupa pues parece cosa de la distribución (aunque cambié las correas
hace solamente 20.000 km.),

Niños comiendo en Djenne
pero sea lo que sea la correa no parece se haya roto pues |
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el motor gira bien: espero que no tenga que dar por
concluido el viaje hoy 10 de Enero!. Al día siguiente

Djenne
desmontamos la
distribución y lo que ha producido la avería es un trozo del tensor de
la correa que se ha roto. A su vez los pedazos rotos han dañado la
correa que no se ha partido por poco, pero si se ha salido de punto. De
momento el motor se ha salvado pero ahora el problema es encontrar una
correa, pues tensor casualmente llevo el viejo.
.- Seguro que en Bamako tendrán una correa similar- me
intenta dar ánimos el mecánico. Voy a llamar y luego te comento-.
No se puede hacer nada más sino esperar.
.- Tienen una correa similar en Bamako, así que probablemente
llegue mañana en el trasporte- me dice el |
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mecánico al poco rato.
Bueno si todo va bien enseguida me podré poner en camino- me intento dar
ánimos aunque no lo tengo muy

Niña llevando a
su hermano más pequeño
claro.
La correa no llega el sábado y tendré que esperar hasta el
lunes. Mientras, tengo tiempo para entablar amistad con el |
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personal del hotel Ali Baba.
.-Te puedo dar un buen dinero por la camioneta- me dice el dueño Babá
previendo que no la pueda arreglar, y es que estas camionetas son muy
cotizadas como transporte.
.-Lo siento pero volverá a andar- le contesto más con el
corazón que con la cabeza.
Al lado Bubakar teje manteles para los turistas en un telar

artesanal:
.-Tienes hijos? le pregunto en una ocasión.
.- He tenido 3 pero se fueron muriendo en el primer año de
vida sin que sepamos la razón- me contesta con tristeza.
La mortalidad infantil es muy alta en casi toda África:, hasta más del
200 por 1.000, que se compensa con una natalidad muy alta también. La
mujer Africana viene a tener una media de 6 a 8 hijos, difíciles luego
de mantener, pero los hijos se |
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consideran una bendición (a veces no se sabe de
quién).
Por las mañanas suelo hacer te para todos, y Bubakar me dice:
.- Eres buena persona: hoy te invito a comer en mi casa-.

Niños en el país Dogón recibiéndome con música
Como suele ser normal en su casa no hay prácticamente nada. Me presenta
a su familia, nos sentamos en el suelo y comemos con la mano el arroz
con una salsa: no llega para más.
El domingo por la tarde empiezan a llegar muchos turistas
pues mañana lunes es el gran día del mercado semanal. Intentan hacerles
fotos a Bubakar y los demás compañeros que juegan a las cartas pero
estos se niegan con rotundidad: me sonrío pues yo les he hecho todas las fotos que he |
|
querido, y es que no les gusta que les traten como
objetos turísticos. El lunes a primera hora llega el mecánico con la
correa: es para un Toyota, pero el número de dientes es el mismo, y
aunque un poco más estrecha de momento valdrá.. La montamos, y después
de varias tentativas (previamente damos a mano las dos vueltas al
cigüeñal para ver que los pistones no chocan con las válvulas) Ibiletxe
arranca. La bomba no está bien calada pero el motor

La gran mezquita en día de mercado
redondea bastante bien: la aventura del viaje continúa! Voy a la plaza y
el espectáculo es digno de ver: está llena a rebosar de vendedores con
las más variadas mercancías, mientras los compradores van de puesto en
puesto intentando encontrar los mejores precios. La gran mezquita |
|
perece proteger y controlar que todo este gran
espectáculo multicolor se desarrolle con normalidad.
Hacia Burkina Faso
El 15 de Enero dejo Djenne camino de Burkina
Faso. Al final me voy satisfecho, pues en un momento dado pensé

Camino de Burkina con 2
jóvenes Malienses
que el
viaje se había terminado. En un viaje de estos creo es la única
filosofía posible: intentar ver la botella siempre medio llena (aunque
esté casi vacía).
En San me desvío a Faramana, al límite con Burkina. Los trámites en
ambas fronteras son rápidos: en la de Burkina me saco la visa para este
país, y enseguida me veo circulando hacia Bobo-Dioulas. He abandonado la
cuenca del Niger, y el paisaje es más seco y con menos vegetación. |
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Ya de noche llego a Bobo-Dioulas, aparco sin problemas y voy a llamar a
Korhogo (Costa de Marfil) para decirles que

Puerta de una casa Dogón
mañana mismo llegaré. Doy un paseo largo por la gran avenida, que aunque
sin luz como de costumbre, está muy |
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animada. Bobo es una ciudad de casas bajas y calles muy anchas
por las que debo circular con cuidado pues a veces son auténticos
terraplenes. En un restaurante popular realizo la comida más barata de
todo el viaje: 20 céntimos de Euro por un plato de arroz con algo de
carne: no está mal! Incluso me devuelven dinero pues les he dado de más.
Es la 
Teli y las casas de los Tellem
segunda vez que me ocurre lo mismo en Burkina. tal vez sea cierto
que es un país muy acogedor aunque no voy a tener tiempo de constatarlo.
Hacia Costa de Marfil
Al mediodía llego a la frontera con Costa de
Marfil: es un país que justo acaba de salir de una guerra civil, y yo
voy a estar unos días en el norte, Komboro, zona controlada |
|
por los rebeldes. La situación
parece está en vías de solucionarse, hay acuerdos de paz, pero quedan
muchos puntos por solucionar. De momento paso sin problemas la frontera
de Burkina y me dirijo a la de Costa de Marfil
pues tengo que visitar a mi paisana Celes que lleva 35 años de misionera
por estas tierras
Adiós Mali
Como viene siendo habitual en mi viaje por África, me

Mujeres con sus mejores galas
voy
contento por la amabilidad de tus gentes, pero bastante arto de la
impertinencia de tus policías: no todos pero si una gran mayoría. No te
ha tocado la suerte de otros países Africanos con grandes recursos
naturales (aunque para lo que les vale la mayoría de las veces) y debes
trabajar duro |
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para subsistir pues el desierto sigue avanzando, así
que entiendo estés enfadada con Occidente porque debido a las
subvenciones, por otra parte ilegales, te cuesta exportar tus

En el país Dogón
productos del campo. Tu industria turística es prometedora: tienes
muchas cosas que ofrecer...pero faltan infraestructuras. Bueno que el
futuro te sea prometedor.
Música
La música de Malii al igual que la de Senegal está
en una |
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constante renovación, buscando nuevas formas de
expresión a partir de sus ritmos tradicionales. Incluso reivindican el
blues como parte de su legado musical. Algunos de sus músicos son muy
conocidos en Occidente, y

Puesta de sol en Mali
sus instrumentos tradicionales como el gurkel (guitarra de una sola
cuerda), el njarka (una especie de violín), el halam (especie de
guitarra alargada de 3-4 cuerdas)), la kora (especie de
arpa), el balafón (silofón de
madera con |
|
calabazas como resonadores) y el djembe, se mezclan
con los típicamente occidentales. Sus instrumentos de percusión son muy
variados, y entre los Tuaregs casi los únicos que se utilizan para sus
músicas y danzas.

Musica de percusión en Djenne
Las 2 canciones están cantadas en
Bambara: una al estilo tradicional con Kora, Balafón y Djembe, y la otra
en estilo moderno. |
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DATOS PRÁCTICOS SOBRE:
Mali |
Esta sección será una actualización de datos
prácticos que se pueden encontrar, y muy completos, en la web Ruta de los
Imperios:
www.ruta-imperios.com
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Visado
: |
25 E. en la embajada de Nouakchot. En un par de
horas hecho. |
Paso de Frontera
: |
Sin problemas. |
Tasa de Salida : |
No hay |
Automóvil
: |
No hace falta CDP pero se agilizan los trámites.
Seguro el mismo de zona Cefa. La policía suele pedir el seguro. |
Combustible/Gasolineras : |
1 l= 540 Cefa |
Moneda
: |
1 E= 650 Cefa. Muchos cambistas en la calle. |
Carreteras
: |
Las generales bien. Las demás son pistas que pueden
estar más o menos bien. |
Otros
: |
Es un país con cierto turismo y hay que andar con
cuidado con los que se mueven alrededor de ese mundo. Internet
barata pero lenta. Comida en la calle muy barata: en restaurantes no
tanto. La gente es amable. Tomando las debidas precauciones se
puede aparcar para dormir sin problemas. La policía suele incordiar
pidiendo papeles pero sin mayores problemas (pide dinero pero eso ya
habilidad de cada uno). |
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Burkina Faso |
Visado |
15 E. en la misma frontera. También se puede sacar
uno para: Burkina, Cote D'Ivoire, Togo, Benin, Niger y Nigeria por
50 E. (supongo que para un mes). |
Paso de Frontera |
Sin problemas |
Tasa de Salida |
No hay. |
Automóvil |
No hace falta CDP: dan un Laissez-Passer. Seguro el
mismo de zona Cefa. |
Combustible/Gasolineras |
1 l = 585 Cefa. |
Moneda |
1 E.= 650 Cefa. Se puede cambiar en la calle. |
Carreteras |
La de Mali a Cote D'Ívoire esta bien. |
Otros |
He estado menos de 24 horas pero la comida en la
calle muy barata (la más barata), y la cerveza también. La gente al
parecer muy amable y servicial (por 2 veces me devolvieron dinero
dado de más!!) |
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