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Crónica de : Jose E. Santacara
 

Crónica 61 -A3
Fecha: 2.008-03-11
 
Kilómetros desde Carcastillo: 14.591
Transmitida desde :   Uyo (Nigeria)                                                                   Senegal

 

Latitud   :  5º  00' N
Longitud:  7º  51' E

 

 

    En Uyo, en el gran delta Nigeriano del río Niger cerca de Camerún, he encontrado un lugar a propósito para escribir esta crónica en la casa del amigo Pablo, al que hasta hace 2 días sólo conocía a través de Internet. Trabaja y vive aquí en una gran mansión (casa es decir poco), junto con otros expatriados (como a él le gusta decir) de varios países. La crónica está ya terminada y ya nada me queda por hacer en Nigeria. Después de atravesar la encantadora y tranquila costa de Ghana Togo y Benin (además de Abomey que fuera capital del reino de Dahomey), la llegada a Nigeria y a Lagos (su capital) fue todo un shock. Conducción auténticamente caótica donde nadie respeta a nadie (más o menos primos-hermanos de los Indios), carreteras llenas de camiones y coches accidentados (el otro día salió disparada  la rueda y parte del eje de un camión que iba delante mía), y donde las dos direcciones de las autovías valen a su vez para circular en ambas direcciones, y de noche la única posibilidad es intentar seguir la estela del de adelante pues lo único que se ve es un marasmo de luces, y no se sabe quién va y quién viene. Policías, salvo honrosas excepciones, auténticamente mafiosos y a veces hasta violentos en las maneras, que me paran a cada momento (por ahora se han quedado con las ganas de sacarme dinero pero..), y la guinda es esa ciudad llamada  Lagos  (no recomiendo venir a nadie a ella),  que  si  bien

 

tiene edificios y obras de infraestructura impresionantes, también es impresionante la miseria que se adentra hasta el mar en sus barrios de casas construidas sobre las aguas del delta, y que no quiero ni pensar el auténtico caos que reinará aquí durante la época de lluvias. El petróleo está sirviendo para enriquecer a unos pocos, para destruir la naturaleza, mientras la mayoría se queda con la suciedad del llamado oro negro.
    La agresividad se palpa en el ambiente, y por tres veces fui amenazado en los habituales embotellamientos que se forman en Lagos con romperme los cristales si no daba dinero: en dos tuve que hacerlo ( se conforman con lo que les des pero el crimen está a la orden del día y no importa la hora que sea), y la tercera vez salté la mediana de la carretera para escapar.
Fuera de Lagos las cosas son, o al menos parecen, distintas: la gente es amable y dispuesta a ayudarte, pero ya he tenido bastante. Como dicen muchos Iraquíes: maldito petróleo. Vamos a ver que tal por Camerún; el:  "Iñaki ze urrun dago Camerun" (Iñaki qué lejos esta Camerún) de la canción, está cada vez más cerca.. Y también lo está Angola, y con ello el fin de estos a veces horribles  calores...aunque todavía no he pasado el ecuador, y además la época de lluvias en Camerún se está acercando.

 

 

 

Senegal: la pesadilla de la entrada
     
Nada
más llegar la barcaza a la orilla Senegalesa empieza la pesadilla:
.-1000 CFA (la moneda de Senegal), por el aparcamiento- me dicen casi sin tocar tierra firme, y sin abrirme la verja de entrada.
.- No tengo cambios. Luego te doy-.
                             Poblado senegalés
.-
Pues entonces no entras!- me contestan de malas maneras.
Uno de los jóvenes que va conmigo le da el dinero.

 

Aparco y vamos a la policía. No necesito visado, pero por poner el sello me pide dinero.
.-No tengo por qué pagar nada- le digo de mal humor.
Me mira con cara de asombro (el bien sabe que eso es un chantaje) y casi fuera de sí me contesta:
Mira!- mostrándome el cajón. - Todos pagan y aunque vengas de Europa también debes pagar!- y sigue hablando y hablando.
El chaval que está conmigo anda un poco asustado, y me alarga el dinero. Se lo doy al policía pero ahora se hace el digno:
.- No quiero tu dinero. Vete!-.
Ibiletxe tiene ya más de 4 años, por tanto necesito rellenar el CDP; una persona me llama a gritos, supongo para hacer de intermediario. Les doy por la ventanilla el CDP, el seguro para Senegal que lo hice en Mauritania (en una especie de cueva de Ali Babá) y otros 2500 CFA que me dice uno de los jóvenes que me acompañan, que cuesta (otro chantaje claro).
La persona de los gritos se adelanta y coge el CDP ya sellado y mi pasaporte.
.-Dame mis documentos! le digo de malas maneras, pues veo es el típico caradura de las fronteras.
.- Pero me tienes que dar 5000 Cfas (unos 8 E.)-.
Vamos hacia Ibiletxe y mientras, el grupo va aumentando: el caradura, los 2 jóvenes, unos cuantos curiosos y yo. El

 

 

primero ya no se conforma con que le dé 5000 Cfas: también quiere que haga el seguro para todos los países del CFA, y algunos más con un amigo suyo. El precio es muy alto y le digo que no, que lo haré en Dakar. Pasa un funcionario y le comento.
.-Esta persona no me quiere dar mis documentos, a .pesar de estar todo en regla-.
Los mira, me los da y me dice:
.-Tienes razón, pero debieras darle lo que te pide- y se marcha.

                       Festival musical en Dakar
Cambio 20 E. allí mismo ( a un mal cambio claro), les doy a

 

 

 

 

los chavales lo que me han pagado y algo más (me dicen que han pagado mucho más, y esa era la razón de acompañarme), y ya con mis
   Kora: instrumento tradicional de la zona
documentos me meto casi a empujones en

 


                                      Recorrido por Senegal
Ibiletxe. La situación es Kafkiana: uno de los jóvenes intenta acompañarme y lo tengo que echar del interior; para colmo el chaval que ha lavado Ibiletxe me pide dinero (en realidad es el único que se lo ha merecido), y al abrir la ventanilla para darle 1 dólar un montón de manos se cuelan en el interior. Cierro rápidamente, arranco y al alejarme de la frontera me cuesta creer que la pesadilla haya terminado. Desde luego es la peor frontera que me ha tocado

 

pasar nunca: por supuesto que si hubiese ido pagando los chantajes nada de esto habría ocurrido!

A San Luis
    
La
carretera aunque con algún agujero se encuentra en buenas condiciones, y está jalonada de pequeños pueblos con  las casas redondas de barro y sus techos de paja. Paro en uno de ellos para comprar un refresco, los críos me saludan muy sonrientes, pero mi cabeza sigue estando
                              San Luis
todavía en la frontera. Se empiezan a ver huertos

 

 

 

caseros, aunque la arena y la no demasiada  vegetación delatan que el desierto todavía no está muy lejano. Hay bastantes controles policiales, y en todos me paran: que si llevo extintor, triángulos etc. Uno de ellos me quiere multar por llevar una bombilla fundida, pero me orillo y me pongo a cambiarla. Mientras muchos coches siguen pasando  sin luces: se lo hago ver al policía pero solo le importa el mío por si puede sacar un dinero. Al anochecer llego a San Luis, una ciudad totalmente colonial francesa. El río la separa en
varios zonas con sus bloques de calles paralelas y sus casas porticadas. De alguna manera me recuerda a New Orleans.

 

Aparco para dormir en una calle cerca de la policía y por fin puedo descansar: verdaderamente un día difícil de olvidar!
Dakar
       Hago las últimas fotos en San Luis y parto para Dakar. Un árbol que no veía desde Australia vuelve a aparecer: el Obaobab. Cada uno con su personalidad propia: no hay 2
iguales, a veces se intercalan entre otras clases de árboles, y otras veces forman auténticos bosques formando un paisaje muy peculiar. Las pequeñas mezquitas a ambos lados de la carretera indican que estoy en zona musulmana, y para el mediodía ya estoy en los arrabales de Dakar. La entrada es

 

bastante complicada pues hay muchas obras y apenas hay señales. Consigo llegar al centro y voy directamente a hacer
el seguro que me servirá para gran parte del África Occidental. La parte central de la ciudad me resulta agradable, pero sigo en África y excepto algunas zonas, se sigue conviviendo con la suciedad y la basura. Voy hasta la embajada de Guinea Conakry y decido quedarme a dormir cerca, pero por dos veces me despiertan y me hacen marchar. No es nada conveniente estar a las 3 de la madrugada en Dakar buscando un sitio  para dormir, pero al fin encuentro un lugar apropiado.

 

 

 

Al día siguiente, 14 de Diciembre, le llamo  a Aliou, un
Guineano afincado en Dakar, quedamos en la misma embajada y me ayuda a tramitar la visa que estará lista para

 

el lunes. Después vamos al mercado en el centro de la ciudad, donde Aliou tiene un pequeño taller de costura. Nuevamente el Africa variopinta, donde se vende y se
compra de todo, y donde si ya resulta difícil circular andando, con Ibiletxe es toda una odisea. Consigo aparcar cerca del taller y voy con  Aliou a  cambiar dinero. En un espacio minúsculo 8 personas están cosiendo a máquina sus
nuevos trajes que estrenarán para la fiesta del cordero.
.- Por qué no te quedas hasta el día de Tabaski (fiesta del cordero)?- me dice Aliou.- Es el viernes 21 y seguro que te iba a gustar-.

 

.- Ya me gustaría pero ando ando con retraso- le contesto con pena.
Aliou es un buen amigo de mi amigo viajero Carlos de Lerín, y aunque Guineano hace años que vive en Dakar. Es una persona tranquila que disfruta de la vida, tiene 3 mujeres (es musulmán), y 10 hijos.
Gore: la isla maldita
   
Me
despido de Aliou hasta mañana, y voy a visitar la
cercana isla de Gore, último lugar de África donde se hacinaban los esclavos que eran llevados a América. Millones de ellos fueron transportados en condiciones

 

 

 

inhumanas, y para la mitad el viaje terminaba en las profundidades del Atlántico. En la zona del puerto tomo el
         Desde esta casa embarcaban a los esclavos
ferry que me traslada hasta la isla, y mientras me voy acercando y empiezo a ver los barracones me pregunto cómo el "civilizado" hombre europeo fue capaz de semejante barbaridad: difícil respuesta.
A la vuelta voy a la cercana plaza de la Independencia, centro neurálgico de Dakar, y me parece un buen lugar para aparcar y dormir. Paseo por el boulevar Pompidou, y los lujosos bares, restaurantes y tiendas como de costumbre se dan la mano con la miseria de la ciudad.

 

Unos días más en Dakar: robo del minidisc
    En
el teatro Sorano me dicen que el viernes 21, fiesta del cordero, hay un festival de música y danza tradicional, y aunque hoy es lunes 17 decido quedarme. Para aprovechar el tiempo voy a la embajada de Cote D'Ivoire a sacarme la visa, y por la tarde a visitar los alrededores de Dakar. Cojo a un policía que está haciendo dedo, y empieza a mirar los aparatos que llevo delante, entre ellos el minidisc. Lo llevo unos 25 km, se baja, y al poco rato me doy cuenta que el minidisc no está!. Tarde o temprano tenía que ocurrir pues en los inicios de los viajes voy demasiado confiado, y además la policía Senegalesa es de las más corruptas que hay.
A la vuelta encuentro un buen lugar para aparcar cerca de la gran Mezquita, y cuando le llamo a Aliou para quedar con él me dice que casualmente vive muy cerca.
Sin embargo una de las noches mientras duermo me quitan las dos carcasas de plástico de los intermitentes: esta vez no creo sea casualidad que cerca vendan este tipo de repuestos. Después de regatear consigo dos nuevos por 50 Euros (probablemente  de los mismos que me los han quitado), y es que ha sido un fallo mío estar aparcado varios días en el mismo lugar. Voy con Aliou a una gasolinera cercana, y previo pago aparco allá por los dos días que me quedan.

 

Tabaski
  
  Al
levantarme el viernes 21 veo a las familias que se dirigen a la gran mezquita: van alegres y sonrientes con sus
nuevos trajes. Así iban también mis queridos Talibanes en Dir, Pakistán, mientras celebraban la  misma fiesta allá por finales del 2.003, durante mi forzosa estancia con ellos por la rotura de Ibiletxe
.-Eres musulmán?- me pregunta un soldado cuando quiero entrar en la gran explanada.
.- No, sólo quiero sacar algunas fotos-.
Me deja pasar, y me recreo viéndolos prepararse para la oración del gran día.

 

 

 

La llamada del Almuecin pilla a mucha gente en el camino, y en la misma gasolinera se paran y se monta una mezquita improvisada. La oración apenas dura 20 minutos, y a
continuación voy a casa de Aliou.  Está en  un patio alrededor del cual viven hacinadas varias familias, entre ellas la suya: todo está lleno de críos. Los 6 corderos, uno por familia, están ya preparados para ser matados, en recuerdo del sacrificio de Abrahám. Pero también es un gran sacrificio para las familias humildes (la mayoría), el comprar uno: el más barato cuesta unos 30 Euros, y esto es mucho dinero en Senegal.
El degüello de los animales es rápido: la sangre no se

 

aprovecha por considerarla impura, se descuartizan y cada
familia empieza a cocinar el suyo. Hay una jerarquía para comer y a mí me dan los mejores trozos. Nada se desperdicia ni se tira, pues la carne raras veces se come. Después de la comida extienden unas alfombras en el patio, y comienzan a llegar los parientes de Aliou. Se sientan en el suelo, y el encuentro está lleno de simbolismo y rituales que no acabo de entender, pues entre ellos hablan en Wolof; mientras mastican trozos de Goro, una especie de almendra grande.
Teatro Sorano
    
Al
atardecer voy al teatro, y debo negociar con ellos

 

para grabar algunos minutos. Poco a poco se va llenando con vistosos y coloridos trajes, y las mujeres exhiben con orgullo sus complicados de hacer y famosos gorros. La vista del escenario es magnífica: a la izquierda la Kora, especie de arpa que se toca de una forma muy peculiar, y el Halam, especie de laud de forma alargada, en la parte superior derecha la flit (flauta),  y al fondo diversos tipos de tambores. Rodeándoles un coro de mujeres con sus ricos vestidos y gorros;  van saliendo por turnos al centro del
escenario, y sus cantos son pausados, fuertes y con voces agudas, mientras se contornean graciosamente. Los espectadores se van acercando al escenario bailando, para

 

 

 

dar dinero a las respectivas cantantes. De vez en cuando salen a escena bailarines, y ahora si que sus movimientos son frenéticos, moviendo y agitando todo el cuerpo, especialmente los brazos y las piernas.

                               Costa en Dakar
Al cabo de un rato me vienen a decir que no filme más, pero la espera de unos días en Dakar a merecido la pena.
A Guinea Conakry
   
El
sábado 22 salgo para Guinea Conakry, y me acompaña Aliou (es Guineano) que a última hora a decidido ir a ver a su familia. Paramos en Tambacounda para tomar combustible y cenar,  Aliou recibe una llamada, se agacha y empieza a llorar:

 

.- Que te pasa Aliou?- le digo sorprendido.
.- Mi madre ha muerto- me contesta entre sollozos.
Sin saber casi qué decir le pregunto:
.- Cuantos años tenía?-.
.- 95, pero se encontraba bien de salud-.
Hasta Tambacounda la carretera estaba más o menos en buenas condiciones, pero a partir de aquí es una pista sin asfaltar y en muy malas condiciones. Después de haber estado 12 horas conduciendo llegamos a la frontera
          Dakar: despedida de la familia de Aliou
Guineana, Aliou duerme en la casa de los aduaneros, y yo me tumbo bastante cansado en la parte de atrás de mi fiel Ibiletxe, que creo estará enfadada por haberla traído por

 

semejantes caminos.
Adiós Senegal
   
Se suele decir de tí que estás en un buen momento y que el provenir te sonríe, pero por lo que he visto esto sería sólo
    Comiendo en Ibiletxe con Mamadu, hijo de Aliou
aplicable a una parte pequeña de tu población: el resto, la mayoría, va tirando como puede y vive malviviendo. No es casualidad que un porcentaje alto tenga puestos los ojos en Europa, y para ir se arriesguen hasta el extremo de poner en peligro sus vidas.
Por lo demás tienes el bonito record de ser uno de los pocos países Africanos que no ha tenido ningún golpe de estado desde tu  independencia en 1.960,  pero por favor

 

 

 

pon un poco de orden en tu policía porque de verdad son bastante impresentables. Que te vaya bien.
Música
   
Senegal,
al igual que los países de alrededor, es la tierra de uno de los instrumentos míticos de África: la Kora.  Es el instrumento con el que los Griots (músicos populares) interpretan sus canciones, y a diferencia de los intérpretes
       Aliou y 3 hijos rezando en la gran mezquita
del Arco de boca (en Casamance, sur de Senegal) en el que

 

cualquiera puede tocarlo, en el caso de los Griots de la Kora esta se transmite de padres a hijos. Puede ser tocada  sola o acompañada del Halam (especie de laud alargado) o
                              Miseria en Dakar
la flit (flauta). La percusión (como en todos los países de África) es muy importante, y hay una gran variedad de tambores, tanto reales (es decir con membrana), como  troncos ahuecados. Precisamente un tipo de Griots utilizan un pequeño tambor muy curioso llamado Tama, en el que al

 

variar con el brazo la tensión de las cuerdas que tensan la membrana consigue producir diferentes tonos musicales. En Senegal  hay un gran movimiento   musical fusionando
        Reunión familiar en la fiesta del Tabaski
músicas propias con otras no Africanas, y mezclando los instrumentos autóctonos con los Occidentales

Las músicas son: un Griot cantando con la Kora, y la nueva música senegalesa.

 

    DATOS  PRÁCTICOS SOBRE : Senegal    

Esta sección será una actualización de datos prácticos que se pueden encontrar, y muy completos, en la web Ruta de los Imperios:
 
www.ruta-imperios.com 

Visado                                : No se necesita.
Paso de Frontera               : Por Mauritania complicado y pidiendo dinero por todo; 2000 Cfa por aparcar, 2000 la policía, 2500 por el CDP.  Para entrar en Guinea sin problemas.
Tasa de Salida                   : No hay
Automóvil                           : Si tiene más de 4 años hace falta el CDP. Hay que hacer seguro. Primero al entrar para Senegal (16 E.), y después se saca en Dakar para los países de la zona (1 mes 16 E.).
Combustible/Gasolineras  : 1 l.= 630 CFA (90 cm de E.). Bien de Gasolineras. Cuidar que el marcador esté a cero al echar.
Moneda                              : Franco CFA. 1 E.= 650 CFAs.
Carreteras                          : Las generales más o menos bien, pero de Tambacounda a Guinea mal. Al parecer la que va a Mali está ya arreglada. Secundarias mal.
Otros                                   : Dinero cambiar en la calle sin problemas. Preguntar antes cambio. La policía continuamente parando para intentar sacar dinero, así que hay que procurar llevar el extintor, triángulos, bien las luces etc. Si se les planta cara se puede salir adelante sin pagar. Enseñarles fotocopias de los documentos, si no intentarán hacer chantaje para devolverlos. Tomando precauciones se puede aparcar casi en cualquier lugar.  Internet lenta pero barata. El francés lo saben prácticamente todos.
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