Crónicas   en   directo    

Crónica de : Jose E. Santacara

                          Crónica:  6                 

                                  

 Fecha: 2003-X-12                           Kilometros desde Carcastillo: 26.818

                                                   

                              Transmitida desde:  Thatta  (Pakistan)          Turmenistán  I                            Latitud:   24º 51' N
                                                                             
                                                                                        Longitud:   67º 59' E
                                                                                                                                                                                              

                                                         Telefono arreglado. El número es el mismo: 00873763706765


Turmenistán:  la llave
   
  Corría el año de 1298 cuando Marco Polo que estaba al mando de una galera Veneciana fue hecho prisionero por los Genoveses en una batalla que enfrentaba ambas Repúblicas. Durante su cautiverio dictó a otro prisionero el famoso "Libro de las maravillas del mundo", donde relata sus andanzas de 1271 hasta 1295 que le llevaron a través de la ruta de la seda hasta China donde estuvo al servicio del emperador Chino-Mongol Kublai-Kan. Dicho libro con sus intensos relatos maravilló a Europa, pues eran muy pocas las referencias que se tenían de las culturas de Oriente y por mucho tiempo fue la única referencia válida sobre ese mundo.
En el pasado
 
la mayoría de los caminos de la ruta de la seda debían
de cruzar por Turmenistán en su trayecto desde China hasta el Mediterráneo. Dicha ruta de más de 6.000 kmtros. que unía comercialmente a China con Roma, empezó a utilizarse en el siglo I a.c. para casi desaparecer hacia el siglo V, y resurgir  durante el siglo XIII, que es cuando la  atravesó Marco Polo.
 En el presente
 la ruta de la seda ya no existe, pero Turmenistán se ha inventado la ruta del dólar; es el camino para ir hacia Asia Central,  también controla el principal puerto del Mar Caspio que comunica con Baku en Azerbayan: ellos lo saben bien y atravesar el país es una auténtica sangría de dólares, como por otra parte ya me habían advertido. 

La frontera
Siento una gran excitación cuando el policía Turmeno me pide el pasaporte; ve que está todo en regla y continuo hasta la frontera real que está a un par de kmtros. Las instalaciones son bastante deplorables, y allí nadie ha cambiado ni pintado nada en muchos años: las mesas  medio se caen, los cristales no existen y las estructuras metálicas están llenas de óxido. Debo esperar mi turno un rato pues todo se hace a mano y tardan lo suyo; cuando por fin me llega es como si pensasen que soy el Olentzero con los regalos de Navidad; no paran de pedir $: 10 simplemente por entrar, 3 por desinfección del vehículo ( para lo que tienen una sulfatadora pero que no la utilizan y supongo Ibiletxe lo agradecerá), 25 por el vehículo, 45 por el seguro de 5 días, 27 por utilización de carreteras, unos 3 cm/km, y 5 por el papeleo. Total 115 $ que unidos a los 51 de la visa dan 166 $!!. Por si fuera poco al hacer la suma se saca de la manga 3 más que al final no le pago. Durante la revisión del coche atraigo la atención sobre los instrumentos musicales y los libros de música y prácticamente no me miran nada más. Bueno ya estoy en Turmenistán aunque con el bolsillo bastante más ligero; un funcionario me dice si puedo llevarle a Asgabat la
capital a unos 30 kmtros, lo cual me parece muy bien pues pienso me puede allanar el
Músico en un friso de  Asgabat
 camino. En el 1º control se montan otros 2, (parezco la Tafallesa), y después de un control más llegamos a Asgabat. Los hombres van vestidos al estilo occidental, 
 

pero la mayoría de las mujeres van con sus  típicos vestidos largos estampados, de diversos colores, aunque les encanta sobre todo el morado. La verdad es que se agradece esta explosión de colorido después de ver tanta "monja" ( así me parecen a veces las Iraníes)
Asgabat: 
     La entrada me impresiona bastante pues es una gran avenida con edificios muy recientes forrados de mármol, me imagino serán residencias de altos funcionarios, jardines llenos de fuentes, y una serie de monumentos espectaculares. Cada cierta distancia veo policías que más que controlar el tráfico perece están al acecho de haber quién comete una infracción para sacarle dinero, así que los coches van bastante despacio y yo procuro hacer lo mismo. Les enseño a los  pasajeros un monumento  tipo  Torre  Eifel  que  quiero  ver  y  uno  de   ellos   me   dice    que   vive    cerca   de alli .Se trata de una torre preciosa con  tres pilares en la base que se arquean y unen a una altura de 20 m. y que fue construido en un tiempo record de 2 años para conmemorar el 50 aniversario de la destrucción de la ciudad por un terremoto en el año 1948. Subo a ella por un ascensor que trepa por uno de los pilares, y el espectáculo es fantástico. El centro de la ciudad está lleno de edificios suntuosos y algunos bastante originales en los que se aprecia la influencia persa, pues de siempre ha habido bastante relación entre estos países y el actual Irán. Las avenidas son muy amplias,    y  al   fondo  puedo   ver   los   bloques  de


 

 apartamentos de las capas populares. Bueno ya me he situado un poco y ahora me dedico a dar un recorrido rápido por la ciudad con Ibiletxe ya que  enseguida obscurecerá; mañana la veré más tranquilo, pues es la 1ª ciudad Centroasiática que veo y eso me produce una natural excitación.
1º encuentro con la policía
      A
la salida de un stop me para un policía. Me produce el natural desasosiego pero debo hacerle caso  por si acaso:
.- El stop era más atrás de donde lo has hecho.- me explica por señas.
.- Bueno pero lo he hecho.- le contesto como puedo.
Al ver que soy extranjero me pide el pasaporte. Lo empieza a hojear y exclama.- Problem, problem.-
.- Hay que ir a la policía.-
.- De eso ni hablar.- le contesto, pues entonces si que podrán sacarme lo que quieran, pero él tiene mi pasaporte en la mano.
.- Devuélveme el pasaporte.- le digo aunque me doy cuenta que mi situación no es la mejor para exigir.
Se monta en la camioneta y me dice:
.- Vamos a la policía.-
Como no estoy  dispuesto a hacerlo apago el motor, y cambio  el tono: .- Dame el pasaporte
Edificio del parlamento
 por favor-. A partir  de aquí y por unos            

 


                Recorrido por Irán camino de Turmenistán
momentos hay  un diálogo de sordos.  El  que a la policía, y yo que me devuelva el pasaporte. Al final como ve que no estoy dispuesto a moverme me lo entrega y me pide dinero: 5 $. Con él en la mano me siento más seguro y le digo que no; al final se baja del coche y me voy antes de que pueda apuntar la matrícula. Respiro hondo y  voy a buscar un lugar donde dormir pues no quiero más sobresaltos de este tipo. 
 La megalomanía de un Presidente
     Al
día siguiente todavía con el susto en la cabeza me dedico a visitar el centro de la ciudad tan original desde el punto de vista arquitectónico. Es una serie de edificios gubernamentales, bancos, hoteles, jardines, fuentes   espectaculares   que   llaman   la atención no solo por su estética sino por que dan la apariencia de estar de adorno: se ve a muy poca gente,  excepción hecha de la gran cantidad de soldados que se dedican a limpiar los mármoles con cepillo y agua y las mujeres que en gran número también están barriendo continuamente las calles y las aceras, aunque supongo que el calor que hace no invita a pasear y que por la noche habrá más animación. De aquí me voy a ver el monumento a la independencia de Turmenistán, Octubre de 1991,  construido hace muy poco y que está en un gran parque a las afueras de Asgabat. Lo que se ve en este parque es para quedarse mudo, aparte de por su grandiosidad por la

 

estupidez de hacer esta obra faraónica en un país con tantas necesidades: hay unas 30 fuentes monumentales, cada una de las cuales dejaría pequeña la más grande de Pamplona, y al parecer de la época soviética, pero las más impresionantes son una en forma de cono y de unos 30 m. de alta y el monumento a la independencia, de cuya parte superior a unos 40 m., va deslizándose  el agua: estas dos sí que son de la época actual mandadas construir en su honor por el actual Presidente Saparmurat, que ha tenido la feliz ocurrencia de hacerse nombrar Presidente vitalicio por un
                         Monumento a la independencia
 Parlamento hecho a su imagen   y  semejanza.  Por cierto,    entre otros  ha  escrito  un  libro: llamado Ruhnama que está anunciado en todas partes; me da que no vende mucho y necesita hacerse propaganda

Camino de Merv
    Hasta
Merv hay  unos 300 kmtros, así que debo darme prisa. Echo gasoil, todavía más barato que en Irán; hay que decir la cantidad exacta que se quiere y desde la oficina  controlan el surtidor. Menos mal que estoy atento pues el surtidor se para cuando faltan todavía 10 l.; le hago una señal y corrige el lapsus intencionado. A la salida del surtidor otro  policía  me  para:  esta  vez  no  cometo el

 

 

mismo error de anoche y le enseño el pasaporte pero no lo suelto; por señas le digo que no entiendo nada de lo que dice y tal cual me voy
At kudda, kudda
     
Nada más salir de Asgabat nuevamente el desierto como compañero; el camino a Merv es un rosario de controles con estas dos preguntas, en ruso, que al final me las aprendo de memoria; at kudda: de dónde (vienes, eres), kudda: a dónde (vas). A veces únicamente te paran y preguntan, pero la mayoría de las veces hay que bajarse de la camioneta y registrarse; no solamente me paran a mí, único extranjero exceptuando algún ruso, sino a todo el mundo. Por lo que veo los controles no sólo sirven para controlar a la población sino para sacar dinero a esta gente ya de por sí bastante empobrecida. En uno de los controles no oficiales al pedirme el papel con la ruta a seguir me comentan que voy por una carretera equivocada. Debo volver hacia atrás unos 15 kmtros., y el soldado que parece el jefe, son todos muy jóvenes, se ofrece a acompañarme ( me imagino para qué). Al llegar al cruce donde había tenido la equivocación, lo que me imaginaba: a pedir dinero; como está sólo y es muy joven no hay mucho problema para quitármelo de encima.
Café Marat
      Con
tanto control  esta equivocación y  la carretera que está sin mantenimiento desde hace años  y no permite correr mucho, veo que no me va a dar tiempo

 

de llegar a Merv de día. Afortunadamente aparece una gasolinera con un café-restaurante al lado. El dueño me invita a entrar  y me encuentro en un salón de unos 100 m2, con unos techos muy altos y con unos  grandes cortinones morados. Sólo hay 4 mesas con sus correspondientes sillas y presidiendo un equipo musical y una televisión. Lo observo todo con curiosidad desbordante, pues en cierto modo es mi 1º contacto con la sociedad Turmena.  Me siento como protegido en este local y pido un té y algo de comer: me sacan una ensalada y una especie de caldo con carne que me sabe a poco. Mientras me dedico a poner al día mi diario, comienzan a llegar clientes que se dedican al que parece ser el pasatiempo favorito: ver en la tele video-clips de canciones famosas del verano: por la pantalla van desfilando cantantes de toda
Turmenos/as en el café Marat
 Asia, (incluso hay una canción en castellano), que interpretan un tipo de Pop bastante estandarizado y que únicamente se diferencian entre sí por la introducción de algún instrumento autóctono o alguna característica  musical propia.
 Merv y Ghengis Kan
       Después
de desayunar en el café una especie de hojaldre relleno de carne y té parto para Merv. En realidad son 3 ciudades, aunque de la que más se suele hablar es de la 2ª, la que destruyó Ghengis Kan en 1220. Sin embargo el gran auge de la ruta de

 

 la seda en el siglo XIII fue posible gracias a la  paz y seguridad en los caminos que lograron los Mongoles. Destruir-construir, guerra-paz: la eterna dicotomía que parece difícil disociar cual si fueran las dos caras de una misma moneda. Últimamente algunos se dedican a bombardear a las poblaciones primero  con  bombas  y después  con  alimentos  o viceversa: difícil encontrar más sadismo. De todas formas según opinión del arqueólogo inglés Tim Williams con el que tengo ocasión de hablar en el museo de Merv, y que lleva varios años trabajando allí,  la destrucción no fue tan grande, pues los propios Mongoles siguieron viviendo en un aparte de la ciudad, y la cifra de 1 millón de muertos parece muy exagerada.  Según comenta la ciudad prácticamente ha desaparecido al estar construida con adobes, pero el monumento del Sultán Sanjar del siglo XII,(anterior a dicha destrucción), y construido cuando Merv era la capital del imperio Selyucida todavía sigue en pie al estar construido de ladrillo. Sin embargo lo más impresionante es ver las murallas de la 1ª ciudad construida en el siglo II a.c. por Antioco, y llamada Antioquia, que todavía se alzan a una altura  de hasta 15 m.  y  que  han  sido protegidas  por   el

 

 

propio barro que al irse deshaciendo las ha recubierto de una capa protectora, como se observa en una zona donde se hizo  un corte para construir un canal.
Impresionante muralla de la 1ª Merv (Antioquia)
 Es muy evocador perderse con la camioneta, (imprescindible un transporte), por los caminos abiertos entre las ruinas desperdigadas en un amplísimo contorno, trepar a las colinas dejadas por ellas, y ver la gran cantidad    de    lugares   de   culto    con   sus   pequeños  cementerios y mezquitas a los que los habitantes de Bayramaly, nombre actual de Merv, se desplazan con frecuencia para rezar.

Rumbo a Uzbekistán
     La
carretera sigue plagada de controles, en una ocasión me hacen registrarme 2 veces en 10 kmtros!, así que ya me voy cansando y en cuanto los veo un poco despistados me hago el tonto y me lo salto, aunque no es ni muy recomendable ni fácil. De todas formas he de decir que aparte del incordio el trato es cordial, y salvo las excepciones contadas no me han pedido nada.
Hasta dentro de 15 días Turmenistán
     La
última noche en Turmenistán la paso en Cherjev, a unos 50 kmtros. Doy una vuelta por la ciudad y antes de dormir pienso sobre lo visto hasta ahora en este país que no es muy halagüeño que digamos, excepción hecha de la capital y no en todas partes: las carreteras están en bastante malas condiciones, algunas no admiten más mantenimiento y están pidiendo a gritos que les echen nuevo firme, y el parque automovilístico es    bastante  viejo,  ( un  porcentaje   muy   alto   de los coches son  todavía  de   los   tiempos   de   la   Unión   Soviética); la

 

  mayoría del alumbrado público no funciona, tal vez para ahorrar, y los bloques de apartamentos se van poco a poco desconchando; se ven muchas fábricas cerradas aunque alguna hay alguna nueva. Es como si el Estado no existiese, nadie se responsabilizase del mantenimiento de las infraestrcturas y el reloj se hubiese parado hace mucho , al empezar a desmoronarse la Unión Soviética, pero el tiempo no perdona y es difícil pensar que puedan vivir mucho más tiempo  de las rentas. Eso sí, no se ve a nadie pidiendo, aunque mucha gente se pasa todo el día delante de 2 o 3 botellas de refrescos que intenta vender y es difícil ver  la     diferencia entre ambas cosas como no sea la dignidad propia, y las calles están bastante limpias pues hay legiones sobre todo de mujeres que normalmente agachadas sobre unas escobas sin mango se dedican a  ello, aunque la arena al poco rato se
Limpiando la carretera con escobas !
 encarga  de decirles quién manda allí.
La guinda
      A
las afueras de Cherjev debo cruzar el río Amu Darya que discurre paralelo a la frontera entre Turmenistán y Uzbekistán; es bastante caudaloso y muy curioso de ver cómo fluye por el pleno desierto; cuando llego a él tengo otro control.
.- Espero sea el último.- pienso. Sin embargo mi sorpresa es mayúscula cuando me piden 50$! por cruzarlo; protesto todo lo que puedo pero me enseñan el libro de registro donde veo a camiones Turcos e Iraníes que han debido pagar hasta 300! y uno de los camioneros me dice que no tienen vergüenza pero que es así. Encima el puente está está hecho con pontones del ejército y tengo que andar  con  cuidado    debido   a   dichos   pontones    para     que

 

no peligre la seguridad de Ibiletxe. De aquí a la frontera 20 kmtros. en los que pienso sobre los informes de la policía Uzbeka que no son precisamente muy favorables.
Música
     Turmenistán
, como toda Asia Central fue durante siglos  la principal ruta de unión entre Oriente y  Occidente y  en ella dejaron su huella los griegos, persas, árabes, mongoles, chinos, rusos y sobre todo los turcos que constituyen la base principal de este país. Todo esto ha dado paso a una gran mezcla cultural que tiene su lógico reflejo en la música, con particular influencia de la árabe y la persa, sobre todo esta última, como se puede apreciar en la canción de la crónica.
De todas formas la música Turmena me ha parecido bastante original, sobre todo las composiciones tipo sinfónico,  y a diferencia de la Turca y la Árabe los instrumentos  van armonizados y las voces dejan de ir al unísono (polifonía). Todo esto repercute en un mayor colorido musical, al menos para un oído occidental. Salvo en las canciones muy tradicionales, la afinación que más se oye, herencia de la Unión Soviética, es la occidental y en las canciones modernas la única. Se escucha mucha música Turca, entre otras cosas por la afinidad del idioma, pues aunque con diferencias se entienden entre sí y al igual que ellos les gusta mucho recitar poesías o cantos épicos, acompañados de todo tipo de músicas.. Como en los países anteriores se oye mucha música occidental y sobre todo rusa o Turmena en  ruso. Es curioso el redoble que llevan en la percusión, hecho con los dedos al golpearlos sobre el tambor, y que seguramente es una influencia de la música Iraní..
     Y por hoy ya vale; en la próxima crónica hablaré de la instrumentación y que os guste la música que os mando

 
                                                                                                                                                                             Cronicas