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Después de casi 3 años, exactamente
1.058 días, el viaje, con mayúsculas, ha llegado a su fin. Salí de Carcastillo viajando por Europa hacia el Este, rumbo a lo
desconocido, un 26 de Junio del 2.003, y después de 149.000 km
recorridos con Ibiletxe, otro 25.000 con la mochila al hombro, 25
vuelos en avión, 5 grandes embarques de Ibiletxe, muchos fríos,
muchos calores, muchas emociones y últimamente muchas averías, he regresado a ella por el
Oeste para estar en Carcastillo este 20 de mayo del
2.006: efectivamente la tierra es redonda..El año y medio dos años, pensados inicialmente era utópico dada
la magnitud del proyecto, aunque no hacen falta muchas excusas
para alargar y alargar un viaje como este, siempre que las
posibilidades lo permitan. Durante él he tenido el privilegio de ver
lugares maravillosos, compartir mesa y poder hablar con gentes que
aunque tengan otras culturas en el fondo son seres humanos igual que
yo, que ríen y lloran por las mismas cosas. Este viaje no hubiese
sido posible, o al menos no hubiese sido lo mismo, sin la
solidaridad de todas esas personas que saltando por encima de
barreras culturales y de malentendidos interesados, estaban ayudando
a otro ser humano venido de allende los mares. Gracias a todos/as
que desde el principio del viaje me han brindado su apoyo logístico
para poder culminar este viaje en solitario: cuantas veces los
ánimos estaban |
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un poco decaídos
pero unos emails o las llamadas
telefónicas los levantaban inmediatamente!. También mencionar a
todas esas personas que se han ido uniendo al viaje bien por
conocerlas personalmente y con las que después he seguido
manteniendo contacto cibernético, o por afinidad con el proyecto. Está
claro que todo esto me ha supuesto el trabajo añadido de
mantener correspondencia, pero ha merecido la pena. De parte de Ibiletxe también muchas gracias a las personas que
gestionaron y mandaron las piezas que tanta falta le hacían para
completar el viaje. Ibiletxe llega bastante tocada pero llega (de
eso no tengo ninguna duda), después de haberla metido por lugares
para los que no estaba preparada: espero de su comprensión que me
haya disculpado, pues en el fondo a ella también le ha gustado
arriesgarse para ver qué hay más allá. A veces he tenido la sensación de
viajar en una 4ª dimensión, viendo y observando a la gente que me
rodeaba pero sin que ellos se apercibiesen de mi presencia, recordando
a los Griegos de Alejandro Magno, a los Persas de los Aqueménidas, a los Mongoles, a los Mogoles Indostánicos, a los Kémeres
de Cambodia, a los Aborígenes Australianos que son pero que ya eran
hace 20.000 años, a los Quechuas y Aymaras de los Incas, a los
Mixtecas y a tantas y tantas otras culturas. |
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Mención aparte a la música, también con mayúsculas, que siempre ha estado
presente. músicas para disfrutar y reír, músicas para llorar en los
funerales o simplemente para despedir al que se va, músicas para
expresar el dolor y la desesperación de vivir una vida ajena como los
esclavos negros en América, músicas para el amor, para comunicarse con
los Dioses, para recordar las historias, para reafirmarse como pueblo,
para expresar los sentimientos y para relacionarse con los demás.
Músicas que salen de las entrañas como la Cabali de los
Indo-musulmanes de Jaipur o reposadas y ceremoniosas como la de Corte
Japonesa. Músicas que son un lamento como los Blues del Missisipi, o
alegres como las de los Kurdos a pesar de su triste historia. Músicas
que me han hecho llorar de emoción y animarme a seguir en
busca de las siguientes, pero que no me han hecho olvidar que forman
parte de la cultura e historia de los pueblos, y que hubiese sido una
frivolidad sacarlas del contexto y olvidarse del mundo que las rodea. La
música ha sido cual guión cinematográfico, el hilo conductor a través
del cual se ha desarrollado este viaje: "Los 5 continentes a través de
la música". La música a sido la fiel y leal acompañante durante
todo el viaje, y las músicas las que han animado y a veces endulzado
las crónicas; como ya dije en su momento están |
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convertidas a baja
calidad para que "pesen" menos (el programa que llevo no
admite ponerlas en MP3). Siempre que he podido he puesto las
grabadas por mí mismo, encontradas en el camino, a veces en los
lugares más insólitos, y creo dan una idea del mundo musical por el
que también he ido viajando. Tal vez no son las mejores (aunque eso
es una apreciación subjetiva), pero sí todas merecen estar ahí. Todo esto y más, tal vez demasiado, es lo que he querido
plasmar en las crónicas que las he ido moldeando a lo largo del viaje,
con paso vacilante como un niño que aprende a andar, aceptando
críticas constructivas de amigos/as que me daban su opinión para
desenvolverme en este mundo informático y literario medio desconocido
para mí. Abran podido gustar o no, pero siempre he intentado dar una
visión sincera de lo visto y sentido: objetiva en los hechos,
subjetiva en las apreciaciones, en las que he intentado sumergirme en
las realidades vividas para poder comprender los distintos
comportamientos humanos que he visto y observado, tarea arto difícil
pues en Occidente no se nos ha enseñado a respetar a los demás:
existe un disimulado racismo físico a flor de piel que surge con
virulencia cuando menos se espera, y un indisimulado racismo
cultural que muchas veces se traduce en un desprecio a las
diferencias. Esta ha sido la visión de un Vasco de
la Ribera de Navarra, al que el mejor piropo que le han hecho en el
viaje ha sido llamarle "ciudadano del mundo"
Bienvenidos los siguientes que den otras interpretaciones para el
enriquecimiento de todos. Tal vez la conclusión final
sería que el mundo lo mueven los que pierden la cabeza (aunque no
escriban la historia oficial), pero por desgracia en la mayoría de los
casos lo gobiernan los que no tienen cabeza (aunque la escriban). |
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Se suele decir que una imagen vale
más que mil palabras y quisiera que fuese el caso de esta última
crónica (la anterior sobre U.K., Irlanda, Francia la escribiré desde
Carcastillo una vez llegue). Sería tarea ardua condensar en
unas líneas todo el viaje, y tal vez estas fotos, que
cronológicamente lo abarcan todo lo consigan al menos en parte.
Espero que hablen de la soledad y los encuentros con tantos nuevos
amigos hechos en el camino; del frío y del calor pasados, de las
nieves y las arenas encontradas, de los hielos y de las aguas
tropicales, de las sofisticadas civilizaciones que hubo y hay, y de
las que vivían y viven en armonía con la naturaleza, del acaparamiento
y ostentación sin la que algunos no saben vivir y de la sencillez con
la que otros viven, de la estupidez humana cometida en Hirosima y la esperanza de esos niños que a pesar de sus
carencias siempre sonríen, de la solidaridad del que me ha ofrecido
su "nada" de corazón que lo he agradecido más que el mucho de otros,
de los espejos de Alicia que todavía existen, del Peter Pan
aventurero que todos llevamos dentro, y de la bonita
aventura (a veces no exenta de riesgo) que supone ir a ver y conocer
a nuestros vecinos que viven a 10.000 km de distancia.Y para terminar espero que hablen
también de las mil y una noches y de los mil y un viajes que hay
dentro del viaje: que cada cual encuentre el suyo. De momento objetivo
cumplido.
Las músicas de esta crónica están sacadas de las distintas crónicas, y
son una muestra representativa de los 4 continentes visitados: están
entrelazadas entre sí, formando un círculo y como queriendo abrazar a
nuestro bello planeta al que junto con Ibiletxe acabo de terminar de
dar la vuelta. Las 3 últimas son: música Irlandesa, una bonita canción
Rusa grabada mientras circulaba por las calles de Bangkok (la música
no entiende de fronteras), y la |
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última no se
de donde es: cual música desconocida que sirva de homenaje a todas las
músicas que en el mundo han sido, son y serán: es nostálgica como el
final del viaje mismo. |
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