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directo
Crónica de : Jose E. Santacara |
Crónica 36 |
Fecha:2.005-IV-4
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Kilómetros desde Carcastillo: 88.850 |
Transmitida desde :Urdampilleta (Argentina)
Japón (75.140) |
Latitud :36º 25' S
Longitud: 61º 25' O |
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Entre oriente y occidente
El
dios Izanagi y la diosa Izanami se inclinaron hacia la tierra desde su
puente flotante del cielo y revolvieron el océano con su lanza.
Gotas doradas

Puerta del templo de Miyajima
desprendidas de ella dieron origen a la primera isla
Japonesa: Onogozo; una vez en ella, la pareja de dioses crearon al país
de las 8 islas: Japón.
En mi esfuerzo por retrasar la despedida de Asia, y aprovechando que en
este maravilloso viaje casi todo es posible, me vuelvo a introducir en
ella tal vez por su país más emblemático al menos en Europa.
Japón, después de las grandes aportaciones culturales que le llegaron de
China (entre ellas la escritura), por su condición de insularidad vivió
prácticamente aislada del mundo exterior hasta el |
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siglo XIX. Pero en
1.853 el gobierno Norteamericano mandó a Japón una flota al mando del
comodoro Perry, con la orden de que abriesen varios puertos al comercio
exterior. Japón no podía oponer ninguna resistencia militar, y temiendo
una invasión y posterior colonización tal como estaba ocurriendo en
China, el sogunado decidió aceptar. El país no sin gran resistencia de
los sectores más conservadores, se lanzó a una occidentalización
frenética: muchos estudiantes fueron mandados a las
universidades extranjeras y se industrializó rápidamente el país; junto
con ello se creó un gran ejército y flota naval

Música de corte
que después de grandes
éxitos militares le hicieron creer que podía ser el amo de la zona,
siguiendo los pasos de sus maestros europeos y norteamericanos. |
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En 1.941 entró en guerra con estos
últimos por el control de los mercados Asiáticos: la guerra la tenía
perdida aún antes de empezarla, y por si fuera poco cuando ya estaba
prácticamente terminada vio cómo 2 de sus ciudades: Hirosima y Nagasaki eran arrasadas por 2 bombas
atómicas. El país salió totalmente devastado de la guerra, pero
precisamente otra (la de Corea de 1949 a 1953) fue el inicio del llamado
milagro japonés que todavía dura.

Casa japonesa
Llegada a Japón
Con
la excitación propia del momento las 11 horas del viaje se me pasan
bastante rápidamente. No empiezo con buen pie pues la grabadora se me
rompe en el avión, y además me borra 2 minidisk con casi toda la música
de Australia, y toda la música de |
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Nueva Zelanda y Nueva Caledonia: un
verdadero desastre. En la frontera no tengo ningún problema y
automáticamente me conceden 3 meses de estancia; al llegar a la sala
principal del aeropuerto me quedo un rato mirando a todos lados como
para cerciorarme que estoy realmente en Japón: durante
todo el viaje he visto cantidad de turistas Japoneses pero por primera
vez los veo en su propia casa.
A Tokio
Quedo con
Tanaka en la estación de Ueno y hacia allá me voy en un tren de

Joven
japonesa con kimono
cercanías; el precio del billete me avisa de lo que me espera: 20
$ para un trayecto de unos 25 Km!. Tanaka ya me está esperando
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Recorrido por Japón en tren
y me recibe con una sonrisa tranquilizadora; sin embargo después
de saludarnos me dice:
.- Para hoy no te pude encontrar casa pero ya te he buscado un hotel
económico-.
Me quedo preocupado pero el me tranquiliza:
.- Son malos días por las vacaciones pero para mañana ya te encontraré,
no te preocupes-.
Dicho y hecho, hace varias llamadas y me consigue para mañana día
3 y para el 4. El hotel a pesar de ser de los económicos cuesta 60 $ y
la habitación responde a esa idea que se tiene de las Japonesas: las
puertas de separación son de papel sobre estructuras de madera,
hay varios cuadros de paisajes japoneses y litografías, y el colchón está directamente
colocado sobre el suelo en medio de la habitación. Como curiosidad la
tapa del water se puede calentar y el agua de la cisterna previamente
cae a un lavabo para así poder lavarse las manos: verdaderamente he
cambiado de país y de cultura.
Amaneciendo en Tokio
Ueno es
un barrio céntrico de la ciudad con varios museos y un parque con
grandes zonas verdes; cerca del lago encuentro un templo |
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budista y me recreo observando a la
gente mientras hacen sus ofrendas de incienso y rezan por un momento con
las manos juntas e inclinando la cabeza. Al mediodía me vuelvo a
encontrar con Tanaka y comemos en un restaurante
popular Japonés: es sorprendentemente barato ( 3 E.) y son 3 platos,
aunque no llego a enterarme bien lo que como.
Con Ida
Así se llama el miembro de
Servas a cuya casa voy; al decirle de dónde soy entra

Niños en una guardería
en su cuarto y
vuelve con una gramática de euskara en sus manos!
.- Hay bastantes palabras similares en japonés y vasco pero al parecer
son meras coincidencias- le digo sin salir todavía de mi asombro.
Es una persona muy instruida y hablamos bastante en los 2 días, además
le gusta cocinar y me hace unos deliciosos guisos japoneses: sukiaki,
tempora, Raamie, todo ello regado con licor casero: humesho. El sábado
me lleva a un bosque cercano y me quedo ensimismado viendo los árboles
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autóctonos con sus hojas de mil
colores: predomina un color rosado pálido que no había visto antes y que
da un aire melancólico al lugar.
Un apartamento en Tokio
El domingo 5 le llamo a Tanaka:
.- Si te interesa tengo un apartamento vacío sin agua caliente ni gas
para cocinar donde podrías estar unos días- me dice
.- Por supuesto que me interesa- le contesto todo contento.
Me lleva primero a una reunión en su barrio entre japoneses y
extranjeros cuyo objetivo es estrechar los lazos de amistad, y
participo de la ceremonia del té, que tiene todo un ritual para
prepararlo y beberlo. El apartamento está un poco lejos del centro, en

Hiyoshi, pero es más de lo que esperaba: estar en Tokio con apartamento
propio! Viene el hermano de Tanaka que vive al lado y me empieza a
bombardear con preguntas sobre el País Vasco del que está bastante
informado. me sigue sorprendiendo lo informados que están, aunque no me
extraña pues se venden tantos periódicos al día como en EEUU a pesar de
ser menos de la mitad de habitantes.
Lo primero al día siguiente es ir a cambiar el vuelo a
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San Francisco para el día 24 y después
de discutir un poco lo consigo; a su vez decido
utilizar el Rail Pass desde el 13 al 19 con lo que tengo una semana para
visitar Tokio
Akihabara
Lo primero es comprar otra grabadora:
la zona de la electrónica está en el distrito de Akihabara y cuando
llego es un hervidero de gente preguntando,

Vista de Tokio
comprando, mirando en los
grandes almacenes llenos de tiendas donde se pueden encontrar las
últimas innovaciones de la electrónica de consumo: los precios para lo
caro que es Japón son bastante competitivos.. Cerca está la zona de
instrumentos musicales y tengo la oportunidad de fotografiar a los más
populares: Chamisén, Biwa, Koto, Sakuhachi, Nocan etc.
El metro
Empiezo a familiarizarme con él
pues al principio resulta algo complicado; para empezar en algunas
estaciones los rótulos están sólo en Japonés, pero es que además son
varias compañías privadas y cada una tiene sus propios billetes y con
circuitos separados aunque te indican los enlaces con las |
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demás. De todas formas es un sistema
de transporte muy bueno para desplazarse, moderno, cómodo y limpio,
donde te indican cuándo llega el próximo tren, si es directo
o en qué estaciones para etc., aunque resulta caro, pero eso no es
ninguna novedad aquí.
Shibuya
Al día siguiente voy a Shibuya que es
una zona que se desarrolla a un ritmo acelerado alrededor del
mundo joven y está en continua evolución. Lo veo con tranquilidad,
sin prisas, observando a la gente, el ambiente ruidoso y heterogéneo
donde se ven vestimentas extravagantes de mil colores sin que
llamen la atención, los edificios todos desiguales, eclécticos pero a su
vez dentro de una armonía que le dan a Tokio su originalidad, los
edificios del siglo XXI se entremezclan con los del XIX y XX que a su
vez dan la impresión de estar hechos hace poco de lo bien cuidados que
están; pero lo más llamativo son las jóvenes que ya me gustaría saber
las horas que se

Tokio: Shibuya
pasan arreglándose porque van impecables y de lo más
sofisticadas. Paso al lado de un Ciber inmenso donde la hora vale más de 4 E (
se puede tomar todo |
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el café o refrescos que uno
quiera), y si te quedas todas la noche (8 horas) te sale a 2,5 E la
hora (muchos se quedan sencillamente a dormir). Al lado hay máquinas
tragaperras, juegos electrónicos de todo tipo y una gama infinita de
diversiones. Es la primera vez que no paso semáforos en rojo, nadie lo hace, pero dado que
en los cruces de calles los pasos de cebra están también en diagonal
cuando se ponen en verde 2 mareas humanas empiezan a moverse dando la
impresión que fuesen a enfrentarse. Al día

siguiente, 9 de Diciembre, el
hermano de Tanaka me visita: hablamos sobre Japón y me comenta que este
año ha habido muchos tifones en su país y en USA:
.- Tal vez son un castigo de los dioses por portarse mal
bombardeando Irak, y a nosotros por haber mandado tropas.
.-Además acaba de votarse en el parlamento la permanencia por un año más de las
tropas Japonesas en Irak-añade.
Asakusa
Es el barrio tradicional de la era Edo (el
Tokio antiguo) con sus calles estrechas llenas de tiendas y casas de
madera, donde se encuentra el templo más antiguo de Tokio: el Sensoji
que se remonta al año 628 aunque ha sido reconstruido varias veces; las
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calles son recorridas por
carruajes llevados por personas al estilo antiguo, aunque son
bastante más modernos que los encontrados en la India y alrededores.
Shinjuku
Es como una ciudad dentro de la gran ciudad con
grandes áreas de entretenimiento y muchos modernos rascacielos que le
dan un toque futurista y hablan de su pujanza; subo a la torre del
moderno Gobierno Metropolitano y tengo una espléndida vista de Tokio,
una de las ciudades más extensas del mundo:
.- Qué pasará con estos grandes rascacielos cuando ocurra el gran
terremoto que están esperando estoicamente? Y con los grandes
subterráneos llenos de tiendas y restaurantes?- me pregunto.
No obstante en sus predicciones más optimistas calculan que cuando
ocurra podrían morir unas 100.000 personas!
Harajuku
Otro barrio tradicional con su gran templo
Meiji Jingu de la era Meiji (1868-1913) que es la que abrió el país a
occidente. Está construido en un bello jardín con hermosos bonsais y
plantas exóticas. Muy cerca

doy un paseo por la Takeshita Dori, la calle
de moda |
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de los más jóvenes donde se les
puede ver vestidos de las maneras más curiosas: jovencitas vestidas
de bebés incluso con chupetes colgando, ellos vestidos todo de
negro, peinados y gorras de lo más estrafalario, y todo ello sin que
al parecer le extrañe a nadie.
Kabuki
Es el teatro nacional por excelencia. Voy con
Tanaka y sacamos entradas para ver las 2 primeras partes musicales ( el
espectáculo completo dura 5 horas y se puede ver por partes). Veo mucha
mujeres vestidas con kimonos tradicionales que en realidad no es algo
para lucirlo en días especiales, pues muchas de ellas lo utilizan
diariamente combinando pasado con futuro. El teatro gira alrededor de
historias populares japonesas y tiene la particularidad de que todos los
actores son masculinos (se suele decir en plan jocoso que el
protagonista es una de las mujeres más bellas de Japón). La música con

instrumentos tradicionales: Chamisén (especie de bandurria), Yokobae
(flauta) y Zuzumi (tambor pequeño) y la danza se compenetran
perfectamente; los movimientos son lentos, pausados, acorde con los
vistosos kimonos que visten y continuamente está jugando con los
abanicos que llevan desplegados. Todo es estética pura con los músicos
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en un ángulo perfectamente ordenados
en varios escalones. El eskiaki
comido con Tanaka en un

restaurante típico japonés es un digno colofón para este día.
Hacia Hiroshima
Es
hora de conocer el sur de Japón. Voy a Shibuya, canjeo el Rail Pass por
el pase semanal del 13 al 19, hago la mochila, dejo algunas cosas en el
apartamento hasta la vuelta y me voy a la estación de tren. Accedo
directamente a ella a través del metro y veo por primera vez los famosos
Shinkanshen o tren bala, llamados así por la velocidad a la que van: se
acerca majestuoso y suave con su característica línea aerodinámica tan
pronunciada. Subo a él y al poco rato me doy cuenta que es el Nozomi
(son los más modernos parando en muy pocas estaciones intermedias, y es
el único al que para usarlo debería pagar un suplemento); en la pantalla
frontal veo vamos a 300 km/hora, pero da la impresión que estuviésemos
parados: no se nota el más mínimo traqueteo. Los revisores pasan varias
veces pero no importunan al viajero; en todo caso es éste el que les
llama para pagar el billete si no lo llevan o el suplemento
correspondiente. Pasamos cerca del mítico Fujiyama, y en 2 horas recorremos los 500 km |
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que nos separaban de Kyoto.
Kyoto
Al salir al hall central de la estación
enseño mi pase nominal y no me exigen ningún suplemento pues tampoco
saben en cual he venido. La estación es impresionante con un diseño muy
modernista, y al parecer levantó bastantes críticas cuando se construyo
por tratarse de una ciudad muy tradicional. Para los 2 próximos días no
he encontrado alojamiento, así que voy a un backpaker donde una cama en
una habitación para 6 vale 30 E!, aunque tienes la posibilidad de
cocinar y además es muy nuevo y moderno.

Teatro Kabuki en Kyoto
Kyoto fue la capital de Japón durante 800 años, desde el 800 hasta 1603,
cuando se trasladó a Edo, la actual Tokio, pero continuó siendo la
capital imperial (como lo atestigua el magnífico palacio imperial y la
gran cantidad de edificios importantes que atesora) y es el gran centro
cultural de Japón. Alquilo una bicicleta y es una gozada circular con
ella por sus calles de llenas de casas de madera o admirar sus
esplendidos templos que llenan la ciudad. Todo esto estuvo a punto de
desaparecer pues Kyoto era una de las ciudades con la macabra "suerte"
de haber |
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sido elegida para lanzar sobre ella
una bomba atómica al final de la 2ª guerra mundial.
Osaka y Kyoto
Con el pase no tengo ningún
problema de desplazamiento, así que al próximo día tomo otro shinkanshen,
esta vez un Hikari, (prácticamente igual que un Nozomi pero que para en
más estaciones), y en 20 m. recorro los 50 km. y me presento en Osaka,
además con la ventaja añadida de que estos trenes te dejan prácticamente
en el centro de la ciudad gracias a una sofisticada infraestructura.
Visito el castillo

medieval primorosamente reconstruido, y a
continuación voy a ver un museo dedicado a instrumentos musicales de
todo el mundo y cuya dirección me la dieron en Nepal hace 10 meses;
forma parte del conservatorio de música y al principio se quedan un poco
sorprendidos que supiese de su existencia. Les explico los motivos de mi
visita y son todo amabilidad: la encargada me va abriendo las vitrinas
una por una para que pueda filmar y hacer mejor las fotografías y es
como si de repente volviese a rememorar todo el viaje en
una hora. El museo es encantador, muy bien organizado, y ante mí van
desfilando Turquía, Irán, Pakistán, India, China, |
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Thailandia, Vietnam
etc, y con cada uno de ellos los recuerdos afloran a mi cabeza. Por si
fuera poco me regalan un libro con fotografías a color de todos los
instrumentos: son de esas visitas que no se olvidan. Me vuelvo a Kyoto
para cargar las baterías de las cámaras y de nuevo a Osaka ya de noche (ciertamente
esto del pase es una gozada pues

Calle típica de Kyoto
además hay trenes cada 10-15 m.). La
visión es distinta: el centro es una explosión de luces de colores
iluminando los grandes edificios; loa almacenes parecen hoteles de lujo
y me imagino estar en una ciudad del siglo XXI. De vuelta en Kyoto, al
día siguiente 16 de Diciembre me dedico a visitar la ciudad a pie: en el
mausoleo Nishi Otani tengo la suerte de grabar una música religiosa (al
verme grabando desde el exterior me invitan a entrar en el templo en lo
que parece ser una ceremonia sólo para ellos) que si bien da la
impresión de ser muy antigua, de alguna manera me suena a música
contemporánea. Los magníficos templos se suceden unos a otros: el
Kenninji, el fastuoso Ginkakuji con sus grandes
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estructuras de madera y tantos otros.
Kyoto es una ciudad para permanecer varios días sin aburrirse en
absoluto.
Himeji
En el camino a Hirosima se encuentra
esta ciudad
famosa por su castillo medieval, el más impresionante de todo Japón. Construido a principios del siglo XVII, en él se
vivieron episodios importantes de la moderna historia japonesa; en la
década de 1930 se remodeló totalmente, pero guardando fidelidad total al
modelo original de 6 pisos de madera construidos

con grandes vigas de
cedro japonés, que van disminuyendo hasta la cima.
Hiroshima: la ciudad mártir
Del castillo a la estación no hay más de 15 m.
andando, y nuevamente me encuentro en el shinkanshen camino de
Hiroshima, la ciudad que junto con Nagasaki se utilizó de conejo de
indias para ver los efectos de un bombardeo atómico. Al salir de la
estación me encuentro un poco extraño al ver tanto edificio moderno,
queriendo imaginarme cómo estaría todo esto hace 59 años. Tomo un
tranvía muy |
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moderno que lleva hasta la Cúpula de
la bomba atómica: al bajar de él giro y me encuentro frente a la famosa
cúpula semiderruida
tantas veces vista en fotografía de la prefectura de policía, que al
estar


La cúpula hoy y hace 59 años
hecha de hormigón fue de las pocas estructuras que no colapsaron
totalmente. Tal vez sea el momento más triste de todo el viaje y un nudo
se me hace en la garganta al rememorar semejante tragedia: el 6 de
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agosto de 1945, 90000 personas
morían instantáneamente y 80000 más antes de fin de año por efecto de la
radiactividad. Los japoneses cometieron muchas atrocidades durante la
guerra en China, Indonesia, Filipinas etc., pero los
Norteamericanos, una vez que aquellos picaron en el anzuelo de ir a la
guerra sabían que era cuestión de tiempo el ganarla, y en cuanto
pudieron se ensañaron sin miramiento ( eso si: eran las bombas las que
mataban, no ellos). Llamo a Midori y su marido
me viene a recoger a la estación de metro La cena al estilo
japonés ya está preparada y me resulta complicado el acomodarme y
sentarme bien en el suelo (en Pakistán también se

comía así pero era
todo más informal); en la cena está una amiga de ellos que sabe algo más
de inglés y mal que bien nos hacemos entender. Para cuando me levanto al
día siguiente Midori ya me ha preparado el desayuno (esta vez en la mesa
alta), y un termo con té y algo de comer: para que me lleve: parece una
etxekoandre.
.- Estate aquí para las 6 de la tarde pues te llevaré a un |
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ensayo de música tradicional-.
.- Está bien no faltaré-.
Cerca de la cúpula está el museo conmemorativo, muy triste de ver y aún
lo es más porque a la vista de lo que está pasando en el mundo
últimamente, muchas de las proclamas contra la guerra que se pueden leer
y frases como "No más Hiroshimas" suenan a

Tranvía en Hiroshima
palabras huecas. Pero lo que
me resulta más escalofriante es leer en los documentos Norteamericanos
ya desclasificados de aquella época, con qué frialdad y sadismo se
planeó la destrucción de estas ciudades que ni siquiera eran objetivos
militares, y el consiguiente asesinato masivo de cientos de miles de
personas, incluso prohibiendo que fuesen bombardeadas previamente para
así ver mejor los efectos destructivos de la nueva arma. Una vez
terminada la guerra las tropas de ocupación impusieron una férrea censura para que
lo ocurrido no se conociese, e incluso los heridos por la radiación se
quejaban que se les hiciesen análisis |
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pero sin tratarles en absoluto. Por lo
demás Hiroshima hoy en día es una ciudad próspera y moderna a la que
cada año acuden como en peregrinación millones de turistas tanto
nacionales como extranjeros para rememorar aquella tragedia.
El ensayo musical es en el Ayuntamiento, y unos 30 músicos tocando el
Chamisén, Koto y Shakuhachi hacen los últimos preparativos para un
próximo

festival. Más tarde viene otra chica a casa para hacerme
una demostración del arpa japonés, y ya debo empezar los preparativos
para marcharme al día siguiente.
Miyajima
Ya es domingo 19 y debo partir para Tokio,
pero antes tomo un tren de cercanías para hasta Miyajima, considerada
una de las tres maravillas más importantes de Japón. Es un gran templo
construido en el siglo XIII para albergar la tumba de Itsukushima y
parte de su belleza estriba en que está edificado encima del agua: el
arco O-Toru construido 200 m. más adelante en pleno mar es uno de los
símbolos de |
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Japón más conocidos

Templo de Miyajima
Nara
Vuelvo a Hiroshima, tomo el shinkanshen
y me dirijo hacia Tokio pero antes voy a Nara que fuera capital del país
entre los siglos VII y IX. Todavía conserva restos de su pasado, pero
sólo tengo tiempo de ir a ver el grandioso templo de Kofukuji con
magníficas estructuras de madera y una puerta de entrada que te
hace sentirte pequeño.
Á Tokio de nuevo
Ahora sí que se ha
terminado la vuelta: llego a Tokio a las 10 de la noche y rápidamente al
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apartamento para dormir, pues han sido
7 días de no parar.
Yokohama
Los días que me quedan los dedico a
acabar de visitar otras zonas de Tokio como Ikebukuro y Odaiba, una
especie de ciudad futurista construida en terrenos ganados al mar y a
donde voy en el monorraíl aéreo. También visito Yokohama pues una
profesional del Biwa va a tener la gentileza de tocar

para mí: es un
instrumento curioso pues a pesar de tener sólo 4 trastes, al ser altos
se consiguen muchas más notas presionando la cuerda en distintas zonas.
Canta un poema épico japonés acompañándose con el Biwa, y al hacerlo la
voz se le transforma: se vuelve potente, varonil, saliéndole desde
lo más profundo, mientras el Biwa con sus modulaciones y
rasgueos va describiendo perfectamente los
distintos pasajes de la narración La parte vieja de Yokohama
alrededor del puerto es muy bonita y acogedora, y allí se encuentra el
mayor barrio chino de Japón; pero casi sin separación y bordeando el
puerto está la nueva Yokohama con grandes rascacielos entre los
que está el edificio más alto de Japón, que debido al riesgo de los
terremotos, esta ciudad ya ha sido |
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castigado por varios, "tiene menos de 300 m".

Despedida
El día 22 voy a casa de Tanaka, cenamos juntos y
hablamos de mi estancia en Japón. Nada hubiese sido lo mismo sin su
ayuda y se lo hago saber; al final nos despedimos efusivamente y nos
prometemos seguir en contacto hasta que nos podamos ver, ojala pronto.
El día 24 me levanto a las 9, termino de hacer la mochila, miro en todos
los rincones una y otra vez pues siempre me olvido algo, y empiezo a
dejar Tokio poco a poco, sin prisas: el apartamento, voy andando como de
costumbre hasta la estación de Hiyoshi (20 m.) yendo con cuidado pues en
muchos tramos de la carretera ni siquiera hay espacio para los peatones
(la falta de terreno es el gran problema de Japón) e incluso los
autobuses tienen que orillarse para dejarse paso mutuamente. En el
trayecto me voy despidiendo de las casas que a veces parecen de juguete
donde en el espacio más inverosímil estacionan el coche, de los bonsais
que se ven en sus jardines, de los pequeños restaurantes con sus grandes
linternas de papel multicolores. Al llegar a la estación de metro lo
hago del bonito supermercado |
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donde todo parece a estrenar cada día:
compro mi última barra de pan que agarro con unas pinzas, la
coloco en una bandeja y voy a pagarla. La dependienta, al igual que
todos los días, la introduce

Fushiyama: símbolo de Japón
delicadamente en una bolsa de papel mientras no para de hablar (supongo
que a mí aunque no lo tengo claro), y al final le sonrío y le digo:
.- Arigato (gracias).
y me voy definitivamente mirando de reojo los puestos de venta tan
primorosamente preparados. Después Shibuya, Ueno y el tren hasta el
aeropuerto de Narita. Durante el trayecto ojeo los billetes de avión
y me doy cuenta que el vuelo San Francisco-San Salvador sale a las
0,20 del día 25 y no a las 12,20 como me habían dicho; no obstante
en el pacífico se hace el cambio de día y tal como voy viajando se
supone gano uno y llegaré a San Francisco el mismo 24 a las
7,40 de la mañana. Supongo que los cálculos los tengo bien hechos
pero me queda una pequeña intranquilidad que no se resolverá hasta
estar en San Francisco. Por lo demás la llegada a Buenos Aires va a
ser bastante movida: Tokio- San Francisco, San Francisco- San
Salvador, San |
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Salvador- Costa Rica, Costa
Rica- Lima y Lima- Buenos Aires. No quiero ni pensar que pasaría si
algún vuelo se retrasa pues los tiempos de espera entre algunos de ellos
son bastante cortos. De momento mi cabeza está bastante ocupada con este
maravilloso Japón que en unos instantes voy a abandonar para dar el salto
a otro continente: América.
Adiós Japón
Todavía
con la emoción de haberte podido visitar (eso sí , haciendo
malabares y equilibrios porque tienes unos precios!), y después de 3
intensas semanas me tengo que despedir de ti y de tu milagro que es
una suma de otros milagros. En efecto lo es que en una macrociudad
como Tokio (probablemente la que más me ha impresionado del viaje)
de 14 M. de habitantes se pueda caminar tranquilamente a

En la ceremonia del té
cualquier
hora del día sin problemas, que los revisores de trenes apenas te
pidan los billetes confiando en la honestidad de los usuarios, que
tus tradiciones, costumbres y música tengan un lugar privilegiado en
una sociedad tan tecnificada, que tu
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sistema educativo sea la envidia de
muchos países, esa fidelidad a la empresa y al trabajo que muestran la
mayoría de tus ciudadanos o que lleves bastantes años en deflación (o
has salido ya de ella?) es decir con los artículos bajando de precio (lo
cual me resulta muy gracioso) para ser diferente a los demás. No
obstante se suele decir que todo tiene un precio en esta vida, y al
parecer cada vez tienes más trabajadores que no quieren estar toda la
vida con la

Ida preparando la comida
misma empresa, que prefieren trabajar menos y tener más vacaciones, y
tus mujeres empiezan a querer ser más libre e independientes. Por otra
parte cantidad no es sinónimo de calidad y el vivir en unos apartamentos
minúsculos al ser tan cara la vivienda, no creo ayude a vivir mejor y
tal vez sea por eso que las salas de juego o los cibers estén llenos de gente muchas veces durmiendo, y no sé si
tanta tecnología y automatismo está creando por mimetismo unos
ciudadanos con algo de autómatas y bastante soledad que la intentan
superar precisamente con la tecnología, incluidos los móviles
de mil colores y diseños que se ven por todas partes. Para terminar
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creo tienes un grave dilema pues los
mismos que te desmilitarizaron al finalizar la 2ª guerra mundial,
quieren ahora que te vuelvas a militarizar para

Templo Kofukuji en Nara
defender no sé qué mundo de no sé qué enemigos: no les hagas caso y
sigue como estás pues ya sabes que todavía levantas recelos en la zona y
sus razones tienen; además con tu éxito económico has conseguido mucho
más de lo que seguramente esperabas conseguir por las armas y ahí está
la paradoja que por ejemplo te pasa con China: estáis haciendo grandes
negocios mutuos casi a escondidas, como para no levantar recelos entre
las respectivas poblaciones.
Música
La
música occidental, sobre todo la |
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Norteamericana está muy metida entre la
juventud, pero la tradicional Japonesa goza de buena salud aunque se
escucha en círculos más restringidos. La más parecida a la
occidental es una especie de pop Japonés llamado Enka que tiene una
música muy melosa y siempre en tono menor. El resto es bastante
diferente, (música de corte, Myhio) tiene unos

Con Suwa en Kyoto
cánones musicales muy particulares y a veces se hace dura de escuchar
para un oído occidental. El Kabuki tiene su
propia música que se interpreta con el Chamisén ( especie de
bandurria de 3 cuerdas), Shakuhachi (flauta) y Zuzumi (tambor
pequeño). En la música popular el Koto (especie de arpa alargada que
se toca horizontalmente) y el Biwa (como el Pipa |
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Chino) son muy
utilizados. Hay un instrumento muy enigmático, (el que escuché en el
templo de Kyoto: el Shoo), especie de órgano de bambú que es

El Shinkanshen símbolo de la pujanza japonesa
parecidísimo al encontrado en Laos. Mención aparte merecen las bandas de
tambores de diversos tamaños llamadas Taiko, donde la estética en
el tocar juega un gran papel. La música de la crónica es un trozo de una
canción folklórica de Okinawa acompañada con el Chamisén, unido con otro
interpretado con Koto y Shakuhachi. |
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Templo en Tokio |
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Puesto en supermercado |
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Templo en Kyoto |
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Ha llegado la hora de partir y el
momento triste de despedir a la familia que tan bien me ha acogido y
cuidado: espero que nos volvamos a ver pronto. Con las crónicas más
controladas, Ibiletxe revisada y puesta a punto, y el material mejor
organizado (nunca se termina de poner al día), salgo hacia el sur de
Argentina para entrar en Chile por Bariloche y continuar rumbo norte en
la última parte de este viaje. Espero tener suerte como hasta ahora pues
intuyo que en esta América tan impredecible me va a hacer falta.
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DATOS
PRÁCTICOS SOBRE : Japón |
Esta sección será una actualización de datos
prácticos que se pueden encontrar, y muy completos, en la web Ruta de los
Imperios:
www.ruta-imperios.com
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Visado
: |
No se precisa. A la entrada conceden
estancia por 3 meses. |
Paso de Frontera
: |
Sin problemas, son muy amables. |
Tasa de Salida : |
No Hay |
Automóvil
: |
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Combustible/Gasolineras : |
1 l.= 110 yens ( 1, 06 E:) |
Moneda
: |
El yen. 1 E= 104 Yens. Hay cajeros
por todas partes y también oficinas de cambio. |
Carreteras
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En muy buen estado pero el transporte
rey es el tren con sus famosos Shinkanshen que cubren prácticamente
todas las grandes ciudades del país, estando el resto conectado por
eficientes trenes de cercanías y a su vez con los metros
respectivos. El sistema de autobuses también es muy eficiente. |
Otros
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Es un país para degustarlo con
tranquilidad pero el inconveniente es lo caro que resulta el
alojamiento y el transporte. Las comidas japonesas sin embargo
resultan asequibles y hay de todo: algunas son de gusto parecido al
europeo y otras muy diferentes, pero tienen mucha variedad así que
se puede encontrar el alimento apropiado ( lo digo para los
exigentes). Internet carísima (más barata de noche) pero muy rápida.
La gente muy amable y siempre dispuesta a ayudar. País muy seguro. |
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