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  Crónica de : Jose E. Santacara
 

Crónica   13
  Fecha: 2.004-II-20
 
Kilómetros desde Carcastillo: 38.250
  Transmitida desde : Varanasi  (India)                             Pakistán  III Latitud    :  25º 18' N
Longitud :  83º 00' E
 
 

 

De nuevo a Islamabad
      Al
principio noto una sensación extraña  como de incredulidad de tener de nuevo el volante de Ibiletxe entre mis manos, y estar en ruta. Lejos quedan los problemas tenidos en el último mes, y que al escribir las  crónicas  respectivas me he dado cuenta de su magnitud  mucho más que cuando los estaba pasando. Pero  ya estamos otra vez los 2 juntos, al parecer en plena forma, y le prometo a Ibiletxe que no la meteré en otra de ésas. Sin embargo me doy cuenta que el humo blanco inicial no se ha ido y
        Palacio de Justicia en Islamabad
que en las cuestas es bastante aparatoso; pienso lo peor y me imagino que el motor está dañado, con lo que ahora si que el viaje se vendría abajo. Me paro un poco abatido para poner el tfno- satélite pues es domingo, y cuando arranco de nuevo veo que el

 

humo se ha ido; respiro aliviado y lo único que se me ocurre es que estos últimos días he tenido el motor en ralentí bastante tiempo para calentar el interior, y  hasta no alcanzar su régimen normal ha seguido saliendo. Paro a comprar fruta y veo que algo cuelga por la parte de atrás: es el enganche del gato hidráulico articulado que lo he perdido y menos mal que no le ha dado a nadie porque podría haber habido un accidente grave!.Me paro a dormir en una gasolinera cerca de Islamabad, y me duermo con la satisfacción  de que ahora sí, parece que todo marcha bien.
Visas   
       Otra   vez con tal vez la parte más ingrata del viaje: tramitar la nueva visa, o la extensión,   de la Pakistaní, e ir a recoger la de India que supongo estará lista; efectivamente así es y me voy a ver que pasa con la de Pakistán . Entrego todos los justificantes que tengo de la policía además del impreso y una carta en la que explico todo lo ocurrido : solicito 2 semanas más y 2 entradas previendo el ir hasta Kashgar en China. Cuando al día siguiente vuelvo me comenta que  sólo me han dado una semana y una entrada, y al ver que pongo mala cara me dice  que me puedo dar por satisfecho pues en estos casos se suelen dar 2 días para dejar el país.

 

Voy a ver a Hamid y le comento lo ocurrido:
.- Por qué no me has avisado antes?- me dice.
Coge el tfno., hace una llamada y me comenta:-
-Bueno ya tienes las 2 semanas ( No le he dicho nada de las 2 entradas pues me ha parecido demasiado); y añade:
.- Dale el impreso a este chico para que te hagan la rectificación. Tomamos un té, mientras me habla de las excelencias del islám.
.- Estoy en bancarrota- dice de repente; qué se puede hacer con un sueldo

 

 

 

 

de 12.000 Rp (unos 200$)?  El ejército se lleva demasiado dinero del presupuesto.-
(Pero es obvio que él tiene otras entradas como lo acredita su casa y su coche nuevo).
A los 15 m vuelve  el chico con las 2 semanas en el impreso y como ahora debo ir a otro departamento con él y el pasaporte, me da una dirección:
Mañana vete a 1ª hora, pregunta por este señor, es el director del departamento de visados, y te atenderán rápidamente.
Este Hamid parece estar muy bien relacionado y conocer a todo el mundo! En realidad así es   como funcionan las cosas en Pakistán: a base de influencias y conocidos.
Por la noche voy a cenar a casa de Victor:
.- Esta es una casa de cristianos: puedes pedir lo que quieras para beber- me dice jocosamente.
.- Hace tiempo que no me tomo un gin-tonic- le digo como pidiendo permiso.
.- Eso está hecho, pero ahora para cenar te puedo sacar cerveza.-.
No me esperaba esta sorpresa; cenamos y tenemos

 


                                  3º recorrido por Pakistán
una velada agradable en compañía de su mujer y unos amigos.
Cuando al día siguiente estoy ante el Director amigo de Hamid, le expongo mi caso y automáticamente pasa a tramitarlo; le comento las 2 entradas pero el ordenanza que está allí  le dice que no es posible por ser decisión final.
Camino de Hunza
     Me
despido de Hamid después de agradecerle lo que ha hecho, y al saber que voy a intentar in a China me vuelve a dar más direcciones en Gilgit y Hunza. Antes voy a Rawalpindi para intentar conseguir cadenas, un nuevo gato y una bombona de gas Pakistaní con su correspondiente estufa, previendo el frío que hará allí. Encontrar cadenas es una tarea casi imposible; Al final en una tienda me dicen

 

que me pueden apañar unas de camión de una chatarrería; son un poco grandes y oxidadas pero  le digo me prepare 2. Cuando las trae le pregunto:
.- Cuanto valen?-
.- 100 dólares- me contesta.
- Pero si de nuevas valen 30 $!- le digo sin salir de mi asombro.
.- Si pero no se venden apenas y por eso las vendo tan caras-
Es decir como vende poco lo quiere vender muy caro: acaba de tirar por tierra todas las teorías económicas!
- No me interesa pues además no sé ni si me valdrán ya que son de camión- le digo y me marcho.
Hacia Gilgit
     La
salida de Islamabad la hago por Murree, que si bien es una zona montañosa muy bonita, es una carretera con muchas curvas y lenta de atravesar.. Cuando me paro a dormir en Beham ya de noche, se observan a ambos lados de la carretera grandes montañas que van anunciando la cercanía del Himalaya. El paisaje se hace cada vez más agreste y bonito y al fondo se empiezan a ver grandes picos nevados; estoy circulando por la Karakoram Highway que une China con Paskistán, terminada en la década de los 70, y llamada pomposamente en Pakistán "La octava maravilla del mundo". Cerca de Chilas se puede ver a lo lejos la punta nevada del Nanga Parbat, el 1º  8.000 que veo aunque sea de lejos. La entrada en Gilgit también la

 

 

 

 hago de noche, para no perder la costumbre, y puedo observar que está en un valle rodeado de altas cumbre cuyas siluetas le dan un aire muy especial.. Efectivamente al hacerse de día aparece Gilgit en el centro del valle y es como si las montañas que le rodean las hubiesen colocado con posterioridad para adornarle: tal es la armonía que existe entre naturaleza y la obra del hombre
  Kalimabad
       Compro unas hamburguesas de carne baratísimas en un restaurante callejero, casi medio kg.: 40 cm., y continúo hacia la capital de Hunza, Kalimabad. Los habitantes de este valle tienen una particularidad y es ser seguidores del Aga Khan: su Islám es más abierto ( no celebran el Ramadán) y no es una sociedad tan machista como el resto de Pakistán. De hecho tampoco se consideran muy Pakistaníes y aunque menos conocido, es otro de los territorios en litigio con India. También su lengua es distinta, mejor dicho sus lenguas, pues tienen hasta 4, y en general se les nota otro aire , y más limpieza, comparados con el resto del
país, teniendo un nivel cultural más alto. Kalimabad es otro de los lugares donde se

 

puede estar días y días observando el paisaje sin cansarse; se encuentra colgado de la falda de una montaña y al fondo se puede ver el majestuoso Rakaposhi de casi 8.000 m., acompañado de varios 6.000s que parece se pueden tocar con la mano. Como estoy viendo a lo largo de este viaje la gran cantidad de hoteles que hay están vacíos, y así llevan desde hace 3 años. De poco sirve que ésta sea una de las zonas más pacíficas  tranquilas y hermosas de la tierra; nuestra propaganda tremendista está dejando en la miseria y el ostracismo a toda esta humilde gente que cada vez ve más negro su futuro.
Aquí estoy con Alí ( al que he conocido a través de Victor el agregado comercial de la embajada Española), que es una especie de ahijado para un matrimonio de Madrid, y habla muy bien castellano. Sus protectores decidieron invertir en la construcción de un nuevo hotel: "Karim hotel"pero que como todos los demás, está vacío. Al entrar en él veo colgado de la pared un gran póster  de San Fermines con los Gigantes en la puerta del Ayuntamiento: al verlo no puedo evitar la nostalgia de  tantas y tantas noches Sanfermineras muchas de ellas empalmadas con el día siguiente. Pero bueno ahora estoy en otra realidad, y quedo con Alí para ir mañana a arreglar 2 micropinchazos ( tendré que poner cámaras), y después ir a Sost (último pueblo de Pakistán) y subir si el tiempo lo permite al Khunjerab Pass, 4.733 m. donde está la  frontera  con China, siendo uno de los puertos más altos que existen.

Hasta la frontera China
    La
carretera a Sost, salvo algunos tramos en obras está bien y en 2 horas nos presentamos allí; voy a preguntar si podría entrar en China para ir a Kashgar con un pase especial ( pues sólo tengo una entrada):
..- Antes se daba a los extranjeros pero últimamente

 

 Islamabad los ha  suprimido  .- me contesta .
Otra vez la política Occidental respecto a Pakistán: nada que objetar. Iniciamos la subida a al Khunjerab y el tío de Alí que trabaja allí nos dice que andemos con cuidado por el hielo
:- Tranquilo- le digo a Alí; .- no pienso poner en peligro a Ibiletxe otra vez. La subida es suave y solamente al final hay rampas fuertes aunque no demasiado. Asombra que un paso a 4.733 m. pueda tener una carretera tan cómoda y es como si la naturaleza cuando formó estas montañas ya hubiese previsto que los hombres harían en el futuro una carretera. Dentro de Ibiletxe se va muy bien con la calefacción, pero en el exterior no se ve más que hielo por todas partes: en las laderas de las montañas, los ríos helados, en los arcenes de la carretera; sin embargo ésta se encuentra
Con Alí, unas latas de Bajamar y mucho frío
limpia. Al final llegamos al paso y al fondo se ve la frontera China que me produce la lógica emoción. El edificio es bastante nuevo y cuando llegamos hasta ella  no hay nadie: el frío hace que

 

 

 

los aduaneros Chinos estén más abajo. Aprovecho
para meter Ibiletxe en China y sacarme una foto con ella, ya que caso de ir se tendrá que quedar en Sost pues los trámites aparte de llevar mucho tiempo son costosísimos. Nos sacamos unas cuantas fotos más en el paso , pero rápidamente volvemos a Ibiletxe pues el frío que hace es de los que duele. A la vuelta paramos en Gulmit, para visitar a uno de los amigos de Hamid y ver si hay alguna posibilidad de conseguir entrar en China aunque sólo tenga una entrada en el pasaporte. Es el dueño del " Hotel Marco Polo", nos recibe muy atentamente y  me da la dirección del jefe de policía en Gilgit para ver si puede hacer algo pues el me dice que de estos temas no entiende nada..
.- Mañana haré el último intento en Gilgit.- le comento a Alí.
.-Me gustaría acompañarte pero tengo cosas que hacer en Kalimabad.- me contesta.
1er intento de entrar en China
       Voy
en Gilgit a la dirección dada y de allí me acompañan al departamento de visados; llaman a Sost, y después de hablar un rato me dicen que hable

 

allí con el Inspector Alam Gir y que me ayudará:    .-Seguro?- le pregunto todo incrédulo.
 .- Sí, el Inspector te ayudará- me responde.
Poco me importa en este momento que la palabra "ayudará" suena  muy ambigua. Loco de contento decido  volver a Sost para al día siguiente entrar en China. A 30 km. de Gilgit ha habido un gran desprendimiento y justo se puede pasar aunque muy  despacio; cuando voy a hacerlo me cruzo con un 4*4 matrícula Española: retroceden pues yo justo me he fijado, y son una pareja de Argentinos afincados en Madrid camino de su país; el tráfico  existente nos impide seguir la conversación, y este si que ha sido un encuentro corto. Más adelante y antes de llegar a Karimabad  empieza a caer una lluvia de piedras a la carretera; doy marcha atrás como todos los que me siguen y debemos esperar 10m. hasta que dejan de caer. Cuando  parece que la situación se ha normalizado  atravesamos la zona a toda velocidad sorteando como podemos las piedras, pues podría repetirse el desprendimiento. Son muy frecuente en la Karakoram, sobre todo cuando llueve como lo ha hecho estos días,  pues en gran parte está excavada  en la roca viva y es prácticamente imposible proteger tantos kmtros de carretera; en muchos tramos hay piedras en ella y lo único que se puede hacer es tener suerte y que no caigan en el momento de  pasar. Atravieso Karimabad  y 50   km.

 

antes de llegar a Sost anochece y al atravesar la zona de obras ahora sí que impresiona bastante en plena oscuridad y sin nadie que pase por allí; además ha empezado a nevar y según me voy acercando la carretera aparece cubierta de un manto blanco y bastante peligroso por el hielo. Me tranquilizo cuando por fin llego y voy a preguntar a los de la aduana los trámites necesarios.
.- No te preocupes; vamos a dejar la camioneta en el aparcamiento de los vehículos oficiales, y mañana a las 9 sacas el billete y haces los trámites del pasaporte-. me responden.
Todavía me resulta difícil de creer que esté todo arreglado, pero ellos me dicen que no hay ninguna pega. Los funcionarios que viven cerca del aparcamiento me dicen que pase a su habitación; una vez dentro les digo que mañana quiero ir Kashgar y uno de ellos me explica cómo es el viaje:
.- En el autobús vas  hasta Taskurgan y una vez allí si llegas pronto tomas el autobús que va a Kashgar. Si no, tienes 2 opciones : o dormir en Taskurgan o tomar entre varios un taxi para ir a Kashgar-
.- Pero eso será caro- le contesto.
.- No que va; en realidad es lo que hace la mayoría; tomar un taxi y
                                                        Rio helado cerca de khunjerab
solo sale un  poco más caro que el autobús y además es            bastante                      más                  cómodo.

 

 

 

.- Y cuanto tiempo se tarda?- vuelvo a preguntar.
.- Hasta Taskurgan una 6 horas depende de cómo esté la carretera, y a Kashgar otras tantas-..Después le hago un montón de preguntas sobre China, pues ha estado allí varias veces, y hablamos sobre nuestros respectivos países. A  Megbu Jusen, que así se llama, le encanta la literatura y escribe poesías en sus ratos libres. Tiene un hablar pausado y reposado y con su aire de intelectual no le pega el trabajo que tiene, aunque el mismo me comenta:
.- No me         Mercado en Gilgit
gusta mucho este trabajo pero aquí no hay donde elegir- me dice con un poco de resignación-
.- Quieres cenar con nosotros?
- Vale de acuerdo- le contesto.
.- En mi habitación hay una cama libre y  si quieres puedes dormir en ella; al menos estarás más caliente-
En esto último tiene razón, pero con la estufa comprada espero no pasar mucho frío. Además debo preparar todo lo que voy a llevar.
.- No gracias, dormiré en la camioneta- le respondo.
.- Buenas noches. Mañana antes de marchar vendré a despedirme -añado y me voy donde Ibiletxe. Debo preparar bien las cámaras y la grabadora: cargar las pilas de repuesto, llevar los cargadores respectivos y cintas de repuesto para el vídeo. Supongo en China podré comprar una tarjeta de gran capacidad para  las

 

fotos pues llevo 3 de 32 M. ( consecuencia de los robo). Por lo demás meto en la mochila lo indispensable, y me pregunto qué tal me manejaré sin
 Ibiletxe y con todo el equipo encima. Aunque me dormí a las 3 para las 8 de la mañana del día siguiente ya estoy despierto presa de la natural excitación. Me dicen que deje Ibiletxe en un rincón para que no moleste, me despido de Megbu y los demás,  voy a por el billete, pero los funcionarios de aduanas tardan todavía bastante en llegar; yo no hago más que incordiar a todos pues temo que por un descuido me quede en tierra.
Desilusión

 Al final llegan y voy a ver al Inspector Alan Gir:
.- Ayer  hablaron con Ud. desde Gilgit sobre mi viaje a China y les comentó que no habría problema- le digo.
.- Sí, así es; enséñame el pasaporte- y se lo alargo.
Veo comenta algo con el que está al lado y me dice:
.- Esta visa es de tránsito y no puedo hacer nada- al oír esto se me cae el alma a los pies.
.- Pero eso ya se lo comentaron y dijo no habría problema- le digo casi suplicando.
.- No, me malentendieron; si quieres volver a entrar con esta visa lo 1º es que los Chinos no te dejarán pasar y si consigues llegar aquí no te dejaremos nosotros: la ley es así y no está en mis manos cambiar esto. La única posibilidad es que una vez en China te saques una nueva visa o bien yendo a Pekín o tramitándola desde Kashgar-
De esta forma tan concisa y precisa derrumba mi sueño de ir a China. Me deja bastante abatido mientras los 4*4s van saliendo dirección a China, y ahí me quedo hasta que se va el último; voy a que me devuelvan el dinero de el billete y a continuación a ver a Megbu al que le  explico lo que ha pasado; se me ocurre llamarle a Hamid por si puede hacer algo y

 

queda en llamarme al cabo de una hora. Cuando lo hace me comenta que de tener arreglo debo ir a Islamabad, y es un viaje de un día, más otro de vuelta 

 Ibiletxe, yo y Nanga Parbat al fondo
y lo que tarde en solucionarse el tema (si se soluciona); por otra parte los autobuses a China dejan de funcionar el 31 de Diciembre y estamos  a día 10. Después de darle vueltas durante un rato decido ir a Islamabad a intentarlo, pues me encuentro muy ilusionado con este viaje a China..
A Islamabad por cuarta vez
        Los
20 primeros km. desde Sost están muy peligrosos por el hielo con la carretera totalmente blanca; a partir de ahí desaparece y la conducción se normaliza. Sin embargo a 50 km. de Gilgit hay un gran desprendimiento con toneladas de rocas en la carretera que la taponan totalmente; no se puede hacer absolutamente nada, y comentan que tal vez mañana por la mañana vengan con máquinas (es la única manera) a despejarla. Me vuelvo para atrás a dormir en Aliabad y mientras estoy pensando en el

 

 

 

desprendimiento y que esto va a retrasar aún más el viaje, me doy cuenta que en realidad la única manera de entrar en China con tranquilidad es una vez allí ir a Pekín a sacarme una nueva visa  (con lo que tendré oportunidad de conocer la capital y algo más en profundidad la realidad China y por supuesto su música), pues entre otras cosas aunque me den las 2 entradas la visa se me termina el 20 de Diciembre y no tendría tiempo material de ver lo que me queda de Pakistán (Lahore). No obstante al día siguiente
                 Puente colgante en Gilgit
decido ir hasta Gilgit pues hay una Internet muy rápida y quiero colgar otra crónica. En la zona del desprendimiento han abierto un pasillo muy estrecho por el que se pasa con dificultad, pues el piso con la caída de las rocas se ha quedado totalmente deshecho.
Con Marcelo y Luisa
       Lo
1º que hago es llamar a Hamid, y le han dicho  que no se puede hacer nada y que bastante hicieron con darme 2 semanas pero eso poco importa ya en este momento; le doy las gracias por intentarlo y le

 

comento que a mi vuelta a Islamabad le haré una visita.. En  el Ciber me vuelvo a encontrar con los Argentinos, y decidimos cenar juntos para poder contarnos nuestras respectivas odiseas.  Me invitan a  su hotel y ahora si que le sacamos partido al encuentro. Se llaman Marcelo y Luisa y llevan muchos años afincados en España; su proyecto es ir hasta Singapore en su 4*4, allí embarcarlo en un container para Argentina mientras ellos van en avión. Tienen también su página web, y email:
marcelo_luisa@yahoo.com
Las peripecias más grandes las han tenido en Georgia donde la policía es muy corrupta y continuamente les intentaba sacar dinero:
.- Su  música es muy bonita y les encanta cantar, sobre todo después de las comidas- me dice Marcelo.
.- Si, ya me lo habían comentado, pero precisamente el ser un país tan corrupto me echó para atrás- le contesto con un poco de pena.
Hablamos de la situación tan penosa en que se encuentran estas repúblicas de la Ex-Unión Soviética, ellos desde su experiencia en Georgia y yo desde la mía en Asia Central, de nuestros particulares viajes y proyectos y como no de la situación general en España, en la Comunidad Autónoma Vasca y en Navarra, de la que están bien informados. El tiempo pasa rápido, es difícil condensar viajes tan excitantes en una noche, y para cuando nos damos cuenta son las 3 de la madrugada y mañana hay que levantarse pronto. Duermo en el parking del hotel, y al día siguiente después de desayunar juntos y hacernos las fotos de rigor (que no las encuentro) partimos en direcciones opuestas: ellos hacia el sur, camino de Islamabad, y yo hacia el norte, con la esperanza de volver a encontrarnos en algún lugar de la India o en otra parte: el mundo para los viajeros no es tan grande como parece.

 

 Camino de China
      Esta
vez sí, nada me puede detener e impedir que vaya a China, y voy muy contento pues en mis planes iniciales en ningún momento se me pasó por la imaginación que iría a Pekín. Me vuelvo a acordar del refrán: Gero- gerokoa, e intento concentrarme en los pormenores de esta etapa sorpresa. El tiempo está muy bueno y la carretera totalmente despejada, sin nada de nieve o hielo que la dificulte. Una vez en Sost voy a ver a Megbu pero está ya en la cama. Le comento que mañana por fín voy a China y que iré hasta Pekín a por la nueva visa.
.- En  el cuarto de estar hay unos amigos Chinos durmiendo, pero te puedes quedar en esa otra cama si quieres.- me dice amablemente.
.- Gracias pero dormiré en la camioneta; nos vemos mañana- y me despido.
  
        Graciar camino del Khunjerab Pass
La mochila todavía la tengo hecha, así que me cuesta poco prepararme todo; decido ir bien preparado para el frío y me llevo incluso la camiseta térmica. En estos momentos me alegro de que no me diesen las 2

 

 

 

entradas pues no hubiese tenido la oportunidad de ir a Pekín.
Hoy dormiré en China
       Con
este pensamiento me levanto y después de despedirme de Megbu, me voy a por el billete y a cumplimentar los trámites de la aduana.
.- Has conseguido nueva visa?- me dice Alan Gir.
.- No me voy a Pekín a por ella- le respondo todo contento.
.- Que tengas buen viaje y hasta la vuelta-
El día está despejado y no nieva, aunque hace mucho frío. Cuando monto en el destartalado autobús las emociones se agolpan en mi cabeza: nunca pasó por ella ir a Pekín y ahora voy a ver hasta la Gran Muralla: menudo regalazo te has hecho Jose Eladio me digo a mí mismo riéndome en mi interior ( Esta es una de las ventajas de ir sólo: siempre sale la decisión que yo quiero, y además es la correcta). Voy en un rincón de la parte de atrás, y a mi lado van varios Uhigures y Chinos Han (la etnia mayoritaria); también los que a sí

 


mismo se llaman : bussines man Pakistaníes, en realidad meros intermediarios que viven de eso. La frontera está a la salida de Sost y en la cima del Khunjerab Pass no hay nadie al igual que el otro día;: pasamos la frontera sin de momento ninguna formalidad y ya estoy en la soñada China.

 

Musica
      La
canción vuelve a ser en Pastu, del cantante Ali Takkar. En Pakistán IV, después de China, hablaré algo sobre la música Pakistaní
.
          Jóvenes Patanes  bailando en Islamabad

 
 
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