Crónicas   en   directo    

  Crónica de : Jose E. Santacara
 

Crónica   12
  Fecha: 20-II-2004
 
Kilómetros desde Carcastillo: 37.350
  Transmitida desde :  Pokhara  (Nepal)                       Dir   (Pakistán II)          Latitud   : 28º 13' N
Longitud: 83º 59' E
  Estoy intentando ponerme un poco al día con las crónicas, aunque esto será en parte a costa de los emails pues no llego a tiempo a todo. Espero se entienda.
   POR FAVOR: NO ME MANDEIS PROPAGANDAS DE NOKIAS NI DE NADA. ME ESTAIS COLAPSANDO EL CORREO Y ES LO UNICO QUE ME FALTABA!!  GRACIAS

 

 

Mis buenos Talibanes de Dir
   Erase una vez la Unión Soviética ( ya fallecida) que, como todos los poderosos, y con la excusa de poner orden e implantar la justicia y la democracia, invadió Afganistán hace algunos años. Muchos Pastunes de Afganistán ( la etnia mayoritaria) y también de Pakistán era Talibanes: es decir estudiantes del Corán. Unas personas sin escrúpulos venidas allende los mares decidieron utilizarlos para crear problemas a los Soviéticos, así que dieron armas a los más fanáticos para que luchasen contra los infieles que habían invadido su país, sin  importarles   (o precisamente por ello) lo explosivo que podía resultar la
                          Hotel Dir
mezcla de la religión con las armas. Al cabo de unos años los Soviéticos se retiraron de Afganistán y el país se vio sumido en una guerra civil por el control del poder, entre los diversos grupos que habían estado combatiéndoles, por lo que los Talibanes armados, con la misma excusa de poner orden e implantar la justicia y la democracia tomaron el poder.

 

Pasaron unos años más, y las personas venidas del otro lado del mar decidieron que ya no necesitaban a los Talibanes armados, así que con la misma excusa más alguna otra como combatir el terrorismo que ellos tantas veces han utilizado y financiado, bombardearon y aterrorizaron despiadadamente el ya de por sí destruido Afganistán hasta echarlos del poder, y poner en su lugar a otras personas de su confianza y más dóciles. Mientras tanto los demás Talibanes, aunque sin ocultar su simpatía por sus hermanos, y ajenos a la mala prensa que les habían puesto a todos ellos en Occidente, seguían desarrollando su tranquila vida y estudiando el Corán. Entre estos últimos están "Mis buenos Talibanes de Dir", a los que dedico esta crónica así como  a Carmeli.
(Por estas tierras se comenta que ahora Rusia, en alguna medida heredera de la Unión Soviética y que no ha olvidado lo pasado, podría aprovechar la situación y utilizar a los mismos Talibanes para crear problemas a los hombres venidos del otro lado del mar.)
Comprobar daños
      Al
día siguiente compruebo los daños sufridos por Ibiletxe: las ruedas delanteras parece que las hayan mordisqueado de las mellas que tienen; el protector del carter está totalmente roto pero esta vez se ha salvado; el tubo de escape tiene 2 agujeros y un sinembloc roto; miro lo del ruido en el lado derecho, y al desmontar la correa veo que la bomba

 

del servo está deshecha: al parecer le quitó el líquido, no sé para qué, y se le olvido ponerlo al chapuzas de Chitral. Se nota alguna que otra pedrada pero el resto parece está bien.
Desmontar embrague
      En
cuanto llega el dueño siguen desmontando; parece tiene más idea que el de Chitral pero procuraré estar más atento. Para soltar el embrague hay que quitar la parte eléctrica, soltar los pivotes de ruedas, que como no tiene extractores lo hacen a martillazos que casi me duelen físicamente, los palieres (para lo que tiene que soldar una llave Allen a una barra larga) y por último la caja de cambios. El desmontaje es aparatoso pero no se toca nada vital por lo que en cierto modo estoy tranquilo. La maza del embrague está sujeta por 12 tornillos para los que no tiene llave: intenta sacar uno soldándole otro tornillo pero se rompe el espárrago; lo hace con otro y sale pero con la rosca toda comida al no estar soldada concéntricamente. No le dejo soltar más  pues es obvio que saldrán mal, y entonces sí que tendré un

 

 

 

 

 problema grave: hay que buscar una llave apropiada como sea. El mecánico se muestra bastante pesimista, dice que en Dir es imposible encontrar una así y que no podrá hacer nada. Mientras les he arreglado la luz del servicio, y de cara a la noche me dejan la llave caso de que necesite ir. Al menos no tendré que comportarme como ellos.
Descubriendo Dir
      Lo
dejamos para el día siguiente y yo me voy a explorar Dir, pues entre otra cosas necesito encontrar un PCO (locales para telefonear), cambiar dinero e ir a la policía.. Ciertamente no hay mucho para ver: el bazar es un conjunto de tiendas en no muy buenas condiciones, con cantidad de puestos callejeros y restaurantes pequeños, y allí mismo encuentro uno y este sí en buenas condiciones; llamo para decir que al menos he superado Lowari Pass y que vamos a intentar reparar Ibiletxe. Para ir a la policía hay que atravesar casi todo el pueblo, y allí me dicen que no me preocupe, que mañana me harán un documento certificando lo ocurrido.
.- Quieres que te pongamos vigilancia?. Por aquí hay muchos terroristas de Al-kaeda- me dicen.
.- No gracias; me siento seguro donde estoy- le respondo. -Ya estamos con el discurso oficial!- me digo a mí mismo.
A la vuelta veo un Hotel en pleno bazar:
.- Hola me puedes cambiar dólares?- le pregunto al recepcionista.
 -Si, no hay inconveniente-
Me dice el cambio y lo encuentro razonable.

 


                           Estancia en Dir y 2º recorrido
 Se me ocurre pensar lo bien que estaría en el aparcamiento que tiene, y que está separado  del bazar, pero me tendré que conformar con lo que tengo.
Al día siguiente el mecánico quiere seguir quitando los tornillos con la soldadura pero no le dejo: otra vez se me echan encima los espectadores por no dejar trabajar al mecánico!. Veo que un joven tirando de lima está haciendo una llave Thor (la que nos hace falta) de una Allen: eso si me gusta; le cuesta 2 horas hacerla y 3 más sacarlos todos pero al final la maza sale. El disco de embrague está deshecho, y la maza con los muelles muy blandos del calor: valdrá?. Ponemos nuevos ferodos en el disco y a montar todo. La bomba del servo la quiere montar tal como está pero le digo:

 

.-.No se puede montar así pues  no duraría nada; hay que intentar poner en el eje un rodamiento nuevo- añado.
Y vamos a un taller donde tienen torno. Mientras prepara el asiento para el nuevo rodamiento, no paran de hacer chistes y comentarios sobre Talibanes, Bin Laden y Al-kaeda riéndose a carcajada limpia; en esto se va la luz, como de costumbre,  uno comienza a hacer girar el torno a mano con una llave inglesa sujeta al eje de él y sigue trabajando: alucinante!.Terminado el montaje pongo Ibiletxe en marcha, pero no va: antes de llegar a desembragar comienza a rozar algo por dentro. La desilusión es total, y al menos hay que desmontar para ver qué es lo que roza: probablemente son los muelles de la maza muy blandos, y al día siguiente se le ocurre desgastar los ferodos. Esta vez si va aunque resbala bastante:
.- Así podrás ir hasta la India donde te pondrán uno nuevo- me dice.
Yo no soy tan optimista y hubiese preferido esperar y encargar piezas nuevas, pero probaremos.
Música en directo para mí
       Bachaján,
que es el joven que está pintando la carrocería de un 4*4,  me comenta que esta noche van a tocar sus amigos para mí el rebab y sitar junto con el baya ( una percusión tipo tabla); me parece estupendo y hacia las 7 viene a buscarme y vamos al lugar. Se trata de un 1º piso al que, como en todas las casas, hay que subir por una  escalera  de    obra  bastante  vertical; a

 

 

 

continuación debemos andar por la cornisa de medio m. de ancha hasta la habitación correspondiente y allí están esperando los amigos: al verlos a todos enbozados en sus capas parecería que se trata de la preparación de
un complot a algo así. La velada es muy agradable y les quedo muy agradecido, máxime cuando estamos en Ramadán, y no está bien visto tocar música.
1ª despedida de Dir
     
Una vez pagada la reparación, me despido de todos los del taller que han sido muy amables, y después de 4 días-noches no muy agradables y a veces tensas por las decisiones a tomar, me voy con cierto alivio pero sin mucha confianza de que el apaño hecho funcione. Al salir de Dir camino de Islamabad me cruzo con los Austriaco que llevaron a Deniss a Chitral: han tenido que estar todos estos días sin poder volver por la imposibilidad de atravesar Lowari Pass, y al fin  hoy lo han hecho  aunque con muchos apuros.
Vuelta a Dir
       El
embrague cada vez resbala más, y cuando no llevo más que 50 km. precisamente en un control

 

 policial deja de funcionar. Un policía muy a mable (que por cierto lo 1º que me pregunta es si le puedo conseguir la visa para ir a mi país, sin saber de dónde soy) me comenta que en el pueblo hay buenos mecánicos y que mientras me puedo quedar con ellos. Dudo unas décimas de segundo, pero rápidamente tomo una decisión: me vuelvo a Dir, pues mientras llegan las piezas creo podré estar en el aparcamiento del Hotel Dir, y por otra parte el mecánico ya sabe cómo desmontar y montar el embrague.
.- Creo es mejor te quedes aquí- me vuelve a repetir
Pero la decisión está tomada:
.- No, me vuelvo a Dir; ahora el problema está en buscar alguien que me remolque- le contesto.
- Vosotros los ricos podéis solucionar fácilmente esos problemas. La dificultad es para los pobres- me dice.
-Yo no soy rico! - empiezo a responderle, pero enseguida me callo pues efectivamente para ellos todos nosotros somos ricos. Noto una amargura muy grande, como he observado en muchísima gente, pues con los sueldo míseros que tienen (3.000 rp/mes), se asemejan a esclavos voluntarios atados de por vida a los trabajos que tienen.

Hotel Dir
      En
2 horas me remolcan hasta el Hotel Dir, donde me dejan en el aparcamiento. Les pago y voy a recepción:
.- Hola otra vez soy yo; el embrague no funciona en absoluto y tendré que esperar en Dir hasta que lleguen las piezas de repuesto. Puedo quedarme en el aparcamiento y cuanto me cobraríais?- le pregunto al encargado.
- Por supuesto puedes quedarte y no te voy a cobrar nada- me responde. Es de las personas que inspira

 

confianza en cuanto la ves; creo que nos llevaremos bien. Saludo a Abdul, el abuelo que cuida el aparcamiento y el Hotel,  me dedico a preparar a Ibiletxe para una más o menos larga estancia y me animo a mí mismo diciéndome que lo peor ya ha pasado y ahora sólo queda esperar. Voy al PCO y comienzo a hacer llamadas para ver el procedimiento de encargar las piezas. Victor, el amigo de Vicente-Marian, y agregado comercial de la embajada Española en Islamabad me dice que pueden mandar las piezas a la misma embajada y a su nombre con lo que se agilizarán mucho los trámites de aduanas. Quedo a la espera de los datos que deba mandar y mientras en el Hotel, Rauf Jan así se llama el encargado, me da el número del teléfono para que me puedan llamar allí y me comenta que si compro una tarjeta también lo podré usar yo en caso de necesidad. No me puedo quejar pues ya estoy bien comunicado, cosa fundamental ya que intuyo voy a tener que usar mucho el teléfono; de hecho los siguientes días son un continuo ir y venir al PCO dando datos, mandando faxes, pero creo esto no es nada comparado con la locura que tiene que estar pasando Carmeli llamando a Zaragoza, Bilbao, Madrid, atando cabos para que todo salga bien, y encima todos los días al trabajo.
La vida en Dir, Hotel Dir
     La
semana inicial que preveía, veo al menos van a

 

 

 

ser 2, más luego tengo que ir a por las piezas a Islamadad, montarlas etc., con lo que al final serán 3 semanas en el Hotel, que unidas a la inicial dan casi un mes en Dir!; si algo me está enseñando este viaje es a tener paciencia y dejar que las cosas sigan su curso, así que a esperar. Los días transcurren más o menos con la misma rutina: me levanto hacia las 10, me lavo en el baño de una de las habitaciones de la que  al principio Rauf Jan me da la llave, pero luego me la cojo yo mismo, a continuación desayuno o bien en Ibiletxe o en el comedor ( tienen la deferencia conmigo pues estamos en Ramadán), y después trabajo con el ordenador o charlo con ellos en el bonito jardín que hay en el Hotel; hasta las 3 de la tarde se está muy bien en él cuando el sol calienta,
               Abdul rezando el el patio
pero a partir de esa hora empieza a hacer bastante frío y no quiero ni pensar cómo será Dir en pleno invierno; más tarde voy a dar una vuelta por el bazar y comprar algo (ya le voy cogiendo cariño y la gente me empieza a conocer y saludar). Como con ellos a las 5 y otra vez a recepción, con la correspondiente estufa, donde la verdad sea dicha adelanto muy poco con el ordenador pues siempre hay gente allí dispuesta a charlar de lo que sea; el idioma a vuelto a cambiar ya que  aquí todos hablan Pastu, utilizando únicamente el Urdu cuando viene algún cliente de fuera.

 

De todas formas ahora es temporada baja y sólo hay turismo local, aunque desde hace 3 años apenas vienen extranjeros.
.- Hay Internet en Dir?- le pregunto a Rauf Jan.
.- Si hay pero privadas; si quieres puedes comprar una tarjeta y utilizar la línea telefónica de aquí, y así de paso chequeo mi correo- me responde.
Dicho y hecho: compro la tarjeta, utilizo el nombre de usuario y contraseña que vienen en ella, y ya tengo Internet privada y además muy barata y rápida! Esto es más de lo que podía esperar.
Mis amigos  de Dir
       Al
cabo de unos días ya me siento como en casa e incluso a veces Rauf Jan me dice que atienda el
       Hanif, Altaf, Rauf Jan y su hija Aiman Jan
teléfono cuando se van todos a rezar. A los pocos días de estar allí viene Hidewet: es médico y el dueño del Hotel ( aunque Rauf Jan lo gestiona todo).
.- Hola, estás bien aquí? haremos todo lo que esté en nuestras manos para que tu estancia sea lo más agradable posible. Ya  te dan de comer?- me dice todo amable
.- Si, estoy de maravilla; como con ellos y si no hay inconveniente al final de mi estancia pagaré todo- le

 

respondo.
.- No te preocupes por eso en absoluto; eres nuestro invitado y si necesitas dinero me lo dices-
Esto ya me parece demasiado, y en la situación que estoy se agradece hasta el infinito.
.-No sé ni como agradeceros tanta amabilidad. Rauf Jan me ha dicho que vais a hacer nuevos panfletos de propaganda y le he comentado que os puedo hacer todas las fotos que queráis y grabároslas luego en un CD- le respondo un poco azorado.
.- OK. Nos vendrán muy bien. Compré el Hotel el año pasado y estamos intentando renovarlo. Sobre todo me interesa que fotografíes las nuevas habitaciones con sus baños completos y vistas del jardín.-
.- Eso está hecho- le respondo satisfecho de poder contribuir en algo.
A partir de ahí y durante 2 horas hablamos de mi país, del suyo, de la situación delicada por la que atraviesa Pakistán ( en especial esta zona) y el mundo musulmán en general debido al acoso al que se ve sometido últimamente etc.
.- No me gusta el mal trato que se está dando a los musulmanes en el mundo: mira en Palestina, o lo que ha pasado en Irak y antes en Afganistán. Yo no quiero que muera nadie, ni siquiera soldados americanos pues ellos también tienen familia y padres

 

 

 

que llorarán por ellos. Cuando los bombardeos de Afganistán me tocó atender a madres que lo único que querían era encontrar un trozo aunque fuese pequeño de sus hijos para poder enterrarlo y decir: ahí está mi hijo; pero las malditas bombas no dejaban ni eso-
La verdad se te pone un nudo en la garganta al oír a Hidewet hablar de estas maneras, mientras da toda clase de facilidades a una persona venida de ese mundo que tanto les está machacando.
Con nosotros está también Fazil, el otro recepcionista y de Chitral, que duerme en una de las habitaciones que dan al jardín. Habla lo justo, y su nuevo hobby es que por las noches entre en Internet para ver páginas de ésas; me hace mucha gracia cuando le veo paseándose con su gorro Chitralí y su albornoz que casi le llega hasta el suelo, y me recuerda al "Ivan el Terrible" de Einsestein.
Por las mañanas suelo hablar con Altaf, encargado del sistema eléctrico de la zona y hospedado aquí y que dentro de 2 meses se casará en Mardin, su ciudad.
       Faruk delante  de un pequeño restaurante

 

Todos los días Mohamad Tarek, el cocinero me pregunta si me gusta lo que va a hacer y yo le digo que no hay ningún problema; mientras el joven Faruk se afana en la limpieza de la cocina...cuando tiene ganas.
.- Diles que tienen que tener más limpia la cocina.- me repite Rauf Jan continuamente,- porque a mí no me hacen mucho caso-.
.- Ya les he dicho y si quieres que vengan turistas Occidentales debéis cuidar mucho la limpieza ( o al menos aparentar).- le respondo.
We will keep them busy 
    " Los
mantendremos ocupados": el que así habla
es el maestro Hanif , al que acabo de conocer en el PCO, mientras por la TV dan la noticia de algún soldado norteamericano muerto en Irak: Por la tarde- noche me viene a visitar al Hotel y él también quiere que entre en Internet; me han traído música Pastu, tanto de Pakistán como de Afganistán, y me las va traduciendo al inglés en un papel.
Al monte
       Dir
está rodeado de montes y decido subir a uno  de ellos: es una tachuela de unos 400m. y al menos haré algo de ejercicio. Me aconsejan que no vaya

 

sólo pero no les hago  caso; al empezar a subir miro instintivamente a ambos lados pero ni veo a  Zarra ni a Yoli. Es curioso que paso al lado de algunas casas, y en una zona donde todas las mujeres llevan el burca las veo en ellas sin el, y  sin que por ello se escondan: están en sus casas y ahí se sienten como protegidas. Desde arriba hay una buena vista, pero los críos ya han empezado a incordiar y a llamarme americano, británico etc ( probablemente es una excusa como otra cualquiera), así que inicio la bajada por una torrentera del agua de lo más peligrosa: técnicamente no tiene nada pero desde arriba empiezan a tirar piedras y como estoy casi en vertical debajo de ellos, si me da una ahí me quedo. Cuando llego al Hotel respiro y al contarles lo ocurrido se ríen:
- Ya te avisamos- me dicen
Parodiando al Islám
       Una
mañana viene Altaf con un recorte de periódico: lo enseña a Rauf Jan y a los demás y se ríen; es un chiste de la prensa Pakistaní y me lo enseña a mí:
.- Lo entiendes?
Lo miro y también
                                    Haciendo pan (rutti)
me río: se ven a unos musulmanes rezando sobre sus respectivas alfombras pero cada una  está orientada hacia un sitio diferente en lugar de estar todas hacia la meca:
.- Y qué dice el texto? le pregunto.

 

 

 

  .-  Dirigentes de los partidos Islámicos rezando- me responde.
El chiste me gusta porque indica que hay debate entre ellos, aunque sea a un ritmo muy lento para la mentalidad Occidental.
Llega Hidewet y le comentan:
.- Te has enterado de los 2 helicópteros americanos derribados?- Todos ellos se sonríen pero Hidewet dice:
- Si pero todos esos soldados tenían padres y no volverán a ver más a sus hijos; y todo esto por el petróleo-. Maravilla la humanidad de este hombre incluso hacia sus enemigos que en su opinión tanto daño están haciendo a sus hermanos de religión.
           Dando clase en el patio
Cocinando en Dir
      Le
pregunto al cocinero si le importa que cocine algo y me dice que adelante: decido hacer una buena tortilla de patatas y leche frita de postre ( son muchos meses sin probarlas). Mientras las hago entra uno de la limpieza y le dan la comida; le miro al cocinero y me dice
.-Es cristiano y no está obligado a cumplir el Ramadan-
 Parece que los guisos  tienen buena acogida sobre todo la leche frita así  que otro día repetiremos.

 

Islamabad: recoger piezas
     El
domingo 22 de Noviembre decido ir a Islamabad, pues las piezas han salido ya y al parecer llegarán en 5 días, cojo la mochila para traerlas y después de un largo viaje de 8 horas llego por la tarde; el cocinero ha ido conmigo hasta Mardin para ir a Pesawar, su ciudad, pues se acerca el final del Ramadán y tienen 5 días de fiesta ( una especie de Navidades musulmanas). Voy al camping, y al día siguiente  iré a la embajada Española, a la India para sacar una nueva visa ya que se me ha caducado la que tenía, y ver de extender u obtener una nueva  para Pakistán pues hace tiempo me ha vencido, aunque tengo los justificantes de la policía.; la dormida no es muy confortable que se diga: encima de una tabla y con algo de frío. A 1ª hora del lunes las piezas no han llegado, por lo que me voy a la embajada India: en 5 días tendré el nuevo visado. Se me ocurre también sacarme por si acaso el de China, aunque no tengo nada claro que pueda ir. El ministerio de Interior Pakistaní no está muy lejos y voy andando; después de pelear un rato consigo estar con el encargado de visas, me dice que rellene un impreso,  le entregue todos los justificantes que tenga, y en un día me dará la nueva visa:
.- En cuanto repare el coche esta semana y venga a Islamabad entregaré toda la documentación.- le digo con satisfacción. Al bajar del despacho, un Pakistaní que está en el hall me pregunta qué ocurría:
.- Tengo el coche roto,  la visa caducada  y necesito una nueva: casi no puedo hablar con el encargado de tramitarlas- le respondo.
- Peor lo tenemos nosotros que ni siquiera podemos conseguir visas para ir a Europa- me contesta con cierta acritud.
- Qué estás haciendo en Pakistán? vuelve a preguntarme.

 

- Aparte de visitar el país estoy recopilando música popular, pero ahora tengo el coche roto en Dir-
- Estás en Dir?, yo también soy Patán (así se llaman) de Mardin. Ven a mi despacho y te enseñaré música  de nuestra región-.
- Vaya no la tengo aquí; tómate un té y nos iremos a mi casa a escucharla-
 En el camino no tiene ningún reparo en hablarme nuevamente de lo mal que se está portando Occidente con los muslines, sobre todo los americanos, hacia los que siente un gran desprecio. Me pregunto si aparte de Musarraf, el presidente, alguien más siente simpatía por ellos! La actitud general que estoy observando va desde el desprecio militante tipo Hamid, así se llama, o Hanif el maestro, hasta los que les consideran como un desastre natural
                                   Tocando el Sitar en Dir
ante el que no cabe hacer nada más que aguantarse. Su casa está muy bien, tiene varios criados, escuchamos música y me comenta que cuando vuelva a Islamabad lo visite de nuevo. Llamo a la embajada y las piezas han llegado! Voy a ella las recojo y a la parada del autobús para Rawalpindi desde donde sale el de Mardin. En la misma parada hablo con una persona y resulta que es de la zona de Dir y en 1 hora van varios en una camioneta hasta Timargara, para celebrar la fiesta del Eid ( fin del Ramadan)

 

 

 

.- Si quieres puedes venir con nosotros- me dice
.- Encantado- le respondo y nos vamos a Rawalpindi: se nota el ambiente festivo en las calles engalanadas con  las fachadas de los edificios llenas de luces colgantes, y en la alegría y jovialidad de las personas
En la camioneta vamos enlatados, pero contento de estar de vuelta con las piezas. A las 2 llegamos a Timargara, y me acompaña a un hotel. El decorado se asemeja al de una película de terror: no hay nadie en la sucia calle; delante va una persona alumbrándose con una linterna y nos conduce por unas escaleras exteriores hasta una azotea donde abre una puerta metálica. Dentro de la habitación únicamente hay 3 camastros pero me basta y me sobra:
.- Dónde
         La habitación de Timargara
está el servicio? le pregunto por señas.
Por toda respuesta me señala un rincón de la azotea lleno de suciedad; bueno por el agua ni pregunto!.
Se marchan los dos y con el que he venido me dice que mañana vendrá para indicarme dónde tomar la camioneta a Dir. Por 2º día consecutivo duermo vestido y tal como está la cama es lo más aconsejable; estoy muy cansado y enseguida me duermo. Sin embargo a las 5 aporrean en la puerta: haber si quiero comer algo y que pague; regateo, le pago y a dormir otra vez. Estoy esperando un rato pero como nadie viene  a las 9,30 me voy a buscar la camioneta:  hay una que sale en 10 m. ( qué suerte);

 

 parece se va a romper en cualquier momento y va hasta arriba pero no la puedo dejar pasar. Hacia el mediodía estoy otra vez en mi Hotel con las piezas de Ibiletxe: la maza y el disco del embrague, y la bomba del servo con su correspondiente líquido.
Fiesta del Eid
      En
el hotel no queda casi nadie; todos se han ido a sus respectivas ciudades o pueblos para celebrar la fiesta del Eid que comienza el miércoles 26, e incluso Rauf Jan se queda en su casa que
                                                    Mi frutero
está a 1 km. y viene sólo de visita; así que estamos Faruk, Abdul y yo. Aún tengo suerte pues el mecánico y como deferencia hacia mí vendrá el jueves a montar el embrague. El miércoles veo a  Faruk con su kamis y su partuk (en pastu) nuevos y otro tanto Abdul: parecen unas personas distintas! Faruk pone música en la recepción y me dice que está muy contento. Todo el mundo al parecer lo está, y da gusto ver a la gente por la calle con sus nuevos trajes y saludándose efusivamente. Subo a casa de Rauf Jan a comer y estoy un rato de tertulia con el y su hermano en su humilde casa.
Montar piezas: Ibiletxe reparada.
      El
jueves viene el mecánico con una camioneta y remolcamos Ibiletxe hasta el pozo del taller. El montaje

 

 se hace  rápido, no en vano es la 3ª vez. Mientras limpian bien la carcasa  de la caja de cambios, echo una última mirada al motor y veo que gotea algo de aceite  por la parte del embrague; me llevo un gran susto pues pienso es el retén del cuello del cigüeñal, pero observo que la fuga es por los tornillos del carter que no están bien apretados; los repaso todos y había 4 medio sueltos: más chapucero imposible el Chitrali!. En 4 horas Ibiletxe está lista para arrancar: lo hago y el embrague, aunque un poco brusco funciona; no así la servodirección que sigue igual de dura. Le pago y vuelvo al Hotel para ir empezando a preparar todo, pues la estancia en Dir toca a su fin. Al día siguiente echo más líquido al depósito del servo, muevo la dirección varias veces y éste ya funciona también; empiezo a colocar las cajas metálicas que llevo debajo de Ibiletxe y a ir organizando  su interior; los sentimientos, como no podía ser de otra manera son encontrados: por un lado tengo ya ganas de partir y continuar viaje, y por otro me da pena dejar a esta gente que tan bien me ha tratado. El  sábado por la tarde viene Rauf
                        Haciendo hamburguesas de carne
Jan con Afrad, otro amigo maestro de un pueblo muy cercano a Afganistán. Como yo ando bastante ocupado preparando todo a  bajado la comida de su casa y comemos los 3 en el Hotel. Afzal Khan me

 

 

 

  habla de su pueblo, de los Talibanes ( palabra derivada de Talib: estudiante del Corán, siendo Taliban el conjunto de Talib) que llevan barbas largísimas pero que no se meten con nadie, de la cantidad de ellos que fueron a Afganistán  pero que murieron casi todos masacrados por los bombardeos que incluso se oyen desde su pueblo, de la lealtad de la gente de las zonas tribales con sus códigos de honor, de la rabia e impotencia que siente  al ver la fama que les han puesto etc. En una de éstas Rauf Jan interrumpe y comenta:
.- Aquí todos somos Talibanes en el sentido de la palabra, yo también-
Y al decirlo me hace gracia porque Rauf Jan es lo más opuesto a esa fama interesada que se les ha dado a todos: No creo sepa ni por dónde coger un arma!.
Al terminar de cenar y antes de irse a casa me dice Rauf Jan:
.-Afzal se va a quedar a dormir en mi casa para despedirte mañana-
Se lo agradezco y nos despedimos hasta el día siguiente. En mi última noche en Dir nos quedamos en la recepción por un rato Faruk, Abdul y yo.
Me sorry you go sir     (Siento que te vayas Sir)
       Me
dice de repente Faruk, cortando su conversación con Abdul; le miro y el también lo hace con cara triste. Tiene un rostro duro pero enseguida se hace querer con su amabilidad , y se le ve muy maduro para lo joven que es: cada vez que he ido a lavar la ropa se ha ofrecido a hacerlo él, aunque no le he dejado, y siempre pendiente de si necesito algo;

  en este momento me viene a la memoria y me recuerda al sirviente de " Las memorias de Africa"
.
Despedida de Dir
     Sigo
con los últimos preparativos, hacia las 11 llegan el doctor Hidewet  y Rauf Jan con Afzal; me invitan a comer al hotel cercano, y después nos
hacemos las últimas fotos en el jardín. Compro Barfi, una especie de turrón blando Pakistaní e Indio, y tomamos el último té juntos:
.- Cuando haga la crónica sobre Dir tengo intención de poner la foto de una mujer con burca, pero si no os gusta no lo haré. Qué pensais?- les digo a Rauf Jan y Afzal.
.- Puedes hacerlo si es tu deseo. Es una costumbre de aquí y forma parte de la tradición; como has visto todas las mujeres lo llevan en la calle.- me contestan  los dos casi al unísono. Me resulta difícil imaginarme
 

a Rauf Jan o a Hidewet paseando por la calle con sus
mujeres llevando el burca (y qué piensan sobre ello ) pero la sociedad Patán está muy apegada a sus
tradiciones y evoluciona muy lentamente, aunque estoy seguro que el burca será historia en un futuro más o menos cercano.
.- Si tienes algún problema mientras estés en Pakistán cuenta con nosotros- me dice Hidewet.
Asiento con la cabeza, me doy un gran abrazo con todos, y marcho rápidamente mientras uno a uno van desfilando por mi cabeza "Mis queridos y buenos Talibanes de Dir".
Música
      La música es de una cantante Afgana, Qamargula, muy famosa también entre los Patanes de Pakistán donde actualmente vive (en Pesawar). Sirva de homenaje pues también para el sufrido pueblo Afgano.

 

 
                                          Crónicas