Crónicas en
directo
Crónica de : Jose E. Santacara
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Crónica 11 |
Fecha: 2.004-II-14
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Kilómetros desde Carcastillo:
37.350 |
Transmitida desde : Pokhara
(Nepal)
Pakistán I
(25.193 km.) |
Latitud
: 28º 13' N
Longitud: 83º 59' E |
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Algunos/as me decís que dado el desfase
entre crónicas y dónde estoy actualmente os lo diga en los emails: estoy
donde pone "Transmitida desde", y los km. desde Carcastillo se refieren
a ése lugar por lo que a veces el kmtraje entre crónicas puede ser 0 si
las escribo desde el mismo sitio. A partir de ahora pondré también entre
paréntesis los km. hechos al inicio de la crónica respectiva. Aclarado?
La canción de la crónica está en
Urdu |
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Pakistán: un mundo nuevo
Un día de verano de
1494 estaba el gobernador del valle de Fergana, en el actual Ozbekistán,
contemplando sus posesiones, cuando vio su palacio en llamas.
Corrió presuroso a ver qué había ocurrido y al llegar allí mismo perdió
la vida al igual que toda su familia, pues se trataba de una rebelión
contra su persona. Solamente se salvo su hijo Babur de 12 años que
algunos leales consiguieron

Levantando un camión volcado con gato:Pakistán! |
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llevar lejos del país. Babur fue creciendo
con la ilusión de tener un reino para él; como descendiente que se
consideraba de Genghis Kan y Timur sus ojos
estaban puestos en Samarkanda, pero allí se habían hecho fuertes los Ozbekos
que hacía pocos años acababan de llegar desde las estepas de Asia
Central, así que dirigió su mirada hacia la India que en aquel momento
estaba dividida entre 4 reinos musulmanes y uno hindú. Su sueño con el
paso de los años se hizo realidad y fue el fundador del Imperio Moghol
que durante 200 años dirigió los destinos de parte de Afganistán y toda la
península Indostánica, excepción hecha del sur de la India. Los Mogholes fueron los artífices de dos de las
señas de identidad de Pakistán: el Urdu, en aquel tiempo idioma de
la corte, una mezcla de Indi, Farsi, Árabe y Turco que es el idioma
nacional y sirve de medio de comunicación común entre los Pakistaníes de
distintas zonas,( pues cada región tiene su propio idioma), y el islám
que aunque desde el siglo XIII estaba introducido en amplias zonas de
Pakistán lo consolidaron.
Frontera
Resulta un poco difícil de dar con la aduana
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Pakistaní pues en contra de toda
lógica se encuentra apartada de la carretera. Una vez allí debo de
esperar un rato, pues es la hora de la comida; a continuación me
sellan el Carnet de Passage de Ibiletxe
le hacen una revisión muy superficial y ya me encuentro conduciendo por
Pakistán; no hay que pagar nada ni exigen hacerse un seguro adicional
para el coche. Lo primero de todo es mentalizarse que en Pakistán se conduce por la
izquierda, herencia de su pasada pertenencia al Imperio Británico.
René de nuevo
A 2 kmtros de la aduana veo un ciclista
parado en
una tienda; me |
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acerco y efectivamente es René. Ambos
nos alegramos de este nuevo encuentro y aprovechamos para charlar un
rato.
.- Bueno debo marcharme pues quiero acercarme lo más que pueda a Quetta.
le digo
.- Yo debo parar enseguida y pensaba que podríamos haber dormido juntos-
.- Lo siento pero debo aprovechar para hacer kmtros- le contesto y me
marcho.
Sin embargo nada más hacerlo me digo a mí mismo que tal vez sea la
última vez que nos veamos, así que cambio de idea y vuelvo sobre mis pasos.
Se alegra de volver a verme y empezamos a buscar un buen sitio; le cedo
la iniciativa de hacerlo pues el mayor problema para aparcar lo tiene
él. En esto se nos acerca un coche de la policía y nos comenta que la
zona (estamos en el desierto de Beluchistán) es bastante peligrosa por
los bandidos que vienen de Afganistán (siempre la culpa la tiene
el otro...), y que vayamos hasta el siguiente control policial para
pasar la noche. No le hacemos caso y nos metemos en una pequeña
hondonada que ha visto René a unos 100 de la carretera. La paz y
tranquilidad que se respira en esta zona del desierto es total: se puede
oír el silencio. René me comenta:
.- Siempre te dicen lo mismo sobre lo peligroso que es aparcar en
lugares como éste; pero qué sitio más seguro que un desierto?-.Asiento
con la cabeza pues René tiene mucha más experiencia que yo en esto..
Mientras va montando la tienda y metiendo dentro lo que lleva en la
bicicleta, (todo esto |
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Recorrido I por Pakistán
le lleva más de 1 hora) me va relatando los pormenores de su viaje: del
tipo de alimentación que debe llevar manteniendo un equilibrio entre
proteínas, hidratos de carbono y grasas (lo cual a veces es complicado
porque en pocas ocasiones entra en las ciudades) ya que debe mover 90 kilos!,
que es lo que pesa la bicicleta y todo lo que lleva en ella, de cómo a
los animales no hay que temerlos y normalmente con hacer algo de ruido
es suficiente para que se vayan (a veces a notado las serpientes pasando
por debajo de la tienda) y que con tomar las precauciones elementales
suele ser suficiente, (por ejemplo en zona de alacranes llevar un buen
calzado o donde hay mosquitos peligrosos procurar llevar ropa adecuada y
darse repelente), de lo importante que es buscar un lugar adecuado para
dormir sobre todo en las zonas habitadas donde más vulnerable es, de los
momentos bajos superados gracias a tener claras las ideas de lo que
quiere conseguir con este viaje (en este aspecto me comenta que alguien
lo comparó con Forrest Gump y le gusta sentirse así); no obstante ha
tenido algún que otro robo, pero |
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en líneas generales está contento de cómo le
está saliendo el viaje (probablemente para cualquier otra persona todos
los contratiempos sufridos hubiesen sido suficientes para hacerle
desistir pero no es el caso de René) y los 3 años transcurridos parece
que no han hecho mella en su moral. Al terminar el montaje de la tienda,
deja sujeta la bicicleta a uno de los soportes de la tienda.
.- Si alguien intenta cojerla lo notaré- me dice.
A continuación cenamos, nos quedamos un rato mirando lo maravilloso que
es estar en el desierto y observar las estrellas, y nos vamos a dormir
pues mañana quiere levantarse a las 6. Yo lo hago a las 7 y ya para
entonces Rene está listo para partir. Nos hacemos las fotos de recuerdo
y nos despedimos físicamente tal vez para siempre.
Hacia Karachi
Debo
ir allí para comprar la nueva cámara, y espero que la última. Para ello
hay que dar un rodeo, subir dirección noreste por el desierto hasta
Quetta y desde allí bajar casi en
vertical hasta Karachi. La carretera es estrecha y en malas condiciones
con el agravante de que los camiones no tienen ningún miramiento y cada
vez que me cruzo con uno prácticamente me echa de ella. Al final me
canso de ser siempre el que cede y al próximo camión mantengo el tipo y
no me salgo de la carretera; en el último momento el que se tiene que
salir es él, pero decido no hacer más pruebas porque obviamente resulta
peligroso |
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Quetta
La entrada está llena de campos de
.refugiados Afganos, pues estamos muy cerca de la frontera. Paro en un Ciber, y el
encargado me ofrece té y galletas:- Veo que por aquí hay muchos refugiados Afganos- le digo para iniciar
la conversación.
.- Si, así es y esto está creando muchos problemas en Quetta. En estos
momentos la mitad de la población es Afgana, y hay problemas de
convivencia aunque nos entendemos perfectamente (todos somos Pastunes y
hablamos Pastu). Yo estoy trabajando en uno de esos campamentos en un
programa de Naciones Unidas y la situación es muy mala; yo diría que
cada vez peor. Estamos intentando controlar la natalidad pero es
muy difícil debido al bajo nivel cultural que tienen; (conozco un Afgano
con 40 hijos de 2 mujeres diferentes!), los campamentos están
superpoblados y muchas veces dejan los hijos en la calle ya que no los
pueden alimentar, con los consiguientes
problemas añadidos que ello conlleva;- me contesta.
.- El año pasado una bomba explotó en una mezquita muriendo más de
40 personas, y varios coches de la policía han sido atacados muriendo
algunos soldados; ahora mismo los viernes la policía impide circular en
motocicleta cerca de las mezquitas durante
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las horas de oración por miedo a más atentados- añade.
.- Y qué hace el gobierno Pakistaní ante esta situación?- vuelvo a
preguntar.
.- Absolutamente nada y la población está muy quejosa por ello- me
contesta.
Le pregunto por el centro y hacia allí me voy; en todos los cruces veo
puestos del ejército con las armas a punto. Me meto por callejuelas
estrechas y cuando veo que el tráfico se está poniendo complicado me
paro. El espectáculo que se ofrece a mis ojos tiene algo de irreal y
parece el decorado de una película Feliniana: los sabores, el humo, la
suciedad, la gente pidiendo y circulando, los coches , las bicicletas,
las motos, los motocarros, todo está mezclado y los espacios se
superponen y solapan entre sí sin solución de continuidad. La calle no tiene
aceras y en realidad tampoco un dueño concreto sino que es de
todos o del 1ª que la utiliza; Ibiletxe no sé exactamente si está
aparcada en parte dentro de la barbería de al lado o la barbería está en
la calle; en la parte exterior de los restaurantes, colocados detrás de
unas grandes perolas bajas de un m. de diámetro y elevados otro tanto
del suelo, unos cocineros que se me antojan fakires, se afanan en hacer
hamburguesas dando un mayor colorido si cabe al decorado; parecería como
si toda esta anarquía más o menos estructurada fuese a
colapsarse en cualquier momento, pero nada de esto ocurre: al final cada
persona, cada animal, cada vehículo cada cosa encuentra su sitio y su camino por el que
circular. Me siento fascinado por todo este espectáculo, y pienso que es
ahora cuando realmente he llegado a Oriente siendo Turquía e Irán una
especie de transición hacia él. Al preguntar por una panadería, los
Pakistaníes que me acompañan me vuelven a repetir que están
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muy dolidos con el gobierno central. Debo buscar un sitio para dormir
y no parece aconsejable hacerlo en cualquier parte. Voy a la policía que
está cerca y les pregunto por alguno seguro; me acompañan al
aparcamiento de un hotel cercano y al parecer acceden a que lo haga
allí, pero en cuanto la policía se va me comentan que o pago habitación
o me voy, así que otra vez a buscar. En un cruce de la parte nueva veo un
aparcamiento y al lado un fuerte
control policial: les pregunto y me
contestan que puedo aparcar allí a la vista de ellos, pues están toda la
noche (espero que no ocurra ningún tiroteo porque me encontraría en
medio). Para ir a Karachi desde Quetta debo hacer un giro de casi 180º y
tomar dirección sureste; son casi 700 km. al principio por el desierto.
A los 100 km. paro en un restaurante de carretera y mientras me
tomo un té bajan de un autobús unas 40 personas todas ellas armadas, y
es que estoy en la zona tribal donde el control es ejercido entre el
gobierno y los distintos clanes; yo soy el único extranjero pero nadie
se mete
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conmigo, más bien al contrario preguntan haber si me pueden ayudar
en algo. Como ya es de noche paro un poco más adelante en
un control policial para pasar la noche, y me traen el té a la
camioneta!. Después de un rato consigo que se vayan, pues a veces tanta
amabilidad abruma, y puedo dormirme aunque a medianoche debo despertarme
para meterme en el saco pues hace un frío terrible. Al despertarme a la
mañana siguiente miro en el termómetro y la mínima ha sido de -1º; tomo
un reconfortante té y sigo para Karachi. Según voy bajando la
temperatura va subiendo y al llegar a las cercanías de Karachi el
termómetro marca 30º! (estoy en el trópico), que sumado a la humedad por
la cercanía al mar se me hace bastante molesto.
Karachi
Durante estos últimos años ha sido una ciudad
convulsa con muchos atentados, luchas entre distintos grupos
integristas, y ajustes de cuentas entre mafias locales que le dan un
aire de cierta inseguridad: de hecho el sitio donde aparco para
dormir no parece demasiado seguro pero estoy cansado y no tengo ganas de
buscar otro mejor. Antes de dormir dejo el motor en marcha un rato para
que pueda funcionar el aire acondicionado y enfríe un poco Ibiletxe.
Karachi es una gran ciudad, la mayor de Pakistán, a la que la nueva Islamabad le arrebató la capitalidad en la década de los 60,
pero que de todas formas sigue siendo el corazón del país; como todas
las ciudades de esta parte del mundo tiene grandes cinturones de pobreza
y chabolismo que contrastan vivamente con la opulencia y riqueza de
zonas a veces distantes solamente unos cientos de metros. Después de
mucho preguntar consigo la dirección de Canon y voy en busca de la nueva
cámara: veo que aquí están bastante más caras que en Irán pues casi vale
tanto como el nuevo modelo
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que me ofrecían en Kerman, pero no me queda
más remedio que comprarla; consigo que me hagan una rebaja pero aún con
todo son 700 $!
.- Aquí también debes andar con
cuidado- me dice el director de Canon-Pakistán. Y añade:
.- Hoy mismo a ése que ves allí le han robado todo el dinero en el
autobús a punta de pistola y a plena luz del día; todavía no se le ha
ido el susto-
.- Pakistán, continúa, es un país que todavía se está haciendo y el
conflicto de Afganistán no ha hecho más que traernos más problemas. Aquí
cada provincia tiene su propio idioma, Baluchi, Sindi, Punyabi y Pastun,
y el Urdu es un idioma que en

realidad no es el de nadie pero sirve de
nexo de comunicación entre todos: es el único oficial y en la mayoría de
los sitios el único que se
Búfalos bañándose en valle del Indo
enseña en las escuelas.
.- Lo que veo es demasiada gente por todas partes, y sobre todo muchos
niños que parecen no tener familia-.
.- Si, es uno de los grandes problemas: cada vez somos más y no hay
trabajo para todos e incluso en algunas zonas empieza a haber
problemas con el abastecimiento de agua-.
.- Y además se ve mucha desigualdad social, y otra cosa que me ha
llamado mucho la atención es la gran cantidad de gente armada que se
ve por todas partes- |
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continuo preguntando.
.- Es cierto hay unos pocos muy ricos y la gran mayoría no tiene apenas
nada. Respecto a las armas hay demasiadas entre la población y ello
puede traer problemas en un futuro-
Le doy las gracias, supongo será por la conversación, y voy camino del
puerto para ver el mar (hace meses que no lo hago), y buscar un sitio
para dormir. Según me voy acercando paso por un barrio residencial con
grandes chales y buenos coches en la puerta que contrasta vivamente con
la suciedad y miseria que veo al lado del puerto; mirando al mar hay un
Mac Donald muy nuevo, impecable por dentro y que tiene hasta 9 guardias
de seguridad!; aparco cerca y me resulta relajante dormirme con el
ruido del agua al chocar contra el malecón.
Hacia Islamabad
Debo
darme prisa pues hoy es 14 de Octubre y Vicente y Marian, que me han
traído algunas cosas que necesitaba, se marchan de Pakistán (desde
Islamabad) el 18 después de haber estado en Afganistán unos días.
Tatta
Nada más tomar rumbo norte paso por
esta ciudad que tiene dos cosas importantes: 1ª el mayor cementerio
Islámico existente, con grandes panteones desde el |
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siglo XIV, y la
mezquita construida en tiempos del emperador Moghol Shah Jehan, cuya
gracia y hermosura contrasta con la suciedad que le rodea por
prácticamente todas partes.
El valle del Indo
Ciertamente es algo a no perderse
en Pakistán visitar este valle. Tiene el sistema de irrigación mayor del
mundo, y durante kmtros y kmtros la carretera va
serpenteando entre
canales artificiales que dan vida y prosperidad a estas tierras; por
primera vez en este viaje hacen su aparición los búfalos, que lo
Paisaje idilico en el valle del Indo
mismo
se les ve tirando de los arados como bañándose en los canales o atados a
las puertas de las casas como si las estuviesen guardando; se le
ve un animal pacífico que inspira confianza y que desempeña un papel
fundamental en esta zona. Los campos de arroz alternan con la caña de
azúcar, girasoles y toda clase de verduras creando unos paisajes
difíciles de olvidar.
Moenjo Daro
Precisamente en este valle nació
y se desarrolló por espacio de 1000 años una de las civilizaciones
más antiguas de la humanidad, con una vida urbana muy sofisticada.
Todo esto desapareció y fue destruido con la llegada de los pueblos
arios a la península Indostánica hacia el año 1.600 a.c. Sin
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embargo las excavaciones
realizadas en Moenjo Daro han dejado al descubierto las ruinas de la
que tal vez fuera la ciudad más importante de las muchas que hubo.
Impresiona meterse por las calles de una ciudad que fue destruida
hace más de 3.600 años pero que todavía puede ofrecer a la vista sus
sistemas de alcantarillado tal como eran,

o lienzos de paredes de
más de 3 m. tanto de templos como de casas que dan fe del grado de
sofisticación de aquella civilización. Después de muchos años de
espera otro sueño que se cumple: ver Moenjo Daro coetáneo de las
pirámides de Egipto o de las civilizaciones de Oriente
Próximo.
Darawar Fort
En Khanpur me desvío a la derecha para
adentrarme en el desierto de Cholistán, y visitar el fuerte más
famoso de los muchos que hay: Darawar Fort. La llegada es bastante
complicada pues son unas carreteras muy estrechas y a veces
totalmente congestionadas, pero merece la pena. Todavía lo cuidan la
que fuera la guardia del Emir de Bahawalpur, y gracias a uno de la
familia que está allí en ese
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momento consigo entrar a verlo. Aunque
por dentro está bastante ruinoso, sus murallas se mantienen todavía
erguidas, pero ya el tiempo empieza a hacer mella en ellas. Al lado está
una mezquita de tipo Moghol muy bonita y un poco más lejos el
cementerio también muy interesante de visitar. En una de estas
idas y venidas con Ibiletxe la rueda izquierda se hunde en la arena
(estoy en pleno desierto) y la pobre se queda empanzada, es decir
apoyándose sobre el motor, con lo que las ruedas resbalan. Con la
prisa que llevo es lo único que me faltaba!. Pongo unos ladrillos en
la arena, levanto Ibiletxe con el gato, coloco más ladrillos
debajo de la
rueda izquierda y así puedo salir pero he perdido una
hora. El trafico unido a las malas carreteras hace la conducción muy
lenta; no tengo tiempo para ver Multan y Bahwalpur, y decido ir hasta Lahore
para tomar allí la autopista a
Islamabad; son unos 100km. más pero creo merece la pena. Desde la
autopista llamo a Vicente, no está en casa pero me dicen que
han adelantado el viaje y se van mañana; si quiero verlos debo
seguir conduciendo durante la noche y ya llevo más de 600 km. A las
3 llego a Islamadab, entro a un hotel a llamar por tfno y preguntar
por la dirección, y a las 4 me duermo en la
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puerta de la casa.
Islamabad
A las 7 de la mañana alguien pega en la
puerta; me levanto medio dormido y es Vicente con las cosas
que me han traído; nos damos un abrazo y a continuación un par
de besos a Marian. Este viaje es un continuo hola y adiós con las
amistades hechas, pero en este caso ni eso: Marian aún está en
Islamabad física y mentalmente, pero Vicente mentalmente ya se ha
ido de Pakistán; no sé si está ya en el avión, en Madrid o dónde
pero en Islamabad no, así que se trata únicamente de un adiós.
Voy con ellos al aeropuerto y en una hora estamos otra vez

Tabla y Rebab, muy populares
en Pakistán
Ibiletxe y yo solos ( o acompañados según se quiera ver). Me
ha dejado un poco mal este mini encuentro sobre todo después de
haber hecho más de 1.000 km,
pero al menos hemos llegado a vernos.
Desde aquí me dirijo al camping pues realmente necesito un descanso,
no solo por lo del día anterior, sino porque llevo 2 meses sin parar
ni un solo día. El camping es solo para extranjeros y es pequeño
pero acogedor,
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con arbolado para protegerte del
sol; su única pega es que no tiene agua caliente y esta sale más bien
fría. Antes de echarme a dormir paso al otro lado de la carretera y veo
que en el mercado de Aappara, así se llama la zona en la que me encuentro, tengo
de todo incluida Internet. Al final pierdo la noción del tiempo
descubriendo la ciudad y cuando vuelvo al camping son las 12 de la
noche. Al día siguiente por 1ª vez en muchos días no tengo ninguna prisa
en levantarme; cuando lo hago me dedico a saludar a los viajeros que hay
en el camping: Walter, alemán jubilado, que lleva 8 años viajando en su
gran camioneta por toda esta zona y con el que se reunirá su mujer en 4
meses; 2 parejas de holandeses que
están recopilando información codificada en GPS,de toda esta parte
de Asia; otra pareja de alemanes que acaban de llegar de China
después de viajar por todo el Tibet. Es el 1º contacto que tengo con
Occidentales en 2 meses, e intercambiamos opiniones sobre lo que
pensamos de estos países, pero sobre todo me viene muy bien para
recabar información sobre Pakistán e India. Un vistazo al interior
de Ibiletxe me certifica que debo quedarme en el camping por unos
cuantos días: la ropa sucia se sale de la bolsa, las músicas hace
tiempo no las paso a disco duro y los MD. están llenos (además
quiero aprovechar para poner música a todas las crónicas), otro
tanto con las copias de las fotos, las crónicas bastante atrasadas e
Ibiletxe necesita una revisión y un buen lavado. Lo primero que hago
es la colada y por la tarde me voy con ella a seguir dando
vueltas por la ciudad; Islamabad fue planificada en los años 50 como
la nueva capital de Pakistán, y está dividida en cuadriculas unidas
entre sí por amplias avenidas; cada cuadrícula tiene en su centro un
mercado y en cierto modo son independientes unas de otras: para
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nombrar una calle se pone primero la
letra de la zona, seguida del número de la cuadricula concreta (cada
zona consta de varias cuadrículas) y al final los números de la
calle y de la casa ( sin embargo algunas calles tienen nombre propio y
la que está cerca del camping se llama Sadar: que casualidad!); los primeros pobladores
llegaron a Islamabad en 1963 ( es decir tiene casi los años de
Figarol) y la gran mezquita

del Rey Feisal, preciosa en su diseño
moderno, fue terminada en 1976. Cuando llega la noche me encantan
los mercados con sus luces de colores, sobre todo el Supermarket,
que son varias plazas pequeñas rodeadas de tiendas. Es en este donde
en una tienda encuentro un libro escrito por un inglés que se titula
"Los 100 personajes más influyentes de la historia": los 6 primeros
son: Mahoma, Newton, Jesucristo, Buda, Confucio, San Pablo; se podrá
objetar el orden pero después de viajar por esta parte del mundo,
creo que el 1º está muy bien puesto, y lo más llamativo es que de
los 6, 5 son personajes ligados a distintas religiones. De vuelta al
camping paro en Melody Park, otro mercado con muchos pequeños
restaurantes, y
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como unas albondigas al estilo de kashemira muy
buenas.
Al día siguiente por la mañana, y mientras estoy trabajando con el
ordenador en el camping, se me acerca una persona:
.- Hola, mis amigos holandeses me han dicho que eres vasco- me dice.
.- Si de Navarra- le contesto.
.- Yo estuve trabajando de periodista en el País Vasco hace 15 años,
concretamente en Bilbao, aunque también conozco Pamplona y San
Sebastián. Me gusta mucho la música Vasca y sobre todo un grupo de
aquellos años llamado "Ertzainak". Lo conoces?-
.- Por supuesto, era muy famoso, aunque ya hace algunos años que se
disolvió.
.- Tenía un C.D. de ellos pero se me perdió; ya me gustaría poder
conseguirlo!- me dice con cierta pena.
.- Espera un momento- le digo. Me meto en Ibiletxe, busco entre los CDs
de música vasca y salgo con uno de ellos; lo pongo en el ordenador y
exclama:
.- Son ellos!. No puedo creerlo!. Me lo dejas para hacer una copia?-
.- Por supuesto, pero no te olvides de devolvérmelo- le contesto.
.- Tranquilo , mañana mismo te lo traigo.- me dice y se marcha, todavía
sin dar crédito a lo que lleva entre las manos. Al mediodía y en el museo Lok Vers tengo la oportunidad
de fotografiar una gran cantidad de instrumentos que tienen la
amabilidad de sacar de un almacén pues aún no se ha hecho la sala
donde los expondrán. A su vez en el hotel Serena grabo música en
vivo tocada con el Rebab y la Tabla: de momento no va mal el tema
musical. Intento extender la visa pero vuelvo a tener el problema de
ser de tránsito por lo que decido subir rápidamente hacia el norte
para ver según muchos la parte más bonita de Pakistán. |
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Hacia Chitral
Esta pequeña
ciudad está al noroeste de Pakistán y aparte de ser famosa por sus
paisajes, se encuentra muy cerca del Himalaya, en sus proximidades están 3 valles
donde habitan los kalashs, no más de 3.000 personas, envueltos en
leyendas sobre sus orígenes, y según algunos descendientes de
soldados de Alejandro Magno que se quedaron en la zona.
Taxila
La ciudad más importante de la región de Gandhara,
donde entre otras llegó a florecer una civilización ligada al
budismo hacia el siglo I a.c.,y en la cual se mezcla oriente con la
cultura griega dando lugar a una iconografía muy original. Es muy
bonito perderse por los alrededores y ver las ruinas de estupas, o
de ciudades a medio camino entre Oriente y Grecia.
Takht-e-Bhai
En Peshawar estoy lo justo para ver un poco
la ciudad, el fuerte y dormir en una gasolinera, y al día siguiente
tomo dirección norte hacia Takht-e-Bai: aquí había un conjunto de
monasterios budistas que florecieron entre el siglo II d.c. hasta la
llegada del islám 10 siglos más tarde. El monasterio principal ha
sido excavado y en parte restaurado, y la subida a él me resulta
fascinante al ir pasando entre edificios
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medio en ruinas; en los distintos
picachos de la zona se ven más monasterios
sin excavar y todo esto me recuerda a las Meteoras de
Grecia. Muchos budistas de Japón, Tailandia, Singapore, Ceilán etc., siguen
viniendo aquí a rezar.
Dir-Lowari Pass
Según voy subiendo
la carretera se va deteriorando, y aunque soy consciente de que no
es muy conveniente para Ibiletxe, algo me impulsa a seguir. Nada más
pasar Dir me paro en lo que parece ser el aparcamiento de un hotel
y al entrar a preguntar resulta que es la policía; amablemente me
invitan a que meta el coche dentro y al día siguiente continuo
camino de Chitral. Lowari Pass está a 3.200 m y desde su cima se ve
un paisaje maravilloso de todo el valle; la bajada impresiona
bastante pues se hace por una ladera que es casi vertical, con
curvas a 180º. Hace rato que desapareció el asfalto de la carretera,
por llamarla de alguna manera, y ésta está cubierta de polvo y de
piedras que sobresalen amenazadoras para la integridad de Ibiletxe;
algunas veces es imposible sortearlas todas y noto cómo van rozando
en los bajos. Después de varias horas llego a Chitral, y si bien el
paisaje es muy bonito la ciudad-pueblo me resulta bastante
decepcionante; la atravieso
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siguiendo la única calle que hay y me
paro a unos 2

Lowari Pass: sin comentarios
km. para ver si las piedras me han causado alguna
avería.
Rotura de Carter
Nada más bajarme observo un hilo
de aceite que sale de debajo del motor; mi primera reacción es de
incredulidad total, pero me tengo que rendir a la evidencia: un
escape tan grande no puede significar otra cosa que carter roto. En
décimas de segundo pensamientos diversos se agolpan en mi cabeza: en
Pakistán no hay Volkswagen; si encargo un carter tardará tiempo en
llegar; si no salgo de Chitral en 2 semanas la nieve cerrará los
pasos de Lowari y Shandur con lo que tendré que pasar el invierno
aquí y estoy recién llegado a Chitral sin conocer a nadie.
Mientras, miro en la carretera haber si hay aceite y no veo ni gota,
con lo que el carter se ha acabado de rajar al parar el motor: al
menos éste no ha sufrido daños. Son demasiadas cosas a resolver en
un momento y prefiero tranquilizarme un poco antes de tomar
decisiones, así que lo primero que se me |
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ocurre es ponerme a comer cosa que hago. A los 10 m. llegan 2 personas en un
coche, dan la vuelta allí mismo y uno de ellos me pregunta en
Inglés:.
- Te ocurre algo?-
Por toda contestación le señalo el charco de aceite, que cada vez es
mayor.
.- En Chitral conozco un buen mecánico; ya te voy a remolcar hasta allí
y que nos diga lo que se puede hacer- me contesta.
Sujetamos la sierga que llevo a ambos vehículos, y en 10 m. estamos en
el taller. Está metido en un pequeño rectángulo cerca de la calle
principal, y a su alrededor hay varias tiendas y talleres. El
dueño abre el taller y veo que en realidad dentro no hay nada que lo
identifique como tal; mal empezamos pero no tengo otra opción. Unos
chavales desmontan la carcasa
que cubre el motor, el mecánico se mete debajo y me dice:
. - El carter está rajado por varios sitios
pero se puede soldar; mañana
lo desmontaremos y en un par de días arreglado-
Al oír esto me da un salto el corazón pues si es así |
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todos los problemas debidos a la
rotura se solucionarían.
.- No te preocupes; la camioneta está en buenas manos y pronto la
tendrás arreglada- me dice Deniss, que así se llama el que me ha
remolcado.
.- Yo ahora me tengo que marchar pues son casi las 5 y debo ir a comer a
casa (Estamos en pleno Ramadán donde solo se puede comer de 5 de la
tarde a 5 de la madrugada), pero mañana nos volveremos a ver- añade.
.- Cuánto te debo por remolcarme?- le pregunto.
.- Dame lo que te parezca bien- me dice.
Me cae bien Deniss; le pago y nos despedimos hasta mañana.
Llamo al seguro, pero se desentiende totalmente ( por supuesto ya me he
dado de baja) diciéndome que llevo más
de 3 meses fuera; como es sábado no puedo llamar a Zaragoza para que me
informen sobre alguna particularidad al quitar el carter.
Por hoy no puedo hacer nada más;realizo alguna otra llamada para decir lo
que me ha pasado, doy una pequeña vuelta por Chitral, y me voy donde
Ibiletxe a dormir pues mañana será un día ajetreado. Al día siguiente empiezan a desmontarlo;
como en el llamado taller no hay prácticamente nada debo dejarles el
gato hidráulico, varias llaves fijas, la lámpara que llevo y hasta una
esterilla para que se tumben debajo!; quitan al parecer todos los
tornillos pero no sale. Veo cómo
el supuesto mecánico se mete debajo e intenta separarlo del
bloque metiendo entre ambos un cortafrío.
.- No puedes hacer eso- le digo casi gritando.
.- No debes meter ningún objeto punzante entre el carter y el bloque
pues vas a deteriorar los asientos!- añado.
.- No importa, luego la pasta lo rellena todo- me |
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contesta tan tranquilo.
.- Vaya un mecánico- pienso.
No obstante aunque se mueve no sale y es obvio que en alguna
parte hay algún otro tornillo.
Registrarme en la policía
Todo extranjero que llega a Chitral debe
registrarse en la policía; yo no pensaba ir, pero al tener la rotura
debo hacerlo pues entre otras cosa la visa caduca en 6 días y caso de
que la reparación dure más no quiero tener después problemas. Les
informo de lo que me ocurre y de que en un par de días creo lo solucionaré y
me dan un papel que lo certifica.
A la vuelta al taller veo que me ha desmontado la polea del cigüeñal y su correspondiente correa diciéndome
que molesta para sacar el carter, y después me comenta que tal vez abría
que soltar la caja de cambios!: yo ya estoy empezando a alucinar un
poco. Entre unas cosas y otras se ha pasado el día y mañana es lunes con
lo que podré llamar a Zaragoza para que me digan por qué no sale y
acabar con esta pesadilla.
A las 8 en punto llamo, les digo lo que me ha pasado, doy el teléfono
del taller y les comento que se pongan en contacto conmigo los mecánicos
en cuanto lleguen; mientras voy al banco a cambiar dinero y al volver me
encuentro con la caja de cambios casi separada del bloque, pero como el
gato está puesto debajo de ella me pueden doblar el eje del embrague:
casi le pego un grito, y le digo que vuelva a poner los tornillos
inmediatamente, cosa que hace, y que esperen a que llamen. Los
espectadores ( es decir Deniss y los de las tiendas de al lado que
no tienen otra cosa que hacer pues más que tiendas son chatarrerías
y nadie va a ellas) se encaran conmigo y me dicen que deje trabajar a
los mecánicos. A los 20 m llaman de Zaragora y me dicen que hay 2
tornillos más y que para sacarlos hay que girar el cigúeñal y |
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sacarlos por una muesca en su
volante. En 10 m el carter está fuera; y pensar que
me ha soltado media Ibiletxe para nada!.
Con Deniss en su casa
A las 5 de la
tarde, y por 2ª día voy con Deniss a su casa; compro algo de
comida y fruta para sus hijos (tiene 4), y una vez en ella me habla de
sus problemas:
.- Hoy el chofer sólo me ha entregado 150 Rupias de todo el día
(al parecer utiliza el coche como taxi privado y el chofer es el chaval
joven que iba con el cuando me remolcaron)-.
- Cuanto sería una recaudación normal?-.
-
Con Deniss en su casa ( tiene el niño en
brazos)
.-Al menos 300 Rp, para que me quede algo después de pagar la gasolina y
el mantenimiento-.
.- De qué vive la gente en Chitral?, pues no veo más que tiendas pero
ninguna fábrica-.
.- Mucha gente vive del gobierno (recibe al mes 3.000 Rp.) y el resto de
cultivar la tierra; pero se nota que hay pocos turistas y dinero; en mi
casa somos 6 y entra muy poco dinero-. ( Su casa es muy humilde; en la
habitación donde comemos casi no hay nada
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excepto la TV y un viejo aparato musical)
.- Y la hija mayor no trabaja? (Tiene ya 17 años)?-.
.- No, no me gusta que trabaje fuera de casa- me responde.
- A qué hora va tu hijo a la Madrasa?-le pregunto cambiando de
conversación.( El que tiene 10 años estudia allí y sería el equivalente
a los seminarios)
.- A las 6 de la mañana hasta las 12 del mediodía, pero cuando se
termine el Ramadán también va de 3 a 5 de la tarde.
.- Hasta qué hora podéis comer por la noche durante el Ramadán?-.
.- Normalmente a las 9 nos vamos a dormir y nos levantamos a las 3,30.
Rezamos, mi mujer hace pan y comemos a las 4,30; a las 5 suena la sirena
que indica que ya no se puede comer hasta las 5 de la tarde-.
A continuación se lía un porro de hachis ( aquí casi todos lo fuman,
y se recolecta en el mismo Chitral: Deniss me dice que es mejor que el
Afgano), e inicia un soliloquio como hablando consigo mismo:
.- La gente aquí no quiere a los Americanos: siempre bombardeando y
matando muslines-.
.- Pero Musarraf, el presidente parece que sí-. le interrumpo.
.- A la gente de aquí tampoco le gusta Musarraf- contesta un poco
airado- y añade:
Está con los Americanos, y nosotros queremos regirnos en Pakistán con
nuestras propias leyes musulmanas; las leyes que hay ahora son las que
nos dejaron los Británicos-.
Se está haciendo tarde, y me lleva en
sus coche al taller; durante el trayecto me anima:
.-No te preocupes, mañana por la tarde tendrás la camioneta arreglada-
.-Inshallah!- le contesto, y nos despedimos hasta mañana.
Una vez dentro de Ibiletxe me doy cuenta que
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efectivamente estoy preocupado: no sé cómo quedará
después de la cantidad de cosas que le han desmontado (tal vez debiera
haber estado un poco más encima), la soldadura, aunque hace buen tiempo
el riesgo de la nieve e incluso aunque no nieve el riesgo de volver a
tener otra rotura en la subida; en fin mañana
por la tarde saldré de dudas y ahora lo mejor que puedo hacer es dormir.
Ibiletxe en marcha de nuevo
A las 9 de la mañana
del día siguiente vamos a soldar el carter, que tiene 2 rajas bastante
grandes; el soldador dice que quedará bien y para darle más fortaleza lo
suelda por dentro y por fuera. Deniss y yo vamos a comprar aceite; no
hay sintético así que le pondré un multigrado de momento, y para las 4
de la tarde parece que todo está bien montado, pues no controlo bien lo
que desmontó, e Ibiletxe lista para arrancar. Así lo hago y me voy
a probarla; llego hasta donde tuve la rotura, y vuelvo al taller: parece
va bien aunque la dirección la noto un poco dura, pero no le doy mayor
importancia ante el hecho de que ya funciona de nuevo.
Voy con Deniss a su casa por última vez, y en el camino le comento que
mañana me gustaría ir a ver a los kalashs y que si me acompaña podría
ganar un dinero extra. En eso quedamos, cenamos y aparco fuera de su
casa para dormir. Todo está muy oscuro e impresiona ver pasar a la gente
con sus linternas y embozados en sus capas.
La noche más larga
De repente caen unas gotas de agua pero
para enseguida:
.-Será algo pasajero- me digo para animarme.
A la media hora lo mismo, estoy ya intranquilo, pero para de nuevo y me
duermo; sin embargo al cabo de una hora el ruido de las gotas contra la
carrocería me vuelven a despertar y esta vez parece va en serio: la
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intranquilidad es total pues este agua
en Lowari Pass será nieve y si
tuve problemas para atravesarlo sin ella ahora estos se van a
multiplicar y además no llevo cadenas ( en estas zonas casi todos los
vehículos son 4*4 y no las utilizan por lo que no pude comprarlas en
Islamadab); mañana tengo que intentar salir de esta ratonera como sea y
por supuesto lo de ir a ver a los kalashs olvidado. Al final me tengo
que tomar una pastilla para dormir al menos unas horas, pues intuyo que
me espera un día bastante complicado.
El día más largo
Cuando me levanto a las 8
de la mañana veo ha llovido bastante, todavía sigue haciéndolo, y las
montañas de los alrededores están totalmente blancas; Deniss ya se ha
ido y supongo estará en el taller a donde debo ir para pagarle.
Efectivamente así es, le pago después de regatear y dirigiéndome a
Deniss le pregunto:
.
Lowari Pass nevado
- Me parece que va a ser una subida difícil: me puedes acompañar? por
supuesto que te pagaré-.
.- No te preocupes ya pensaba hacerlo; además yo
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tengo bastante
experiencia en esto pues he estado durante 10 años conduciendo
camionetas a través de Lowari Pass: Si quieres yo conduciré- me
responde.
Me alegra pensase venir sin siquiera habérselo propuesto, y supongo será
de gran ayuda por si nos tienen que remolcar en algún tramo.
En los primeros 40 km. no hay problema pues es todo agua; a partir de
ahí empieza a estar bastante resbaladizo y en el 1º tramo complicado
Ibiletxe no puede; Deniss para un 4*4, nos remolca unos metros y lo
superamos: le pago y continuamos. Seguimos

Preparándose para remolcarnos
cada vez con más nieve
y de vez en cuando nos tienen que remolcar previo pago. En una de estas
y mientras estamos en la carretera Deniss cierra su puerta con fuerza y
me pilla un dedo que tenía apoyado en ella; pego un grito y al abrirla
me veo la parte superior doblada hacia atrás 90º: le miro a él, miro al
dedo y no puedo dar crédito a lo que ven mis ojos; me dice que me dé 3
en 1 y me ponga un trapo; así lo hago, y ante la situación comprometida
en que nos encontramos, esto ocurrido no tiene mayor importancia. Cada
vez hay más nieve y el camino
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empieza a ser un rosario de
camiones medio atascados que a base de ir echando tierra delante
de las ruedas motrices consiguen superar los tramos difíciles.
Se ve la cumbre pero todavía quedan 6-7 curvas con bastante
nieve medio helada y muy resbaladizo; vamos tomándolas a toda
velocidad para que con la inercia pueda superarlas y noto cómo Ibiletxe va pegando en las piedras algo
amortiguadas con la nieve temiendo otra vez por el carter, y en más de
una ocasión la doy por perdida al ver cómo la aguja marca 5.000 rev./m., sobrepasando el límite de seguridad. En una de estas fuerzo la
parte superior del dedo y consigo llevarla a su posición normal: al
parecer sólo se había salido de su sitio, no debo tener nada roto y lo
único siento algo de dolor, que no es nada comparado con el que llevo dentro. El mismo Deniss se da cuenta de la situación
complicada en que nos encontramos, y no para de rezar: Ala-hu-akbar,
Ala-hu-akbar(Alá es grande). Para darnos ánimos bromeo:
.- Si llegamos esta noche a Dir me hago muslim-y se ríe.
Ya sólo quedan 4 curvas pero son las peores e Ibiletxe no puede; un 4*4
de ayuda a los refugiados nos remolca 2 curvas ( esta vez sin pagar)
pero en la anteúltima ni siquiera con su ayuda podemos y nos dice que se
hace tarde y no puede intentarlo más. Aunque duela lo comprendo;
aparcamos Ibiletxe en el arcén del inicio de la curva (el embrague casi
no funciona) cojo el saco, la manta para Deniss y las cámaras y nos
vamos andando con la policía hasta el refugio que está a unos
500m. Mañana intentaremos remolcarla con algún camión hasta la
cumbre.
Ibiletxe abandonada
Echo una última mirada
hacia atrás y me da mucha pena dejar a Ibiletxe sola y desvalida
en medio de la
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nieve; le prometo que mañana
en cuanto pueda vendré a por ella para sacarla del apuro. La
subida al refugio está totalmente colapsada por camiones y 4*4s,
que van avanzando a un ritmo muy lento.
En el refugio de la policía
Una vez en él nos calentamos delante de la
estufa, sobre todo los pies que los llevamos
helados, nos dan de cenar, charlamos sobre las peripecias del
día e

intentan darme ánimos diciéndome que al día siguiente
remolcaremos Ibiletxe hasta la cumbre y podré ir a Dir para
repararla. A las 10 de la noche vamos a ver cómo está; me dan
una manta, me embozo en ella y mientras caminamos me va entrando
una calma y tranquilidad totales: supongo será que ha
pasado la tensión del día más largo: todos los vehículos han
conseguido superar el puerto e Ibiletxe se encuentra sola pero
tal como la dejé; por si acaso recojo algunos documentos, le doy
a Deniss unos calcetines pues va sin ellos y volvemos al
refugio. Me voy a dormir en el catre que me indican, me meto en
el saco y otra vez me invade una tranquilidad total: La
habitación está muy caliente y me recuerda a un
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refugio de montaña del
Pirineo; mientras les oigo hablar me rindo al cansancio y me
duermo. A las 4 entre sueños les oigo hablar pues se han
levantado a comer (seguimos en Ramadán), tengo un recuerdo para
Ibiletxe y quiero pensar que mañana se solucionará todo:
Inshallah.
Un día esperanzador
Me
levanto a las 7; me lavo, desayuno sólo (Ramadán) y salgo
afuera: hace mucho frío pero el día está claro y no nieva;
empieza bien. A las 8 vamos donde Ibiletxe; está tal cual y el
embrague funciona un poco. En el lado derecho, donde va la
correa del alternador-bomba de agua-servo, se oye un ruido continuo
pero ahora eso es lo de menos. Después de esperar 20 m. un
camión decide remolcarme hasta la cumbre, previo el consiguiente
pago. Se pone las cadenas, y al principio

ni con ellas puede; al 3º intento lo consigue y ya sin parar
superamos las 2 curvas que quedaban. Ibiletxe, aunque con ayuda,
está en la cumbre de Lowari Pass y ya no pasará el invierno en
Chitral!. |
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.- Puedes venir conmigo
hasta Dir?- le pregunto a Deniss; -la carretera se ve con
mucha nieve y helada, el embrague funciona muy poco y
seguramente aunque es cuesta abajo necesitaré ayuda- añado.
.- Está bien- me contesta.
Deniss a Chitral
En ese momento llega un 4*4 del que
baja una pareja Occidental:
.- Hola-, me dicen en Inglés,- queremos ir a Chitral; qué
tal está el camino?-
.- Para mi vehículo muy mal, pero supongo que con el vuestro
aunque con dificultad podréis llegar; lo que no sé es cómo
andaréis para volver- les comento.
´Deniss se me acerca y me dice:
.- Es una buena oportunidad para volver a Chitral, y por
otra parte no creo tengas muchos problemas para llegar a Dir.
Te importa si me voy con ellos? Les puedes preguntar si me
pueden llevar?
Me pilla un poco de sorpresa y además no me apetece mucho
ir sólo, pero entiendo quiera aprovechar la oportunidad para
volver.
.- Bien, de acuerdo; ya les voy a preguntar-
No ponen ninguna pega; se lo digo a Deniss, le pago ( aunque
es difícil pagar lo que ha hecho por mí) y nos despedimos de
estos 4 días intensos vividos juntos, en los que nos hemos
llegado a apreciar mutuamente: Nos damos un fuerte abrazo,
probablemente como muchos de los que llevo dando el último.
Le doy algo de dinero al policía y me dice extrañado:
.-Por qué me das dinero? Yo he cumplido con mi obligación- y
al principio lo rechaza. Consigo que al final lo acepte.
Hacia Dir
Inicio la bajada con mucha precaución, pues
prácticamente no puedo usar el motor para retener; el
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piso está muy resbaladizo
y al principio casi hay más nieve que a la subida. Al poco
rato veo en la carretera a una persona que estaba en día
anterior en la subida: es de la zona y a cambio de algo de
dinero ofrece ayuda al que la necesita.
.- Puedes venir conmigo hasta Dir?- le pregunto.
Duda un momento y me responde:
.-Está bien, te acompaño-.
Poco a poco va desapareciendo la nieve y dando paso al
barro, lo cual no sé qué es peor. De vez en cuando nos
tienen que dar algún empujón, pues en cuanto hay una
pequeña cuesta el embrague resbala totalmente. Me voy
quedando asombrado de cómo se me ocurrió meter a la pobre Ibiletxe por estos caminos: supongo el afán de aventura y
riesgo. Cuando por fin llegamos a Dir, la 1ª impresión es
bastante negativa: suciedad, porquería por todas partes, no
da la impresión que aquí pueda haber un taller en
condiciones, pero no hay otra alternativa. Preguntamos y nos
dicen dónde hay uno que puede arreglar el embrague; viene el
dueño y entre varias personas empujamos Ibiletxe hasta el
taller: está en una bocacalle de la carretera principal y
voy atravesando varias
tiendas
y talleres pequeños a cual en peores condiciones. Me dicen
que tuerza a la derecha e introduzco Ibiletxe en una pequeña
explanada de unos 100m2
donde a su derecha hay un pozo elevado (menos mal |
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porque es fundamental para
la reparación); la subimos a él y ahora ya sí que puedo
descansar: no sé si será posible arreglarla aquí ni si habrá que
encargar piezas, pero al menos las preocupaciones primeras
están superadas. Me bajo le pago al que me ha acompañado, y
el dueño del taller junto con 2 jóvenes se pone a desmontar;
no se puede hacer mucho pues se acerca la hora de rezar e ir
a comer, así que enseguida me quedo sólo. Me han dicho que
no hay problema para que duerma allí y que a pesar de las
apariencias es un lugar seguro, y me dispongo a explorar
la zona donde me encuentro. Ciertamente es bastante
deprimente: la explanada está separada de la calle por una
pared de ladrillo de 1 m. de alta, y justo al lado del pozo
veo varias defecaciones. Al otro lado de la calle hay un montón
de basura y observo cómo la gente orina ahí mismo sin
ningún recato; voy hasta la siguiente calle perpenticular y
veo el mismo espectáculo: defecaciones, montones de
basura formadas por desperdicios de verduras ,plásticos
papeles etc. No es cosa de deprimirse, así que en plan
optimista me digo que al menos Ibiletxe y yo hemos
conseguido llegar a Dir que es de lo que se trataba, cuando
no hace ni 24 horas casi la daba por perdida.
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